De huracanes, tormentas y peligros

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

La temporada de huracanes apenas comienza y junto a la ola de calor ya deja varios muertos en todo el país por lo que se hace imperativo recordar que siempre, como reza el viejo adagio: “soldado prevenido vale por dos”.

La temporada de huracanes que se inicia en junio y continúa hasta el mes de noviembre puede dejarnos amargas experiencias si no tomamos las precauciones del caso.

Para empezar, esté atento a las advertencias de los medios de comunicación, la distracción no es buena consejera a la hora de enfrentar los avances de la naturaleza y si está bajo alerta de huracán infórmese cuanto antes sobre los planes de emergencia de su comunidad, sobre las rutas de evacuación y los refugios.

Los Centros de Control de Enfermedades – CDC – recomiendan, para empezar, que revise los peligros inminentes de su hogar – recuerde, por ejemplo, que los fuertes vientos arrastran tejas y que las ventanas pueden ser un punto de quiebre — y asegúrese de atenderlos antes de la tormenta.

Tenga en cuenta que puede haber peligro de inundación y que en estas circunstancias es urgente controlar las fuentes de electricidad y disminuir así los riesgos de incendio. Sea extremadamente cuidadoso con los cables eléctricos que puedan desprenderse, tanto dentro como fuera de su hogar; en los últimos días varias personas murieron electrocutadas en medio de las tormentas que azotaron el área metropolitana de Washington.

Si debe evacuar, cierre las llaves de gas y siempre tenga un lugar especial para guardar lo más importante: dinero, documentos, pólizas de seguro y demás y asegúrese de que ese lugar sea de fácil acceso en caso de emergencia.

Es importante que usted y su familia tengan en sus di-rectorios los teléfonos de emergencia, la información de las rutas de evacuación y los refugios.

Recuerde que es muy po-sible que, debido a la tormenta, su hogar pierda el fluido eléctrico, a veces esta circunstancia puede extenderse por varios días, por lo que es indispensable que mantenga en su hogar el agua envasada y los alimentos necesarios para varios días.

No olvide almacenar alimentos no predecederos, medicinas, pilas o baterías para radios y linternas.

Tenga en cuenta las necesidades específicas de su familia. Ancianos y bebés suelen presentar situaciones individuales que pueden implicar el uso de pañales, muletas, compotas o equipos especiales de oxigeno o insulina. Téngalos a la mano.

Tenga un extinguidor, llene el tanque de gas de su vehículo o haga arreglos para asegurar su capacidad de transportación y piense siempre en sus necesidades primordiales, que incluyen los elementos de aseo personal y por favor no se olvide de las mascotas, ellas hacen parte de su familia y algunos refugios no reciben animales, así que infórmese con tiempo sobre los lugares seguros que pueden acogerlos.

La imprudencia no es una buena consejera. Son muchos los peligros que acechan durante una tormenta. Siga las instrucciones de las autoridades locales y tome las precauciones indicadas. En ello puede ir su vida.