Cambalache Político Infantil

México del Norte
Por Jorge Mújica

Por más que le doy vueltas, no puedo evitar pensar que la famosa “crisis humanitaria de la frontera” es en realidad una pirinola que cayó con el “toma y daca” para arriba.

Es muy curioso que acá en mi rancho, por ejemplo, el Alcalde Chicago, reconocido anti-inmigrantista desde sus tiempos de asesor de Bill Clinton en la Casa Blanca y luego Jefe de Gabinete de Obama, esté ofreciendo “refugio para hasta mil de los niños centroamericanos que cruzaron la frontera sin sus padres”. Rahm Emanuel dice que “el flujo de niños de Guatemala, Honduras y El Salvador es una crisis humanitaria que no podemos ignorar”. A la mejor a los niños mexicanos sí, porque ni los mencionó, pero a los demás hay que “poner de nuestra parte para asegurarles acceso a los servicios y un tratamiento humano y justo”.

Contrasta su ofrecimiento con los memos que le escribió a su amigo y mentor Bill Clinton hace 12 años, recomendando crear un programa para deportar a los “criminales ilegales” (hecho realidad bajo Barack Obama ), para “dar el aspecto de una actitud contra el crimen tan fuerte como la del Partido Republicano”. Recomendaba, en particular, “alcanzar un número récord de deportaciones” (también realidad bajo Obama).

Ahora, Emanuel propone “alistar vivienda antes de fin de año para ayudar al Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHHS)”. Hay que resaltar que los niños “debían” estar bajo cuidado del DHHS según la ley contra el Tráfico Humano firmada por George Bush el 20 de noviembre de 2008, pero están hacinados en nueve campos militares en la frontera y lo que Obama quiere es deportarlos a fotos.

Para no perderse el chance de ganarse una lana, también la Arquidiócesis Católica dice que se puede hacer cargo de los niños a cambio, claro, de una lanota mensual (hasta de 3 mil dólares por niño), similar a lo que ahora cobran en sus orfanatos.

Y mientras tanto, Obama sigue diciendo que “al final de verano” (justo a tiempo para volver a ganar el voto latino en las elecciones de noviembre), usará sus poderes ejecutivos para darle un estatus de deportación diferida, igual al DACA de los “dreamers”, a los papás de los jóvenes o a los padres de hijos ciudadanos.

Política Sin Cambalaches

Continuando su línea dura, pero más honestamente y con menos mentiras pero también para ganar votos en noviembre mostrándose “duros” con la inmigración, los Republicanos no se tientan el corazón respecto a la famosa “crisis humanitaria”.

En solo dos semanas, propusieron cuatro iniciativas en la Cámara de Representantes para lidiar con los niños.

Empezó el embate el Republicano de Texas Randy Weber, con la iniciativa HR5014, “Ley de Responsabilidad 2014 por la Entrada Ilegal”, en la que pide la “suspensión de la ayuda exterior a México, Honduras, Guatemala y El Salvador, excepto para control de drogas, y volver a darla solo si toman ‘suficiente acción para impedir el cruce de la frontera por sus ciudadanos”.

A los diez días, el Republicano Matt Salmon de Arizona propuso la HR5053, “Ley 2014 de Reunificación Familiar Expedita”, modificando lo que Bush firmó en 2008, que extiende la deportación express (ahora reservada a los mexicanos), a todos los menores excepto si demuestran ser víctimas de tráfico de personas, y faculta a la Secretaría de Estado a firmar tratados con Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemal, Honduras, Nicaragua, Panamá y otros países para aceptar a su chamacada deportada.

Al otro día el Republicano Ken Calvert, de California, propuso la HR5079, también modificando la ley de Bush, para hacer exactamente lo mismo, con el mismo texto. A la mejor no se lleva bien con Salmon y no se hablan.

A los dos días, para rematar, el Republicano Jason Chaffets de Utah, estado que no tiene fronteras más que con reservaciones indias y con los mormones, propuso la HR5137, pidiendo el mismo tipo de tratados para los deportados, extiende la deportación express a todos los niños excepto los cubanos que lleguen en avión (así, literalmente), prohíbe que el gobierno pague abogados defensores para los chavos, pone más requisitos par hacer una petición de asilo, limita la libertad condicional humanitaria bajo palabra, prohíbe a la Secretaría de Estado conceder tal libertad excepto en casos que merezcan el asilo y autoriza que la Secretaría de Estado denomine a “grupos pandilleros” y “encarcele a todos sus miembros, sin concederles asilo, refugio o estatus juvenil especial”.

Como quien dice, aunque alguien dé el pitazo contra una pandilla, por pandillero está fregado. Finalmente, prohíbe “darle asilo a cualquier niño que pueda ser deportado con seguridad a su país de origen”.

Con sus propuestas perderán lo que les quedaba de voto latino, pero les vale. Fortalecerán el voto derechista anti-inmigrante. Todo es cosa de votos…

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