LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero
Es cierto que estamos mejor de lo que estaríamos en muchos países del tercer mundo; esa es la realidad para la mayoría de inmigrantes, por eso estamos aquí.
Pero la verdad, la verdad es que deberíamos, en justicia, estar mucho mejor.
Nuestra comunidad, la hispana, lleva desventaja en muchos rublos, y el problema es, que de seguir así, no es gran cosa lo que le espera a nuestros hijos, a propósito de la herencia hispana.
Cerrando el mes en el que celebramos lo que somos, lo que nos identifica, lo hemos significado en la prosperidad y el desarrollo de este país, es justo hacer un balance.
Ya hemos hablado de la discriminación de la que somos víctimas con bastante más frecuencia de la que cualquier comunidad debe tolerar. Y hemos hablado también de las desventajas económicas que afectan a muchos de los nuestros, sobre todo a aquellos que deben permanecer en las sobras, a pesar de ser tra-bajadores honestos y dedicados por aquello de la reforma que no ha sido.
Y claro, hemos hablado de la reforma que aun esperamos que sea, y hasta ahí, la balanza no nos favorece y en asuntos de educación y prevención en salud tampoco salinos ganando.
Y las últimas noticias no son tampoco alentadoras, para cerrar con broche de oro las celebraciones del mes de la herencia hispana, el Centro de Investigaciones Pew nos revela que uno de cada cuatro hispanos carece de seguro de salud.
Ese es el 25 por ciento de los hispanos, lo que significa, para ser claros que el 25 por ciento de los hispanos carece de seguro de salud. Esa es la tasa más alta en comparación con los demás grupos demográficos. Otra vez salimos ganando en desventaja.
No es que el dato sea muy sorpresivo que digamos, venimos de desventaja en desventaja, pero nos ilustra muy bien la realidad a la que estamos expuestos. La realidad que los políticos que elegimos siguen avalando con su falta de acción.
De acuerdo con el informe expuesto por el Centro de Investigaciones, datos recientemente revelados por el Censo, dan cuenta, además, de que los inmigrantes hispanos tienen dos veces más posibilidades de no tener acceso a seguro de salud que los hispanos nacidos en Estados Unidos.
Los datos son frescos, están fechados en marzo de este año y revelan además que el 14 por ciento de la población estadounidense no tiene seguro de salud.
Entre los hispanos que no tienen seguro, 7 millones son inmigrantes y 6 nacieron en Estados Unidos. ¿Qué quiere decir eso?
Que no es gran cosa la diferencia entre los hispanos que han venido y los que han nacido aquí, cuando de desventajas se trata, claro.
Otro dato, cerca de la mitad de los inmigrantes hispanos que no son ciudadanos americanos carece de seguro de salud. Ni que decir de aquellos que no han podido ajustar su estatus.
De nuevo, ¿Qué significa eso? Significa que nuestra población no tiene acceso a medicina preventiva, a información especializada y culturalmente correcta sobre los riesgos que enfrenta su salud.
Significa que careciendo de acceso a medicina preventiva, nuestra comunidad es mucho más proclive a padecer de enfermedades cardiacas, diabetes e hipertensión, para citar solo algunas de las enfermedades que tienen relación directa con el estilo de vida y la alimentación en general.
Y significa también que muchas familias hispanas padecen por la falta de atención médica y, lo que es peor, por el miedo de necesitarla. Esa es nuestra realidad. La que solo podremos cambiar en las urnas, claro si sabemos bien a quien darle nuestro voto y pensamos bien en la herencia que queremos dejarle a nuestros hijos.