Maquiavelo: “Nunca saquees tu pueblo”

Comentario:
Por Humberto Caspa, Ph.D.

Nicolás Maquiavelo es uno de los filósofos clásicos más importantes y uno de los más malentendidos. En su libro seminal, El Príncipe, Maquiavelo recomienda a su protector, Lorenzo de Medici, gobernante de Florencia, Italia: “El fin justifica los medios”. Es decir, puedes hacer lo que quieras con tal de llegar al poder.

En este sentido, muchos pensaran que Bashar al-Asad, dictador de Siria, está siguiendo las recomendaciones de Maquiavelo. Bashar al-Asad no simplemente ha reprimido a su país por muchos años, sino que re-cientemente utilizó el gas sarín para controlar la insurgencia que buscas su pellejo.

Su padre, Hafez al-Asad, también fue uno de los líderes más brutales durante su estadía como presidente de Siria. El sadismo de su progenitor vive en la mente de Bashar al-Asad. No solo es un mal sicológico sino que su fijación con la muerte parece que está encarnado en su organismo biológico.

Recientemente los comisionados de la Organización de las Naciones Unidas corroboraron la utilización de gas sarín en un ataque contra los rebeldes. Los países del mundo, a excepción de Rusia e Irán, condenaron la acción de Bashar al-Asad.

Nicolás Maquiavelo se uniría también a esa condena. Su famosa frase, “el fin justifica los medios”, tiene un condicionante importantísimo que regularmente no es evaluada por analistas políticos superficiales y los medios de comunicación.

En El Príncipe, Maquiavelo también nos comenta que un rey nunca deberá “saquear” a su pueblo. Es decir, el rey está en el poder gracias al apoyo de las nuevas poblaciones (el pueblo) que fueron ocupando las ciudades más importantes de Europa durante en el Siglo XV y XVI.

Durante estos siglos, Francia, Inglaterra y España se habían transformado en Estados capitalista modernos. Los feudos se habían debilitado gradualmente debido al crecimiento de las nuevas ciudades comerciales y capitalistas.

La Italia de Maquiavelo, a diferencia de los tres Estados mencionados, vivía dividida en cinco principados y se encontraba en plena decadencia. No existía estado de Derecho, la corrupción, la delincuencia, la prostitución, las matanzas, entre otros males sociales, eran el pan de cada día.

Para Maquiavelo, la única salvación de Italia era unificarla a través de un Estado Absolutista y con la dirección de un solo líder, un Rey de la gente. Por eso escribe su libro El Príncipe. Quiso enseñar a los Medicis a unificar Italia.

Los gobiernos Absolutistas existían gracias al apoyo de las nuevas poblaciones en las ciudades capitalistas modernas (Londres, Paris, entre otros). Fue esta nueva clase social capitalista moderna quienes dieron poder al nuevo Rey, en detrimento de la Iglesia Católica y los Nobles.

Por consiguiente, el nuevo rey nunca debe abusar, robar, ultrajar (saquear), a quienes precisamente fueron motivo de su llegada al poder.

Bashar al-Asad “saqueo” a su gente por muchos años. Hoy está pagando el precio por su crimen. Sus días en el poder están contados. Es cuestión de tiempo.

Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Economics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com

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