Comprar o no comprar…

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

Comprar o no comprar, ese es el dilema. Para muchos la idea de poseer una vivienda encarna el establecimiento de un estatus y cierta estabilidad económica. Sin embargo, muchas veces lo que podría ser un sueño hecho realidad, se convierte en una pesadilla sin salida.

Hace pocos días vi como una joven pareja hispana, desistió de su intención de comprar casa cuando descubrió que a la larga terminaría pagando cuatro veces el valor real de la vivienda. Pero la verdad es que ese es un caso aislado. Y hay que decir que la pareja de la que hablo cuenta con una estabilidad económica para muchos envidiable.

Sin embargo ese no es el caso de todos los posibles compradores. He visto también como muchos emprenden una lucha sin cuartel por hacerse con la casa de sus sueños y a la postre terminan acorralados por cuotas impagables o pierden los ahorros de toda la vida acosados por los vaivenes del mercado.

Incluso, muchos de los que han logrado mantenerse al día con los pagos, viven un vía crucis del que no pueden escapar porque su casa, vale mucho menos de lo que adeudan y así, no hay quien la compre.

Así las cosas, y teniendo en cuenta que el mercado sigue vivo, y que la adquisición de vivienda sigue siendo la meta de muchos, es indispensable recordar que a la hora de comprar hay que pensarlo muy bien.

No hace mucho le pregunté a un asesor de vivienda que trabaja para el gobierno, cuándo era el momento de comprar casa. Su respuesta fue sencilla: cuando esté segura de que puede con las cuotas. Cuando sepa que puede mantener sus ingresos mensuales por el tiempo que dure la hipoteca.

Yo me pregunto cuántos de nosotros podemos responder afirmativamente a esa pregunta. Pero, también es cierto que no podemos vivir sin fe. Así que si está pensando en convertirse en propietario, lo mínimo que puede hacer es revisar concienzudamente su situación financiera y sus posibilidades a largo plazo.

El Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano – HUD – por sus siglas en inglés recomienda para empezar, que se busque la asesoría de un experto avalado por el gobierno.

Con su ayuda y la de su almohada usted deberá determinar con certeza y sin optimismos exagerados cuánto puede pagar en realidad. Para ello debe hacer un estudio concienzudo de sus ingresos mensuales, de su capacidad de crédito y de sus gastos mensuales.

A la hora de tomar decisiones debe tener muy claro cuál será el pago inicial que es capaz de aportar y claro, cual será la taza de interés. Recuerde que una taza de interés que no sea fija puede incrementarse hasta exasperar sus bolsillos. Consulte.

Piense. Para muchos es más beneficioso rentar que comprar. No olvide que al ser propietario todos los gastos de la casa serán su responsabilidad. ¿Cuánto tiempo desea vivir en la propiedad? Si sus planes no son al largo plazo o no está muy seguro, considérelo una vez más. Es muy posible que cuando decida vender, las condiciones del mercado no estén a su favor.

Desconfíe de los tratos fáciles e inmediatos. Haga revisar la casa por un experto. Hay muchas viviendas que lucen perfectas pero que guardan en sus estructuras defectos irreparables que pueden dar al traste con sus ilusiones.

Acuda a prestamistas acreditados, aprobados por el gobierno. No se deje estafar y estudie todas sus opciones a conciencia. Recuerde: ¡no todo lo que brilla es oro! Si después de seguir estos pasos rigurosamente y pensarlo con cabeza fría concluye que lo suyo es la compra y que quiere hacerse con su casa propia, adelante y buena suerte. Si no, tal vez éste no sea su momento y eso solo demuestra que usted es una persona responsable.