La Columna Vertebral
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por José López Zamorano
Hace muchos años, cuando gestioné mi primera licencia de conducir en los Estados Unidos, decidí convertirme en un donador de órganos. No tuve que pensarlo. Fue una reacción instintiva, natural, elegir darle una segunda oportunidad en la vida a alguien más en caso de un accidente fatal.
Hoy en día, millones de personas que residen en este país son donadores de órganos. Es un auténtico ejército de voluntarios sin más comandante que una profunda convicción por el amor a la vida y por la solidaridad con el prójimo.
Las victorias de este ejército se pueden contar en miles de madres, padres, hijos o abuelos que siguen aquí entre nosotros, gracias al acto de generosidad que significó donar un órgano para dar la posibilidad de la existencia a un enfermo que de otra manera perdería la vida.
Pero las cifras también muestran que millones de personas optaron por ignorar la opción de ser donante. Quiero creer que para estas personas la reacción fue automática debido a los muchos mitos alrededor de la donación de órganos.
Uno de los principales mitos es la idea popular de que si somos donantes, los hospitales no se esforzarán por salvarnos en caso de emergencia. Nada más lejos de la verdad, pues los médicos son observantes de un juramento en el que se comprometen ética y moralmente para preservar la vida del paciente a toda costa.
Otros no lo hacen por sentirse o muy jóvenes, o muy viejos, o enfermos. Es cierto que las personas menores de 18 años requieren un permiso especial de sus padres para ser donantes de órganos. Pero no hay edad límite para donar y sólo un médico puede descartar a un donante por cuestiones de salud.
En este momento más de 100,000 personas en los Estados Unidos esperan un órgano que les pueda salvar la vida. Se estima que cada persona que dona sus órganos, puede mejorar la vida de hasta 50 personas. Y es este es el momento ideal para convertirse en parte del ejército de donadores, pues ya comienza Semana Nacional para la Concientización de la Donación en los Grupos Minoritarios.
Sin embargo, para muchos los órganos estarán disponibles demasiado tarde. Esto es particularmente cierto para los latinos, que padecemos enfermedades crónicas como la diabetes o hipertensión que afectan órganos como el riñón, el páncreas y el corazón. Nuestra demanda de órganos es más alta que para otros grupos étnicos.
Los datos confirman que ser donante es un acto de generosidad y solidaridad con la vida humana, y está lleno de beneficios. Infórmate sobre cómo convertirte en donante de órganos y súmate al ejército creciente de personas que decidió donar la oportunidad de la vida y la salud.
Para más información visita La Red Hispana.org y donaciondeorganos.gov