Washington, Caracas, La Habana, el Triángulo de la Incertidumbre

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<figure id="attachment_30604" aria-describedby="caption-attachment-30604" style="width: 300px" class="wp-caption alignright"><a href="http://laprensa-sandiego.org/featured/washington-caracas-la-habana-el-t…; rel="attachment wp-att-30604"><img loading="lazy" class="size-medium wp-image-30604" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2015/03/violenciavenezu…; alt="Violencia Venezuela" width="300" height="171" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2015/03/violenc… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2015/03/violenc… 900w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"></a><figcaption id="caption-attachment-30604" class="wp-caption-text">Violencia Venezuela</figcaption></figure>
<p>El asesinato a sangre fría y en plena vía pública de jóvenes durante las protestas estudiantiles de 2014, el encarcelamiento de los políticos de oposición Leopoldo López y Antonio Ledezma, entre otros, las amenazas contra la ex diputada María Corina Machado, el cierre de medios de comunicación social y la imposición de la censura en Venezuela, son hechos que ocurrieron en medio de una inercia inexplicable de los gobiernos del continente americano. Ahora, las sanciones de Estados Unidos contra siete funcionarios de los aparatos represivos venezolanos, y la declaración de “amenaza para la seguridad” norteamericana que podría representar Caracas, anunciadas por el presidente Barack Obama, han escandalizado a los amigos del chavismo, inclusive a los hermanos Fidel y Raúl Castro, cuya luna de miel con Washington ha caído en un estado de incertidumbre, tal vez deseado por la propia élite gobernante cubana.</p>
<p>Educado a finales de los años 80 en la escuela de formación política Ñico López del Partido Comunista de Cuba, Nicolás Maduro ha visto en las declaraciones de Obama una gran oportunidad para radicalizar aún más el proceso político que encabeza en Venezuela tras la muerte de Hugo Chávez.</p>
<p>El caos económico con la mayor inflación del Hemisferio Occidental, la desesperante escasez de productos básicos, y la inquietud de ciertos sectores de la izquierda venezolana, que ya reflejan públicamente sus desacuerdos con Maduro, se habían convertido en los últimos meses en los engranajes de una fractura política de resultados impredecibles. Si el inquilino de Miraflores logra o no capitalizar el anuncio de Obama para unir a la izquierda de su país, es algo que está por ver.<br>
Lo cierto es que Venezuela está sumida en una crisis de gran magnitud que en el siglo XXI, en medio de una economía globalizada y digitalizada, no se puede aliviar con la habitual retórica marxista ni con las tácticas radicales de manipulación de masas que enseñan en la Ñico López.</p>
<p>En estos momentos, Venezuela exporta el 43% de su petróleo a Estados Unidos, pero esa cantidad representa aproximadamente solo el 5.8% del crudo que el gigante del norte consume. Aun así, en 2014, Venezuela exportó hacia Estados Unidos 30 mil 219 millones de dólares en bienes, lo cual mantiene todavía al país suramericano como uno de los principales socios comerciales de Washington en la región, inclusive por encima de aliados tradicionales como Colombia.</p>
<p>Pero no hay que engañarse, el comercio entre ambos países se ha desplomado en casi 50% respecto a lo que era hace 10 años, algo que tiene un efecto peor con el derrumbe de los precios del combustible, y Estados Unidos puede comprar en cualquier otra parte lo que compra actualmente en Venezuela.</p>
<p>La otra mala noticia para Caracas es que, según expertos en materia petrolera, Estados Unidos camina apresuramente hacia la autosuficiencia energética, algo que podría lograr plenamente hacia 2025. Además, las sombras de la Gran Recesión que golpeó a la primera potencia del mundo a partir de 2008 se han esfumado de manera lenta pero aplastante. El desempleo norteamericano que llegó al 10% a finales de 2009 se redujo al 5.6% y va camino del 5% que representaba antes de la crisis. El nivel de pobreza que subió a 16%, ahora se encuentra en 14.5% y muy pronto podría estar otra vez en el 12.3% de 2006.</p>
