Viajero precavido… ¡paseo feliz!

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

Por estos días, en los que muchos están planeando unas cortas vacaciones, es bueno recordar que a la hora de emprender el viaje es necesario tomar precauciones.

Si pretendemos salir del país, además de asegurarnos de tener toda la documentación en orden, es indispensable pensar en los riesgos que el viaje puede representar para nuestra salud y la de nuestros hijos.

Una visita al médico antes de empacar maletas es fundamental. En el centro de salud o en el consultorio de nuestro médico de cabecera debemos averiguar sobre las vacunas recomendadas para viajar a ciertos lugares, donde puede haber presencia de enfermedades como el dengue o la fiebre amarilla.

Algunos adultos asumen que fueron inmunizados en la infancia y esto no siempre es verdad. Algunos adultos no fueron vacunados de niños y muchas vacunas no estaban disponibles cuando eran pequeños. Además los efectos de inmunidad que generan ciertas vacunas, según los Centros de Control de Enfermedades – CDC – pueden caducar con el tiempo.

La agencia recuerda además que en la medida que envejecemos nos volvemos más susceptibles a ciertas enfermedades.

¿Qué vacuna necesito? La respuesta a esta pregunta depende del lugar a donde viajes, de el tiempo que per-manecerás en áreas rurales o selváticas, de la época del año, de tu edad, de tu historia médica y de tu salud en general, por eso la visita al médico es prioritaria.

El mismo procedimiento debe aplicarse a toda la familia y si el viaje no nos lleva a atravesar fronteras, igual, recordemos que siempre es mejor prevenir que lamentar.

Los cambios de clima demasiado drásticos pueden tener consecuencias indeseadas, para ello es recomendable contar con la vestimenta adecuada, un poco de abrigo extra será siempre mejor que una exposición insana a un frío inesperado.

Y a la hora de empacar, no olvidemos las medicinas, los inhaladores o cualquier elemento que pueda ser necesario para el cuidado de nuestra salud, como termómetros o medidores de glucosa si te-nemos problemas con el azúcar.

Si decidimos viajar por carretera, tenemos que estar seguros de que nuestro vehícu-lo responderá adecuadamente a las exigencias del viaje. La revisión técnica es indispensable para confirmar el buen estado de los frenos, los filtros de aceite y de aire, las luces, los neumáticos, las mangueras y la suspensión. Por supuesto, es particularmente importante cerciorarse de que los niveles de agua, aceite y refrigerantes sean los adecuados.

Si viajamos en grupo es bueno considerar el cambio de volante; una persona demasiado cansada puede dormirse mientras conduce, para evitarlo podemos acordar con anterioridad como serán los turnos y si solo hay un conductor y el trayecto es largo, la parada para descansar es indispensable.

Al momento de iniciar un viaje por carretera el botiquín de primeros auxilios es fundamental, así como el extintor de incendios, la llanta de repuesto y una linterna o lámpara por si acaso.

El sentido común siempre será tu mejor copiloto, evitar el consumo de bebidas alcohólicas y el cansancio excesivo es determinante, así como prever las cosas que necesitaremos durante el viaje de acuerdo a las condiciones del clima.

Recuerda que lo más importante es disfrutar del descanso y el cambio de rutina. Toma las mismas precauciones a la hora del retorno y no te distraigas. ¡Buen viaje!