La Locura de un Hambriento

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<figure id="attachment_38047" aria-describedby="caption-attachment-38047" style="width: 300px" class="wp-caption alignright"><a href="http://laprensa-sandiego.org/etc-etc-etc/sporting-news/la-locura-de-un-…; rel="attachment wp-att-38047"><img loading="lazy" class="size-medium wp-image-38047" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2016/12/14819693026388-…; alt="Cuauhtemoc Blanco " width="300" height="199"></a><figcaption id="caption-attachment-38047" class="wp-caption-text">Cuauhtemoc Blanco</figcaption></figure>
<p>Se quiere hacer el mártir cuando fueron sus mismos pecados los que lo llevaron a ser crucificado.<br>
Sumergido en una ridícula huelga de hambre para exigir le respeten su puesto de presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco quiere hacerse la víctima del delito que él mismo cometió.<br>
Cuando en abril de 2015 fue postulado por el Partido Social Demócrata para ser candidato a la alcaldía de Cuernavaca, el ex futbolista no cumplía con el requisito de residencia que la ley electoral exigía.<br>
Para poder ser presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc debía acreditar una residencia de 10 años ininterrumpidos en esa ciudad.<br>
Claro que el astro de las canchas nunca radicó 10 años en Cuernavaca, pero aún así, aceptó la postulación.<br>
Sin saber nada de política, Cuauhtémoc vendió su imagen al Partido Social Demócrata a cambio de 7 millones de pesos, o 350,000 dólares.<br>
El inminente retiro de las canchas se acercaba para Cuauhtémoc así que en abril de 2015 aceptó la oferta del partido político y aceptó la candidatura a cambio de dinero.<br>
La popularidad que ganó como futbolista idiotizo a la mayoría de los votantes en Cuernavaca, que sin pensar en las consecuencias, le regalaron su voto a Cuauhtémoc.<br>
Es así como un hombre de escasa cultura, que nunca en su vida ha leído un libro y que jamás ha cumplido con responsabilidades de administración pública se hizo presidente municipal de Cuernavaca, una ciudad plagada de secuestros y narcotráfico.<br>
Cuauhtémoc tomó posesión de su cargo hace exactamente un año y lo primero que hizo como político fue traicionar al partido que lo llevó al poder<br>
Ya como alcalde de Cuernavaca, Cuauhtémoc hizo pública su desavenencia al impedir que gente del Partido Social Demócrata integrara su equipo de trabajo.<br>
Por el contrario, Cuauhtémoc le entregó todo el poder de decisión&nbsp; a quien ha sido su representante de toda la vida, José Manuel Sáenz.<br>
La traición de la que fueron objeto hizo que los mismos que le pagaron Cuahtémoc para ser su candidato iniciaran un juicio de desafuero.<br>
La causa principal que aducen para destituir a Cuahtémoc de su cargo es la misma exigencia que nunca cumplió como candidato al no tener un mínimo de 10 años ininterrumpidos de residencia en Cuernavaca.<br>
La semana pasada, el Instituto Electoral del Estado de Morelos determinó que Cuauhtémoc no podía ser presidente municipal de Cuernavaca por no cumplir con la exigencia de residencia.<br>
El que las autoridades electorales hayan tardado un año y medio para determinar la situación es una vergüenza y un escaldo, pero esa es harina de otro costal.<br>
El caso es que al enterarse de la resolución de la autoridad electoral, Cuauhtémoc se puso en huelga de hambre como arma de presión para que no le arrebaten la alcaldía de Cuernavaca.<br>
No cabe duda que solo un bocado es lo que separa a un corrupto de un mártir.</p>

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Leon Bravo