Por León Bravo
La historia de la selección de Islandia en la Eurocopa 2016, quedará marcada para siempre en los expedientes del torneo que cada cuatro años se efectúa en el Viejo Continente.
Con una población de apenas 330,000 habitantes, el país nórdico se convirtió en la fascinación del mundo gracias a sus futbolistas.
En Francia, Islandia llegó hasta los cuartos de final del que fuera su primer torneo oficial en su historia.
Las expectaciones de los seguidores de esta selección eran modestas. Pero conforme se fueron dando los resultados positivos, la gente se fue enamorando de esta increíble novela de la vida real.
En el partido de octavos contra Inglaterra, el 98 por ciento de la población total de Islandia vio el juego por televisión.
Esa cifra es por demás impresionante, si se toma en cuenta que un evento como el Super Bowl pasado, alcanzó un nivel de audiencia del 70 por ciento en los Estados Unidos.
En el juego de cuartos de final que Islandia perdió contra Francia, un total de 27 mil islandeses estuvieron presentes en el estadio.
Esta cifra representa el ocho por ciento de la población total de Islandia.
El resultado es descomunal. Si se entiende que el ocho por ciento de la población de los Estados Unidos quisiera asistir a un partido de su selección, estaríamos hablando de que el estadio necesitaría acomodar a 25 millones de personas.
Lo que hizo Islandia es la sorpresa más grande en la historia de la Eurocopa, comparable cuando Grecia ganó el torneo 2004, efectuado en Portugal.
Cuando el domingo se juegue la final de la Eurocopa 2016, la atención del mundo estará centrada en conocer al nuevo campeón de Europa, pero la imagen que dejó el equipo de Islandia perdurará para siempre.