¨También hace 100 años se inauguró el Primer Hipódromo y el Puente México¨
Por Paco Zavala
¡Ujule! Se dice fácil, pero hablar de cien años es hablar de cien años, si, eso es hace cien años nuestra amadísima Tijuana casi desaparece debido a unas tormentas provocadas por Charles Hatfield en el mes de enero de 1916.
Este mes de enero de 1916 es memorable por esta catástrofe y además porque en ese mes se abrieron las puertas del primer Hipódromo en Tijuana, el cual se encontraba ubicado a 400 metros de la línea internacional, por donde se localiza en la actualidad Pueblo Amigo y además en ese mes se inauguró el famoso Puente México, bautizado como ¨La Marimba¨, debido a los ruidos que causaba cada vez que pasaba un automóvil.
Tijuana es una ciudad asentada en un área orográfica bastante accidentada, cuenta con 38 cañones y un gran número de colinas, por lo tanto cada vez que cae una lluvia esta ciudad se ve afectada enormemente, porque hay muchas laderas de colinas en las que se localizan un gran número de viviendas sin ninguna protección en su construcción, muchas de ellas están construídas sobre basamento fabricado con llantas y otros materiales que no son aptos para asentar sobre ellos construcción alguna.
Esta historia comienza Cuando se contrata a Charles Hatfield, un hombre que durante tres años se dedicó a leer acerca de la ¨pluviculture¨, comenzando a desarrollar sus propios métodos para producir lluvia; en 1902 crea un compuesto de 23 químicos el cual es colocado en tanques galvanizados, con los que atrae la lluvia y llama a su descubrimiento ¨moisture acelerator¨.
¨1916-2016 Centenario del diluvio borró a Tijuana¨, así se tituló la conferencia que sustentaron el Profr. Flavio Ramos y el historiador José Gabriel Rivera Delgado, Coordinador del Archivo Histórico de Tijuana, evento que se realizó el pasado jueves 14 de enero en la Sala Audiovisual Rubén Vizcaíno Valencia-IMAC.
En este episodio de la historia de Tijuana, el nombre de Charles Hatfield, surge como el causante de una tormenta de tal magnitud que esta frontera quedó destuída por completo hace ya 100 años.
Después de esperar por tres años las lluvias que nunca llegaron, hace 100 años los residentes de aquellos tiempos contratan a Charles Hatfield para que hiciera llover, por la paga de 10 mil dólares. Se trataba de que la lluvia que causara este hombre con su invento fuera basta para llenar la Presa La Morena. En efecto su invento provocó la lluvia, pero fue tanta que rebasó las expectativas y destruyó el recién inaugurado hipódromo y hasta el puente ¨La marimba¨, se llevó la corriente.
Según comentó el Maestro Flavio Ramos, Charles Hatfield ¨el hacedor de lluvias¨ no solo hizo llover, sino que causó tal diluvio, que llenó todas las presas de San Diego a tal punto de que se desbordaron hasta destruir zonas adyacentes, tales como lo que era en ese tiempo San Isidro y mato a más de sesenta residentes de los llamados ¨Little landers¨. A tal grado que la gente ya no quería lluvia, le pedían que detuviera el fenómeno, pero Charles dijo: ¨No, yo prometí llenar la Presa Morena y le faltan 13 pies para llenarla¨. Hasta que no terminó de llenarla, paró de llover, pero ya se había destruido todo y nunca le pagaron los diez mil dólares, porque no se firmó contrato alguno.
Tijuana renació después de esta catástrofe de hace un siglo, como se refleja en fotografías que acompañamos a esta edición.
El Lic. Rivera Delgado, puntualizó que es importante la preservación de estos momentos históricos de Tijuana, sobre todo estos destacados momentos, porque en esa época la ciudad contaba con un promedio de un mil habitantes.
Este hecho hay que tenerlo presente, porque forma parte de la historia de Tijuana, también hay que considerar otros años tales como 1879, 1891, 1916, 1937, 1969, y 1993 años en los que nuestra querida ciudad ha sido azotada por estos fenómenos, que han dejado un lastre de muerte y desolación, todavía recordamos a 1993.
No cabe duda, que a veces somos bastante incapaces por hacer que nuestra ciudad sea atractiva de forma natural, basta ver la cuenca del Río en San Diego, el cual cuenta con ranchos, presas, parques y demás en sus riveras y nosotros lo encauzamos en un canal, el cual es un peligro para la ciudad como ya se demostró en 1993, en que para nada sirvió la canalización toda la Zona del Río se inundó y por muy poco no causa daños de proporciones catastróficas que lamentar.