Manuel Rodríguez: 30 años de Servicio

Por Katia Lopez-HodoyanM. Rodriguez 2013

Al entrar en la oficina del Jefe de Policía de National City, lo primero que uno nota son códigos policiacos que se emiten desde el escáner del radio. La segunda cosa que uno nota son las decoraciones dentro de la oficina. Detrás del escritorio está la bandera de Estados Unidos, en el fondo está una caja de cereal de Corn Flakes con la imagen de César Chávez, y a tan sólo a unos metros de su ventana, está un poster enmarcado del presidente John F. Kennedy. Queda claro que Manuel Rodríguez, Jefe de la Policía de National City, es un líder que se inspira en otros líderes.

“Me gusta mucho ésta imagen por que John F. Kennedy logró inspirar a toda una generación”, dice Rodríguez. “Hizo historia con sus discursos, cuando habló de ir a la luna dijo, ‘no hacemos esto por que es fácil, sino precisamente porque es difícil’. De eso se trata el liderazgo”.

Rodríguez entiende el liderazgo bastante bien. Fue nombrado Jefe de la Policía de National City en marzo del 2013, encabezando un departamento de 120 empleados, incluyendo 86 policías.

Pero para  llegar a este lugar, le tomó décadas. Rodríguez comenzó su carrera policiaca hace 30 años con la Policía de San Diego, donde trabajó durante 20 años. De ahí, se trasladó al Departamento de National City. En el 2005 fue nombrado Capitán, dos años después recibió una ascenso como  Asistente del Jefe de la Policía. Posteriormente, Rodriguez se autonombró jefe.

“El hecho de que sea el jefe, no quiere decir que tengo todas las respuestas”, comenta  Rodríguez. “Siempre hay que reconocer que se logra el éxito gracias a las personas que te rodean y el apoyo que brindan, desde colegas hasta la familia”.

Dentro de ese grupo, también están los maestros. Rodríguez nació en México. Cuando tenía siete años, su familia emigró a los Estados Unidos, y llegó a National City. El manejo del inglés de Rodríguez no era muy bueno, pero sus maestros no dejaron que desistiera.

“De niño se me dificultaba leer. Creo que era porque no entendía del todo bien el  idioma”, recuerda Rodríguez. “Pensaba que no era tan inteligente como los demás niños, pero en la secundaria me motivaron mucho mis maestros”.

Rodríguez asistió a National City Middle School y cursó la preparatoria en Sweetwater High, donde también fue electo como presidente estudiantil. Cuando ingresó a San Diego State University, sintió la necesidad de seguir mejorando su inglés, su nivel ya era bastante bueno, pero deseaba sobresalir.

“Generalmente la gente huye de los desafíos, porque hacen que te sientas débil” explica Rodríguez. “Pero  precisamente por esa razón, decidí tomar clases de inglés cada semestre. Necesitaba superar el reto, y a la larga valió la pena”.

Ya estando en la universidad, estudiar gestión de negocios parecía ser la opción perfecta para Rodríguez. Desde los 15 años había trabajando en restaurantes haciendo un poco de todo: Desde limpiar mesas, hasta ser gerente de una sucursal de Einstein Bagels en La Jolla. Aun asi, esto no era suficiente. Rodríguez decidió enfocarse y estudiar Administración Pública.

“Una de las cosas que me molestaba del mundo de los negocios es que es fácil corromperse y tomar ventaja de la gente”, dice Rodríguez. “Dentro del sector público, existe una infraestructura para tratar justamente a las personas”.

Estos son los valores que Rodríguez intenta inculcarle a su equipo. De hecho, tiene una lista con cuatro insignias que promueve dentro de su departamento: Servir a la comunidad, prevención de crimen, responder a la ciudadanía y ser amable.

“Dentro del departamento hay que asegurarse que los compañeros están siendo responsables”, comenta Rodríguez. “Un departamento policiaco debe ganarse la confianza de su comunidad, no es algo que llega automáticamente”.

Lo mejor de su trabajo, dice Rodríguez, es que cada día es diferente. Lo menos divertido es tener que lidiar con presupuestos y la logística administrativa, comenta  que de vez en cuando extraña patrullar las calles de un vecindario, pero por otro lado, ese ritmo de vida también tiene sus desafíos.

“Uno tiene que dedicar muchas horas extras y la mayoría de la gente no ve eso”, dice Rodríguez. “Cuando recibes una llamada [en la madrugada], debes levantarte e ir a donde sea necesario, no se puede hacer esto, sin el apoyo de la esposa y  la familia”.

Después de 30 años de servicio, Rodríguez ya encabeza el Departamento Policiaco de la misma ciudad que lo vio crecer. Tiene mucho sentido, considerando que una de sus filosofías de vida, es dejar un sitio mejor, de como lo encontró.

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