El estilo de vida del sur de California tiene mucho que ofrecer. Los residentes del condado de San Diego disfrutan vivir en ciudades que tienen buen clima a traves del año, playas hermosas, parques, rutas de senderismo, restaurantes de buena calidad e instituciones educativas de calidad que producen en la investigación innovadora en la ciencia y la medicina.
Mientras San Dieguinos tienen muchas cosas que agradecer. La exposición no deseada a humo de segunda mano no es uno de ellos, especialmente en los lugares de adoración. El proyecto “Smoke-Free For All San Diegans” (SFASD) en Caridades Católicas Diócesis de San Diego cree que los lugares de adoración son importantes para crear resultados positivos en la comunidad, especialmente en materia de salud públicos. Es por esto que este proyecto apoya a los líderes de la fe en San Diego a designar voluntariamente espacios y eventos libre del humo de segunda mano.
El humo de segunda mano es una combi-nación del humo exhalado por la persona fumando un producto que contiene tabaco como un cigarro, y del humo que sale de la punta del cigarro. El humo de segunda mano contiene amoníaco, formaldehído, butano, plomo, arsénico, benceno y otras cosas toxicas y químicos que pueden causar cáncer. San Dieguinos siguen siendo vulnerables a la exposición al humo de segunda mano en el hogar, en el trabajo, en el centro comercial y en otros ambientes interiores y exteriores. Familias que viven en propiedades de unidad individual o unidades múltiples pueden estar expuestas a humo del cigarro por parte de los vecinos. Los clientes de restaurantes están expuestos involuntariamente al humo de cigarrillo de los clientes y los patios al aire libre y los transeúntes deben respirar el humo toxico de un desconocido que se acerca a un lado largo en la vía pública mientras se fuma un cigarrillo.
Las organizaciones de la fe son partes importantes de la comunidad. Pueden proveer una riqueza de programas sociales, de salud, recuperación y de educación para individuos de la congregación y para los de afuera. No podemos ignorar que alrededor de cuatro millones de Californianos fuman y que el tabaco sigue siendo la primera causa de enfermedades prevenibles, de discapacidad y muertes en los Estados Unidos hoy. Hemos hecho avances para proteger millones de los peligros del humo de segunda mano. El estado de California fue el primer estado en pasar en 1995 una ley que prohibe el fumar dentro de ciertos negocios. Este mismo estado tambien prohibió el fumar en bares en 1998 y en el 2008 prohibió el fumar en un vehículo con alguien menor de la edad de 18. Mientras que estos acontecimientos son buenos, y sirven como un buen modelo para el resto de la nación, la importancia de limitar el humo de segunda mano no para allí. El impulso para mejorar continúa.
Una encuesta de más de 300 residentes de la comunidad fue conducido por Smoke-Free for All San Diegans en el 2011 nos enseña que los San Dieguinos están fuertemente a favor de tener espacios libres del uso del humo de segunda mano.
Alrededor del 85% de los que participaron en la encuesta que se llevó a cabo en cinco eventos de la comunidad indicaron estar en favor de tomar medidas que prohibieran el fumar en los espacios y eventos de una organización de fe. 86% de los que tomaron la encuesta contestaron que el fumar debería estar completamente prohibido en lugares de adoración. Por tres años Smoke-Free for All San Diegans ha apoyado a líderes de veintiún organizaciones para adoptar medidas voluntarias para ser libre del humo de segunda mano en sus espacios y eventos. Esta reducción ha impactado alrededor de nueve mil cuatrocientos miembros. Smoke-Free For All San Diegans apoya a las congregaciones para plantarse en contra del fumar, y otras formas de usar el tabaco porque las comunidades se merecen algo mejor que el riesgo del cáncer del pulmón, enfermedad del corazón y otros efectos del respirar humo del cigarro de otra persona. Por favor llámenos al (619)287-9454 para aprender más acerca de este proyecto y los esfuerzos que hacemos para salvar vidas.
Este artículo se hizo posible gracias a los fondos recibidos del Departamento de California de la Salud Pública, Sección de control del tabaco #10-10204