Para Ser hay que Querer

Por Leon Bravo

“Te hablo Juan, para que me escuches Pedro”.

Ese era el refrán que mi abuelita me solía decir cuando emitía un comentario, cuyo mensaje iba dirigido a otra persona. El miércoles de la semana pasada, Kobe Bryant, se retiró de las duelas después de 20 años de defender el uniforme oro y púrpura, de los Lakers de Los Ángeles.

A sus 37 años de edad, Kobe ya había entregado todo, ya había sacrificado cada parte de su cuerpo, ya había dejado el alma en cada uno de sus partidos. Tres de las últimas cuatro temporadas de Kobe, fueron un  verdadero suplicio. En la primera de ellas se desgarró el talón de aquiles, en la segunda se rompió los ligamentos de una rodilla, y en la tercera se desgarró el hombro. En esas tres instancias dolorosas, los pronósticos médicos eran que Kobe no podría recuperarse para volver a jugar.

En las tres ocasiones, la gente se equivocó y Kobe regresó, porque su corazón, su pasión y su entrega eran más grandes que cualquiera de sus lesiones.

Esta temporada, la peor en la historia de los Lakers, Kobe anunció su retiro. Llegó el momento en el que Kobe debió admitir, que el paso del tiempo le había pasado la factura, al haberse entregado al cien por ciento en toda y cada una de sus batallas.Antes de desprenderse de su uniforme por última vez, Kobe decidió que haría historia una vez más.

En el último partido de su tremenda carrera, en la que consiguió cinco títulos y estableció 19 récords en la franquicia de los Lakers, y nueve en la NBA, Kobe hizo lo que nadie esperaba. Ofreciendo una actuación maravillosa, Kobe anotó 60 puntos ante el Jazz de Utah, en una demostración que pasará a la historia como el retiro más espectacular de cualquier gran estrella en el deporte.

Hoy te hablo de Kobe, porque el mensaje de profesionalismo y de pasión por su carrera, debe de ser ejemplo para aquellos que tienen el talento para ser grandes, pero que no tienen el deseo de trascender.

Hoy te hablo de Kobe, para que el mensaje lo entienda Carlos Vela, para que lo entienda Giovani dos Santos, para que lo entienda Marco Fabián.

El mensaje es para estos tres mexicanos que en su momento, dieron a entender, ser las bases de una gran generación de jugadores, que llevaría a la Selección Mexicana a alturas insospechadas.

A diferencia de Kobe, Vela, Dos Santos y Fabián desaprovecharon sus cualidades deportivas e irse de fiesta, no cuidar su trabajo, no entregarse de manera seria a su actividad profesional.

Por la mente de estos tres mexicanos nunca pasó la idea de convertirse en los mejores del mundo, en hacer historia, en cincelar su nombre en los anales de las grandes batallas.

Vela, Dos Santos y Fabián desperdiciaron su momento, echaron a la basura sus grandes dotes deportivos, y rehusaron tomar la responsabilidad de llegar a la cima del mundo.

Vela, Dos Santos y Fabián,  son todo lo contrario a lo que Kobe fue.

Hoy te hablo de uno de los grandes atletas de nuestros tiempos, para que otros escuchen, que dejaron pasar su gran oportunidad de hacer lo mismo.

Para que alguién más recibiera el mensaje, para otra persona que estaba cerca, y fuera la que recibiera el mensaje, el miércoles de la semana pasada.

 

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