Por Abel Astorga Morales
Han trascurrido más de diez meses ya, desde que diversos grupos de ex braceros anunciaron el inicio la “Marcha Histórica por una Deuda Histórica”, a desarrollarse principalmente en Estados Unidos. A finales de agosto del año 2013, miles de ex migrantes partieron simultáneamente de Los Angeles y la Ciudad de México, con destino a Washington y Nueva York, con el objeto de iniciar esta Marcha y con ella promover una serie de iniciativas que tienen como finalidad lograr que se les pague a los ex braceros.
A tal grado a llegado la inconformidad de los viejos ex migrantes tanto en México como en Estados Unidos, que día con día se incrementa el repertorio de movilizaciones utilizado para defender sus derechos, y buscar la restitución de los ahorros que les fueron descontados mientras trabajaron en el Programa Bracero.
El principal grupo promotor de la Marcha, es la Alianza de Ex Braceros del Norte, 1942/1964, coordinada por Rosa Martha Zárate Macías. Dicha movilización, al igual que otras realizadas en el último par de años por los ex braceros, fue producto de la inconformidad que causaran las disposiciones del nuevo ejecutivo federal mexicano. Ciertamente, desde el año 2006 se pusieron en marcha los pagos de 38 mil pesos otorgados por el Fideicomiso de apoyo social. Dichos pagos se llevaron en un contexto dominado por la insuficiencia de presupuestos aprobados, la lentitud de las entregas, y por otro lado, las inconformidades de diversos grupos de ex braceros, que no dudaron en manifestarse ante las acciones del gobierno que -ellos consideraban- iban en detrimento de sus derechos.
Pero ninguna acción resultó tan negativa para ellos, como la realizada por el nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando dejando ver su poco criterio e interés por resolver esta problemática, se excluyó a las partidas presupuestales para el pago a ex braceros, del Presupuesto de Egresos 2013 y del de 2014. Es decir, la ley del apoyo social que gracias a sus manifestaciones los ex migrantes lograron aún en 2005 durante el mandato de Vicente Fox, y que operó durante el sexenio de Felipe Calderón, fue violada por el nuevo ejecutivo federal, al detener los pagos, y no respetar la oportuna operación del Fideicomiso.
En este contexto se inserta la “Marcha Histórica por una Deuda Histórica”, misma que desde que se desarrolla en agosto de 2014 hasta la actualidad, ha promovido significativas acciones de lucha, y ha alcanzado el apoyo de diversos actores sociopolíticos en Estados Unidos.
En 2013 por ejemplo, en el Consulado de México en Nueva York, y en el de Washington, D.C., se realizó la entrega de documentos dirigidos al presidente de México, Enrique Peña Nieto, y a la Cámara de Diputados, donde los inconformes se manifestaban ante la exclusión de los presupuestos de egresos de 2013 y 2014. También en septiembre de 2013, los integrantes de la Marcha Histórica interpusieron una queja ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Washington, D.C. En el mismo mes, hicieron lo propio en Nueva York, ante la sede central de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); y por si fuera poco, los organizadores de la Marcha, incluso tuvieron la intención de presentarse personalmente ante el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Dichas acciones han resulta importantes, si consideramos que la lucha de los ex braceros, desde que inició en 1998, ha tenido menos promoción en Estados Unidos que en México. Se estima que en este país menos del 15 por ciento de los ex braceros se ha registrado para recibir el pago del apoyo social.
Por lo tanto, las movilizaciones como la Marcha Histórica, promueven la participación activa de diversos actores sociales en Estados Unidos, y engrosan las filas de esta movilización integrada mayormente por personas de la tercera edad. En definitiva, esta movilización ha creado grandes expectativas de que se logre justicia para el ex bracero, no obstante, sus verdaderos alcances aún están por verse. Hasta el día de hoy, podría considerarse que el balance es positivo. En primer lugar, por el hecho de haber adherido a miles de ex migrantes inconformes, y prolongar así la protesta de los ex braceros. Además, gracias a sus movilizaciones, han logrado entrevistarse con diversos congresistas de varios estados de Estados Unidos, y ser apoyados por algunos de ellos. Asimismo, han recibido el apoyo de importantes organizaciones sociales de inmigrantes de este país.
En suma, no sólo en México los ex braceros son activos manifestantes, sino que en Estados Unidos, el país al que llegaron a trabajar entre 1942 y 1964, sus acciones han prolongado y diversificado su protesta social.