Salvada de un dolor “insoportable”, una mujer aboga por Obamacare

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<strong>New America Media</strong></p>
<figure id="attachment_19973" aria-describedby="caption-attachment-19973" style="width: 300px" class="wp-caption alignright"><img loading="lazy" class="size-medium wp-image-19973" title="v_sundaram_acayouth_500x279" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2012/11/v_sundaram_acay…; alt="" width="300" height="167" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2012/11/v_sunda… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2012/11/v_sunda… 500w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"><figcaption id="caption-attachment-19973" class="wp-caption-text">Natalie Jill Hamingson</figcaption></figure>
<p>La cirugía de emergencia que le salvó la vida a Natalie Jill Hamingson hace tres meses para quitarle la vesícula que estaba inflamada podría haberle costado por lo menos $49.000, si no se hubiera aprovechado de una disposición de la ley de reforma de cuidado de salud – la llamada Obamacare. Ella es uno de los millones de adultos jóvenes, según estudios recientes, que de otro modo habría carecido de cobertura de salud o tenido la opción desalentadora de planes privados de salud costosos.</p>
<p>La cirugía de Hamingson fue la culminación de más de dos años de dolor, la mayoría de las veces “insoportable”, dijo.</p>
<p>Hubo cuatro visitas a la sala de emergencia, algunos diagnósticos erróneos por parte de médicos generales y especialistas y una serie de análisis de sangre y revisos, todas las cuales pudieran haber enterrado a su familia en la deuda. Salvo que bajo la Ley de Atención Médica Asequible de 2009 (ACA por sus siglas en inglés), Hamingson pudo continuar en el plan de seguro de salud de su padre.</p>
<p>“Estos meses de dolor y las visitas al hospital han sido una prueba dura, pero al tener un seguro de salud lo ha hecho más fácil para mí”, dijo Hamingson de 24. Y añadió: “Para que [Mitt] Romney diga que la ley de cuidado de salud no sea importante y que la sala de emergencias sea una opción para las personas sin seguro es una broma”.</p>
<p>Hamingson comparte su historia con todos los que quieran escuchar. Ella admite que antes de su enfermedad era un poco ignorante de la ley de cuidado de salud que el Presidente Obama convirtió en ley en marzo de 2010, pero ahora es una defensora ferviente de la misma.</p>
<p><strong>“Tranquilidad para padres”</strong></p>
<p>La disposición de la ACA que permite a la gente como Hamingson a unirse o permanecer en los planes de salud de sus padres hasta que cumplan 26 proporciona “atención para millones de jóvenes adultos, y la seguridad financiera y tranquilidad para los padres”, observó Anthony Wright, el director ejecutivo de Health Access.</p>
<p>Anteriormente, los padres sólo podían cubrir a sus hijos hasta que cumplieran los 19 años, a menos que fueran discapacitados, o hasta su 24 cumpleaños, si estaban inscritos en la universidad a tiempo completo. Ahora, bajo ACA, los adultos jóvenes de hasta 26 años pueden permanecer en el plan de sus padres incluso si están fuera de la escuela, casados o viven por su cuenta, si no pueden obtener un seguro de salud a través de un empleador.</p>
<p>Una encuesta realizada por la Fundación Commonwealth, una de las principales fuentes de la investigación sobre el cuidado de salud, mostró en junio que el 13,7 millones de adultos jóvenes de entre 19 y 25 años se quedaron o se unieron a los planes de salud de sus padres en los 12 meses que finalizaron en noviembre de 2011. Esto incluyó 6,6 millones que probablemente no hubieran sido capaz de hacerlo antes de la aprobación de la ACA.</p>
<p>Sólo en California, 350.000 jóvenes se han beneficiado de la prestación de atención ampliada, dijo Wright.<br>
