<p><a href="/sites/default/files/2017/02/13876545_921740734602359_1177198830900475556_n.jpg"><img loading="lazy" class="alignright wp-image-38969 size-thumbnail" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2017/02/13876545_921740…; alt="" width="150" height="150"></a></p>
<p>Los flujos migratorios, en la actualidad, se explican de una manera totalmente diferente a aquellos que caracterizaron su comportamiento en el pasado. Los motivos estrictamente económicos se supeditan a las necesidades de las cadenas de producción que hoy prácticamente conectan en tiempo real a un mundo globalizado, cosa de revisar los componentes de un vehículo que son fabricados en diferentes regiones del planeta y por eficientes medios de transportación colocados, con la precisión de un reloj, en el centro de ensamble para su posterior disposición en los centros de consumo final. Así, una parte de los flujos humanos se contienen en sus lugares de origen. Las maquiladoras son el ejemplo más evidente.</p>
<p>Es cierto que la mayoría de los países hoy avanzados registran las más bajas tasas de crecimiento demográfico. Tema que compromete su viabilidad. Así se explica que desde algunas décadas fue necesario que abrieran sus frontera a la mano de obra externa. Las plantaciones agrícolas del sur y el centro de los Estados Unidos, y los servicios en general para Europa justifican la llegada y adopción de habitantes de países atrasados.</p>
<p>Pero en el fondo, esta práctica ha generado problemas no calculados como el nacimiento de procesos de aculturación propios, como el caso palpable en California, en donde las raíces originales se han diluido y no son compensadas con las del país receptor, una rara mezcla descrita por el coloquialismo “ni aquí, ni de allá”, fenómeno válido para grupos latinos, asiáticos o africanos</p>
<p>Otra fuente de migración, ésta más compleja, es la que resulta de la fuga de habitantes en regímenes políticos se concentran en pocas manos y bajo fórmulas de tiranías que obligan a sus comunidades buscar refugio humanitario. La más dolorosa migración es la que proviene del hambre y de los efectos de fenómenos naturales de elevada destrucción. Haití y Nigeria son los ejemplos más ominosos.</p>
<p>Otra fuente de migración está asociada a los propósitos de mafias que trafican con drogas, armas y explotación sexual. Estas mafias amenazan la convivencia y ponen en riesgo a los grupos locales. Estas conductas son perseguidas, pero la capacidad corruptora les brinda el espacio para poder operar con impunidad.</p>
<p>Finalmente, y no menos preocupante, es un nuevo segmento de migrantes que están vinculados con actos de elevada criminalidad terrorista cuyo objetivo es alterar la tranquilidad de poblaciones que son blanco de ataques indiscriminados con elevados costos de vidas humanas inocentes.</p>
<p>Los gobiernos han instrumentado medidas que han resultado insuficientes. En ellas prevalece el cortoplacismo que lejos de minar esas manifestaciones provocan una espiral cada vez más dañina. Frente a enfoques localistas y reduccionistas es necesario fomentar la unión de la comunidad mundial para instrumentar medidas globales que enfrenten, solidariamente, las acciones genocidas. Las políticas concentradas en la falsa idea de protección construida sobre la idea de levantar muros será insuficiente sino se atacan las raíces de su origen que es la pobreza, la ignorancia, la corrupción y la impunidad.</p>
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