Jesse Navarro, Su Legado Como Servidor Público

POR Alexandra Mendoza
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Por más de 14 años, Jesse Navarro ha sido la voz hispana de la Fiscalía del Condado de San Diego.
Posiblemente lo has visto en televisión, leído en los periódicos o escuchado en alguna de las cientos – quizá miles – de charlas informativas que ha impartido a lo largo y ancho de la región fronteriza.

Es precisamente la experiencia de más de cuatro décadas en diversos cargos de seguridad pública y su labor comunitaria, lo que lo ha convertido hoy en día en una de las voces latinas con mayor peso en San Diego.

Pero para llegar a ello, el oriundo de Tijuana, Baja California tuvo que superar un sinfín de dificultades y enfrentar barreras que parecían imposibles. Al igual que muchos inmigrantes, Navarro llegó a esta ciudad en 1961 sin dominar el idioma ni conocer la cultura, lo que lo hizo blanco de burlas por parte de algunos de sus compañeros de clase.

Inclusive, pocos saben que su nombre de nacimiento es Jesús Navarro, pero al ser víctima de repetitivas bromas infantiles por compartir el nombre de Jesucristo (incluso recuerda cómo compañeros pasaban frente a él y se persignaban), fue que su maestra de inglés en secundaria empezó a llamarle Jesse.

“Desde entonces se me quedó el nombre y hoy en día nadie me dice Jesús, salvo uno que otro familiar que vive en el lado mexicano”, mencionó Navarro.

Lejos de dejar que comentarios racistas o discriminatorios le afectaran, vio en ello una motivación para adaptarse rápidamente y demostrar su deseo de superarse.

Previo a su graduación de la Preparatoria Hoover, un consejero estudiantil le cuestionó sobre sus aspiraciones profesionales. Sin dudarlo, confesó que su anhelo era convertirse en oficial de policía.

En lugar de apoyarlo, este asesor le recomendó elegir entre otras dos opciones para el colegio comunitario: mecánico o soldador.
Sin quererlo, su trayectoria se desvió momentáneamente en estos dos rubros, aunque nunca desistió su intención por ingresar a la academia de policía.

Finalmente en 1974, llegó la recompensa a su paciencia y arduo trabajo cuando recibió la llamada del Departamento de Policía de San Diego.

Al año de ingresar a esta corporación – tiempo en que patrullaba las calles de San Ysidro – se percató de prácticas discriminatorias para despedir a oficiales de grupos minoritarios como mujeres, afroamericanos y latinos, por lo que tomó la difícil decisión de encabezar una demanda colectiva en contra de la dependencia.

De esta manera, se convirtió en el primer oficial en la historia del Departamento de Policía en demandar a su propia corporación.
Mientras transcurría el proceso legal, Navarro llegó al Departamento del Alguacil y fue en este tiempo que se le notificó que había vencido esta lucha por defender sus derechos.

“Ganamos la demanda y yo pedí que se incluyera un acuerdo legal para que por los siguientes quince años se tuviera que reclutar, promover y hacer todo lo necesario para que entren más minorías al departamento”, detalló.
Tras dejar este importante precedente en la corporación, Jesse cerró ese ciclo profesional en 1990 para abrir una oficina de consultoría e investigación privada en la que apoyó a dependencias de seguridad de los tres niveles de gobierno y otros abogados.

Posteriormente, en febrero de 2003 recibió la llamada de la recién electa fiscal del Condado, Bonnie Dumanis, a quien había apoyado en campaña.

La procuradora compartía la visión de Jesse Navarro por cambiar la imagen de dicha oficina al hacerla más accesible a la comunidad e incorporar mayor diversidad al interior de su fuerza laboral.

Por tal motivo, lo nombró vocero de la dependencia y desde entonces, se ha dedicado a fortalecer vínculos con la comunidad y atender a la prensa de habla hispana de ambos lados de la frontera, entre otras funciones.

“El compromiso mío era que fuera una oficina que estuviera siempre abierta, que fuéramos realmente servidores públicos y que la imagen cambiara, que fuera una oficina accesible a todas las comunidades”, indicó Navarro.
Durante la actual administración, la Fiscalía del Condado ha cumplido con la contratación de personal capacitado que represente la diversidad de esta región.

A nivel administrativo, se estima que el 40%del personal es de ascendencia hispana, mientras que del total de la fuerza laboral, cerca de una tercera parte son latinos. “En ninguna otra fiscalía vas a ver esto”, subrayó el portavoz.
La labor de Jesse Navarro va más allá de su oficina – en la cual atiende decenas de llamadas diarias – ya que desde hace seis años imparte constantemente pláticas a escuelas u otros centros comunitarios sobre diversos temas de seguridad pública.

“No todo mundo puede venir aquí a mi oficina, así que nosotros tenemos la obligación de ir e informar al público”, comentó. “El hablar a nuestra comunidad en su idioma es la diferencia”.
Su cargo en la Fiscalía del Condado le ha dejado grandes satisfacciones, pero desde ahora, ya contempla opciones tras su jubilación en un par de años. Aunque tiene algunas ideas de lo que le gustaría hacer tras dejar el cargo, de una cosa sí está seguro, seguirá vinculado al servicio público.

“Esos son mis sueños, mis intenciones y tal vez va a ser la última etapa de mi vida profesional pero me siento orgulloso, tengo a mi linda esposa de 48 años, cuatro hijos y once nietos así que mi vida está llena de felicidad”.