LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero
Es muy probable que por estos días haya escuchado hablar del virus del Nilo Occidental – VNO – pero ¿qué es realmente y cómo puede afectarnos?
Vamos por partes. Para empezar estamos hablando de un virus. La palabra virus viene del latín y significa toxina o veneno. En términos generales, pues, un agente infeccioso microscópico que puede llegar a nosotros de diversas formas y hacernos daño.
La más común de dichas formas es a través de un dichoso mosquito. De acuerdo con la información suministrada por los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos – CDC – una sola picadura de mosquito le puede transmitir el virus del Nilo Occidental.
¿Qué mosquito? De acuerdo con los enciclopedistas existen varias especies de culícidos que pueden transmitir el virus.
¿Y qué viene siendo entonces un culícido? Los enciclopédicos explican que los culícidos son los famosos dípteros nematóceros que todos conocemos como mosquitos, moscos o zancudos.
Hay muchos tipos de fastidiosos zancudos. ¿De dónde salen? Salen de los depósitos de agua al aire libre donde sus larvas se reproducen amplia y felizmente. Crecen en cual-quier charco, pozo, estanque, llanta, paila, balde o recipiente de agua estancada que persista por más de 4 días.
Los abrevaderos, los canales de irrigación, los barriles para recoger agua de lluvia, los estercoleros y otros cuerpos de agua estancada son también un criadero fenomenal para aumentar las poblaciones de mosquitos que además suelen ser asiduos habitantes de espacios con espesa vegetación como matorrales o arboledas o donde sea que crezca la maleza.
Y entonces, ¿qué hacemos? Además de evitarlos a toda costa controlando la proliferación de aguas estancadas, usar repelente.
El asunto no es de menor importancia. Los CDC reportan que más de 30,000 personas en los Estados Unidos se han enfermado por el virus del Nilo Occidental desde 1999. Más de 1,200 fallecieron.
En lo que va del 2012, 47 estados han reportado casos de infección, más de 1,118 personas han adquirido la enfermedad y 41 de ellas han muerto en lo que representa la mayor tasa de infecciones jamás vista en Estados Unidos.
Aunque muchas veces no causa síntomas, en el 20 por ciento de los casos la infección por VNO genera síntomas parecidos a los de la gripe o influenza, como fiebre, fatiga, dolor de cabeza y dolor muscular. Puede presentarse también rigidez en el cuello, desorientación, temblores, debilidad muscular y parálisis.
Las personas afectadas gravemente pueden contraer encefalitis —inflamación del cerebro— o meningitis —inflamación de las membranas del cerebro o de la columna vertebral— y los casos graves pueden ser mortales.
Cualquier persona puede infectarse, pero los mayores de 50 años de edad o aquellos que han tenido un trasplante de órgano corren un mayor riesgo de enfermarse gravemente.
Así que recuérdelo muy bien y póngalo en práctica. Use repelente, protéjase. El uso del repelente puede evitarle serios dolores de cabeza, escoja el que crea más adecuado para sus necesidades, recuerde que existen repelentes para usar sobre la ropa, revise las instrucciones de uso y vuelva a aplicar el repelente cuantas veces sea necesario.
No olvide lavarse la piel tratada con agua y jabón al regresar a su casa y usar pantalones largos, camisas de manga larga y medias a la hora de exponerse. Ocúpese de los espacios al aire libre en su casa y en su barrio en los que pueda haber focos de reproducción de mosquitos. Recuerde: el virus de Nilo mata y todos estamos expuestos. No sea un caso más.