Al tiempo que Hamingson se unió al plan de seguro de salud de su padre en enero de 2010, había estado “con seguro, sin saberlo” durante casi seis meses después de que se graduó de la Universidad de California, Los Angeles, debido a una falta de comunicación con el departamento de recursos humanos en la compañía de su padre. Por suerte, ella estaba sana durante gran parte de ese período.</p>
<p>Pero alrededor de la Navidad de 2009, Hamingson experimentó un “dolor agudo” en la parte superior y derecha de su abdomen. El dolor, dijo, terminó a las pocas horas. Su médico le dijo que el dolor probablemente era un efecto secundario de los medicamentos que había estado tomando por una infección sinusal.</p>
<p>“Pasé varios meses sin dolor después de eso”, dijo Hamingson, que vive con su madre divorciada en Sherman Oaks, un suburbio de Los Angeles.</p>
<p>Ella volvió a su búsqueda de trabajo, pero casi no encontraba nada. Los puestos de trabajo a tiempo parcial que conseguía no pagaban bien, y ninguno ofrecía seguro de salud.</p>
<p>Luego, en septiembre de 2011, después de un severo ataque de dolor abdominal, la joven vio a un gastroenterólogo en Nueva York, donde había conseguido un trabajo de medio tiempo como camarera de restaurante. Una endoscopia y una imagen médica reveló que tenía discinesia biliar (movimientos anormales de la vesícula biliar). El gastroenterólogo le dijo que debería de quitarse la vesícula biliar.</p>
<p>Debido al tipo de seguro que tenía, “hubiera tenido que pagar cargos de fuera de la red” en el hospital de Nueva York, dijo Hamingson.</p>
<p>Eso, más la necesidad de estar cerca de su familia, la trajo de vuelta a Los Angeles, donde el gastroenterólogo que consultó le dijo que podría ser que la cirugía no funcionara. Inicialmente, Hamingson trató la acupuntura, la cual estaba cubierta por su plan de salud.</p>
<p>“Parecía funcionar por un tiempo”, dijo.</p>
<p>Eso llevó al gastroenterólogo a pedirle a permanecer en el régimen de acupuntura incluso después que el dolor abdominal regresó el pasado mayo.</p>
<p>“Recordándolo, era asesoramiento completamente defectuoso”, dijo Hamingson.</p>
<p><strong>Visita a la sala de emergencia</strong></p>
<p>El 27 de julio Hamingson se desplomó con dolor y fue llevada a una sala de emergencias desde su trabajo en un restaurante italiano. Terminó en la sala de emergencia tres veces en 24 horas. Las dos primeras veces, el personal de la sala de emergencia la dieron de alta con medicamentos para el dolor.</p>
<p>“La gente de la sala de emergencia sólo están capacitados para triage y conseguir un control sobre el dolor, no para diagnosticar”, dijo Hamingson.</p>
<p>Fue sólo después del tercer ataque de dolor prolongado que un cirujano decidió sacarle la vesícula con cirugía laparoscópica mínimamente invasiva. Cuando salió, el cirujano le enseñó que tan dañada y llena de cicatrices estaba.</p>
<p>Ahora, totalmente recuperada, Hamingson volvió a su búsqueda de empleo, pero se preocupa por su madre. Después de que sus padres se divorciaron hace seis años, la mamá de Hamingson fue quitada del plan de su padre. Bajo la ACA, su madre será elegible para cobertura de seguro de salud subsidiada por el gobierno federal a partir de enero de 2014.</p>
<p>Ninguno de los dos trabajos a tiempo parcial de Hamingson ofrece seguro de salud, y está haciendo un poco demasiado para ser elegible para Medicaid, el plan de salud federal-estatal de atención para personas de bajos ingresos llamado MediCal en California.</p>
<p>“Da miedo cuando las personas no tienen seguro de salud”, dijo Hamingson. Y, ella continuó: “Espero poder encontrar un trabajo que provee seguro de salud antes de cumplir los 26 en diciembre del próximo año”.</p>
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Viji Sundaram