El tiempo de las garrapatas

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

El verano y las actividades al aire libre traen consigo mucha diversión, pero también algunos peligros. Parásitos indeseables y transmisores de enfermedades como las garrapatas pueden causarnos serios problemas.

Estos parásitos que se alimentan de sangre, son portadores de distintas enfermedades infecciosas; por eso, es fundamental, que tomemos las medidas necesarias para mantenerlos lejos de nosotros.

Use insecticida. Si va estar en una zona campestre o en un lugar de amplia vegetación el repelente debe ser su compañero inseparable.

Los riesgos de ser alcanzado por uno – o varios – de estos desagradables ácaros aumentan cuando realizamos actividades en el jardín o nos vamos de camping.

Entre las enfermedades que podemos desarrollar si somos víctimas del acecho de una garrapata están la anaplasmosis, la babesiosis, la enfermedad de Lyme, la fiebre mucosa de las montañas rocosas, la enfermedad eruptiva de las garrapatas y la tularemia.

Entre los síntomas que se presentan con estas enfer-medades están los dolores articulares o musculares, rigidez del cuello, dolor de cabeza, fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos. De percibir alguno de estos síntomas la recomendación de los Centros de Control de Enfer-medades – CDC – es que acudamos al médico cuanto antes.

Aunque muchas picaduras son inofensivas, tenemos que tener muy claro que pueden transmitir enfermedades tan graves como la enfermedad de Lyme, una infección que de no tratarse puede llegar a las articulaciones, el corazón y el sistema nervioso o la Fiebre Mucosa de las Montañas Rocosas que puede llegar a causar la muerte, de no ser tratada a tiempo.

Así que si no queremos pasar por la molesta situación de tener que arrancarnos una garrapata de la piel, debemos saber donde pueden encontrarse y ser precavidos. Las garrapatas pueden estar presentes incluso en zonas urbanas donde haya vegetación y arbustos. Es recomendable que evitemos atravesar esas zonas.

Una garrapata puede esperar meses, agazapada en un árbol o una rama, por el cálido hogar que le suministre la sangre que necesita para vivir feliz. Seguro que usted no quiere ofrecerse como volun-tario así que cuando decida irse de excursión use además del repelente, botas, medias, camisas de manga larga y ropa en general que proteja su piel del contacto directo con estos insectos.

Cuando regrese a casa, revise su ropa y asegúrese de que no traiga ningún huésped indeseable, en cualquier caso, es recomendable secarla a altas temperaturas por al menos una hora.

Haga lo mismo con su cuerpo, báñese. Se ha demostrado que la ducha reduce sus posibilidades de adquirir la enfermedad de Lyme y puede ayudar a eliminar las garra-patas que no se hayan aferrado a su piel, revísese con atención, recuerde que pueden ser muy pequeñas. Sus lugares preferidos suelen ser los más calidos, así que es recomendable que busque bajos los brazos, dentro y alrededor de las orejas, en el ombligo, detrás de las rodillas, en la cabeza o cerca de ella, entre las piernas y alrededor de la cintura.

Si encuentra una, retírela tan pronto como pueda, hágalo con unas pinzas y trate de jalarla tan cerca de la piel como le sea posible. Evite presionar el cuerpo de la garrapata hasta hacerla explotar, esto puede hacer que entren a su cuerpo sustancias infecciosas.

Esté atento a los síntomas ya mencionados durante los días y semanas posteriores a la picadura. Las posibilidades de desarrollar las enfermedades transmitidas por estos insectos dependen de varios factores, pero no juegue con salud, vaya al médico y si tiene mascotas, siga las instrucciones del veterinario para protegerlos a ellos y a su familia.