Armadas de México y Estados Unidos Realizan Simulacro de Auxilio Civil en Camp Pendleton

Por Marinee Zavala unnamed (2)

Las fuerzas armadas de México y Estados Unidos unieron sus fuerzas por un mes al norte del condado de San Diego, con el objetivo de incrementar su capacidad de respuesta, mejores procesos y coordinación al momento de una emergencia internacional, e incluso ataques de otro país.

Los sistemas de ayuda humanitaria son los más importantes y los que se han utilizado con mayor frecuencia en los últimos años. Estos operativos se llevan a cabo tras huracanes y sismos que han dejado sin sustento a millones de familias en el mundo para ayudar a comunidades enteras que necesitan provisiones y maquinaria a la brevedad para rescates de sus seres queridos, que permanecen bajo los escombros. De ahí aseguran que sean necesarias complejas operaciones urbanas de rescate.

“A veces tenemos los helicópteros llenos de ciudadanos que debemos evacuar. En una ocasión, teníamos a más de 40 dentro de este avión, el MI-17,  aseguró el jefe de operaciones de la segunda región naval Jesús García Molina, y planeador en los ejercicios combinados. “La noche se acercaba y tuvimos que subirlos a todos para retirarlos del lugar”.

En la unión americana, parte de estos ejercicios de apoyo a comunidades en riesgo y de combate se encuentran dentro del programa de multinacionales denominado RIMPAC. Estos se realizan cada dos años y se han convertido en una tradición de las fuerzas armadas por más de 25 años. Este 2016, cuatro países de los 26 que participaron en su edición 2016, llegaron al sur de California. Países como México, Canadá, Chile, y Estados Unidos integraron sus procesos para crear mejores sistemas de respuesta.

Durante los últimos días de estos ejercicios multinacionales, 470 miembros de la Secretaría de Marina Armada de México, y 82 elementos de la nación de Estados Unidos, realizaron técnicas tan complejas como prácticas de tiro nocturno, combate urbano, asalto a poblados con vehículos anfibios, infiltración, recuperación de unidades aéreas accidentadas y evacuaciones.

Parte de los últimos y más complejos ejercicios, fue el de lanzamientos de vehículos anfibios al mar, donde personal naval desde el buque mexicano ARM Usumacinta A-412, así como desembarcos desde patrullas interceptoras en las costas del norte de San Diego, mostraron lo mejor y los retos más grandes de llevar a cabo operaciones entre dos países distintos. “La dificultad más grande son las barreras del idioma. Sin embargo, vamos y ponemos todo de nuestra parte, para que los procesos se lleven a cabo y veamos el éxito de estos programas”, señaló Maida Zheng, vocera de la unidad expedicionaria de la marina en Camp Pendleton.

EJERCICIOS MARITIMOS

Desde las 5:30 a.m., parte de los elementos iniciaron con la preparación para los ejercicios, donde parte de los miembros de la armada mexicana se preparaban para escenarios ficticios que poco distan de la realidad en proporción a lo riguroso de sus sistemas, y el mínimo o nulo margen de error que se deja en cualquier operación.

Operaciones con intensas regulaciones, estrictos horarios y revisiones exhaustivas al armamento, se realizaron por horas. Desde las afueras, y en la parte superior de las patrullas interceptoras –una especie de lancha rápida- que llevaban al buque , era espectacular el brillo del sol en las aguas claras cercanas a San Clemente, y el paso de los delfines junto a las unidades, apenas se comparaban con la perfección de los sistemas dentro del Usumacinta. “Un reloj perfecto donde cada elemento es parte de los engranes”, señalaron parte de los siete capitanes de la armada de México que participaron en la planeación por primera vez.

Al entrar a las bodegas, uno se impresiona del espacio y de los grandes vehículos anfibios de un peso de 29 toneladas por cada cual, esta carga se dividía en dos por bandas. Aún más impresionante fue el impacto de estas grandes unidades de acero contra el mar, al ser disparados desde una plataforma en la parte baja del Usumacinta.

Las fuerzas armadas en Estados Unidos, junto a la Secretaría de Marina se mostraron complacidos con los resultados emitidos durante esta edición RIMPAC-2016, donde sin percances cientos de elementos se capacitaron ante complejos sistemas para el apoyo a la comunidad, y defensa interior y exterior de su país.

Por cielo, mar, y tierra los elementos mejoraron técnicas de camuflaje, de asistencia médica, albergues, manejo de aviones, equipos de fuerzas especiales, y el trabajo de una compañía mexicana de infantería de marina.

Aseguraron que el reto para el siguiente año, es capacitar a más elementos y doblar las cifras de personal capacitado, por si en un momento dado es requerido por la nación. Las armadas están listas para partir, operar y servir a la comunidad civil.