<p>¿Tiene Nicolás Maduro alguna respuesta concreta para revertir la crisis económica de su país como Washington ha revertido la suya, con otros socios? No la tiene. No la hay. Sus aliados cubanos entienden este punto mejor que nadie. A pesar de sus relaciones comerciales con 180 países del mundo en los que pueden adquirir lo que necesitan a precios más bajos que los de Estados Unidos, los aliados cubanos de Maduro están pidiendo a gritos la suspensión del embargo comercial impuesto a su país hace más de cinco décadas. No porque deseen el fin de esa excusa que han tenido hasta ahora, sino porque necesitan sobrevivir. Para desgracia de los radicales que asistieron a la Ñico López, entre ellos Maduro, en esa escuela no se imparten clases de matemáticas básicas, mucho menos sobre los fundamentos de la economía real y sus efectos en la política.</p>
<p>Y a propósito de Cuba, ¿en qué punto se encuentra la normalización de relaciones entre Washington y La Habana? El anuncio oficial de esta noticia fue hecho por Obama y Raúl Castro el 17 de diciembre de 2014.</p>
<p>Desde entonces, no ha sido posible siquiera abrir las embajadas luego de dos rondas de conversaciones. Algunos entusiastas dicen que esa apertura podría ocurrir antes del 15 de abril. Sin embargo, en estos últimos tres meses han ocurrido ciertas cosas que ponen en tela de juicio el avance de las negociaciones. Primero, el general Castro anunció que la devolución de la Base Naval de Guantánamo a Cuba y la indemnización por los daños sufridos por la economía cubana a causa del embargo, son ingredientes sustanciales de la normalización. Estados Unidos ya respondió que ninguno de los dos temas está en la agenda de discusión.</p>
<p>Después, Mariela Castro, hija del general, y el propio Fidel Castro han dicho que Estados Unidos se propone usar una nueva táctica para lograr el mismo objetivo: provocar cambios en el sistema político cubano, algo que ellos se encargarán de que no ocurra. Y por último, la respuesta oficial de Cuba ante las sanciones norteamericanas a funcionarios venezolanos fue su “apoyo incondicional” al chavismo. Para redondear ese apoyo, Fidel Castro personalmente escribió una breve carta a Maduro en la que lo felicita por su “brillante y valiente discurso frente a los brutales planes del Gobierno de Estados Unidos”, discurso en el que líder chavista pidió a la Asamblea Nacional poderes especiales para combatir la crisis creada por el anuncio de Obama. ¿Más represión? ¿Más muertes de estudiantes? ¿Más cierre de medios y censuras?</p>
<p>Sin dudas, el anuncio de Obama ha levantado el sonido de tambores de guerra, otra vez, en Cuba y Venezuela con el desgastado argumento de la no intromisión en los asuntos internos de los países, principio que ha sido aprovechado con creces por dictadores y hasta por gobernantes democráticos latinoamericanos, para que se les permita hacer de las suyas sin escrutinio alguno.</p>
<p>En Estados Unidos, la gente ve la política de otra manera. La opinión pública parece estar más interesada en los correos electrónicos oficiales que Hillary Clinton recibió en su dirección privada y no en la que tenía en el Departamento de Estado, cuando era titular de la cancillería, y en los brutales actos del grupo terrorista Estado Islámico. Esto por citar algo de política, porque en realidad la atención del país del norte está puesta básicamente en los 200 millones de iPhones que Apple vendió en 2014, en la llamada neutralidad de internet, en las últimas dietas que enriquecen la nutrición, y en las ofertas más recientes de Netflix.</p>
<p>Por el momento, esta nueva crisis ha colocado las relaciones entre Washington, Caracas y La Habana en una especie de triángulo de la incertidumbre. El 10 y 11 de abril, se celebrará en Panamá la séptima Cumbre de las Américas. Tal vez allí se vea alguna luz al final del túnel. Luz que casi nadie en su sano juicio, se atreve a pronosticar, mientras que otros se preguntan si en realidad el túnel tiene un final.</p>
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Jesus Hernandez Cuellar