Abrochado o Multado

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

Está comprobado que el uso del cinturón de seguridad es una de las formas más efectivas de salvar vidas, pero una de cada cinco personas deciden no usarlo cuando conducen o viajan en un vehículo motorizado en Estados Unidos.
La iniciativa Abrochado o Multado de la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras — NHTSA— del Departamento de Transportación hace una colaboración con la policía en cada estado en los EEUU para hacer una campaña de forzar que todos los ocupantes de vehículos usen en todo momento un cinturón de seguridad.

Tomar precauciones y usar los mecanismos de seguridad al manejar de día o de noche hace posible que conductores y pasajeros estén seguros en las carreteras del país. Un cinturón de seguridad puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte… y una multa.

De acuerdo con el NHTSA que este año impulsa su cam-paña Abrochado o Multado del 21 de mayo al 3 de junio, los cinturones de seguridad salvaron 13,250 vidas en el 2008. Si todos los pasajeros de 5 años o mayores hubieran usado el cinturón de seguridad, se habrían podido salvar 17,402 vidas ese mismo año, es decir 4,152 vidas más.

La misma fuente indica que en 2010, el índice de uso del cinturón de seguridad fue de 85 por ciento comparado con 58 por ciento en 1994 y que cuando se utilizan los cinturones de seguridad, se dis-minuyen las probabilidades de una lesión mortal en un 45 por ciento en el caso de los pasajeros que viajan en el asiento delantero.

Y es que vale la pena recordar que un conductor o pasajero arrojado o desplazado de su vehículo con violencia puede sufrir lesiones graves o morir instantáneamente.

La decisión es nuestra. Solo nosotros podemos elegir si nos inclinaremos por la arrogancia de pasar por encima de las precauciones establecidas y negarnos a usar el cinturón, o por entender que este puede, sencillamente, salvarnos la vida.

Es bueno recaudar que las autoridades están al acecho de los infractores y que no abrocharse el cinturón de seguridad es una infracción de tránsito.

Todos salimos perdiendo si no nos abrochamos el cinturón. El uso del cinturón de seguridad disminuye en un 50 por ciento las probabilidades de morir o salir gravemente lesionado a causa de un choque. Igualmente, el uso de un asiento de seguridad apropiado para la edad y el peso de los niños que viajan como pasajeros disminuye en un 71 por ciento las probabilidades de que este muera a causa de un choque.

De acuerdo con información recopilada por NHTSA entre 1975 y 2008 unos 8,959 niños menores de 5 años se salvaron gracias al uso de mecanismos como asientos o cinturones de seguridad.

¿Qué impide que nos comprometamos a usar el cinturón de seguridad cuando viajamos?

¿Qué podemos perder asegurándonos de que nuestros pasajeros se abrochen el cinturón?

No siempre estará en nuestras manos impedir un accidente, pero si está en nuestras manos hacer lo que sea necesario para protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos.

Recuerde, ¡abrochado o multado! Usted decide.