¡Cuidado con lo que se come!

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

    Virus y bacterias están a la orden del día. Si no las controlamos podemos sufrir las consecuencias y las consecuencias pueden, incluso, llegar a ser mortales.

    De acuerdo con un reporte de Los Centros de Control de Enfermedades —CDC—  que investigaron los brotes epidémicos de enfermedades transmitidas por alimentos, durante el 2008 se reportaron más de mil brotes en todo el país. Esos brotes resultaron en más de 23 mil casos de enfermedad, al menos 1,200 hospitalizaciones y 22 muertes.

    Entre los brotes causados por agentes patógenos conocidos, el norovirus y la salmonela fueron los más comunes.

    No siempre se puede identificar la causa directa de un brote, pero las autoridades de salud estatales reportaron grupos específicos de alimentos relacionados con 218 de estos brotes: aves de corral, carne, pescado, frutas y vegetales.

    Muchas veces, los casos aislados o individuales de enfermedades ocasionadas por los alimentos no son reportados. Por eso, es sano recordar que son muchos los cuidados que debemos tener en casa para evitar que los alimentos que consumimos nos enfermen.

    La primera recomendación tiene que ver con la limpieza. Lavar cuidadosamente frutas y verduras para remover la suciedad es indispensable, así como descartar las hojas externas de una lechuga o un repollo. Las bacterias pueden crecer sobre la superficie cortada de una fruta o verdura, así que hay que tener cuidado y no contaminarlas al ponerlas en contacto con residuos de otros alimentos en la cocina o en la tabla de cortar.

    Dejar residuos de cáscaras o restos de vegetales por muchas horas a temperatura ambiente no es una buena idea. Es necesario lavar con agua caliente tablas, cuchillos y utensilios después de usarlos y antes de preparar otro alimento.

    Hay que lavarse las manos con agua y jabón por lo menos veinte segundos, antes y después de cocinar y de tener contacto con los alimentos y las carnes crudas, después de ir al baño, cambiar un pañal, toser, estornudar o interactuar con animales domésticos.

    Considere el uso de toallas de papel para la cocina; si las prefiere de tela, lávelas frecuentemente con agua caliente. Las bolsas de tela usadas para ir al mercado también deben lavarse o reemplazarse con frecuencia.

    Separe las carnes crudas de los demás alimentos en el supermercado, las bolsas y el refrigerador y nunca ponga comida preparada en un plato sin lavar por donde hayan pasado carnes crudas o huevos.

    Cocinar los alimentos apropiadamente es otra de las precauciones que debemos tener en cuenta. Para eliminar el peligro las carnes deben alcanzar ciertas temperaturas de cocción, los asados y filetes deben llegar a un mínimo de 145 grados Fahrenheit y todas las carnes de aves de corral a por lo menos 165.

    Las carnes mal cocinadas pueden representar un alto riesgo para la salud, recuerde que el color no es un buen indicativo del punto de cocción, los CDC, recomiendan el uso de un termómetro para revisar la temperatura interna.

    Las bacterias pueden crecer rápidamente a temperatura ambiente. Refrigere carnes, huevos y lácteos tan pronto como lleguen a casa del supermercado, así como los alimentos preparados, que se consumirán más tarde deben refrigerarse.

    Nunca descongele los alimentos a temperatura ambiente. Hay tres maneras seguras para descongelar los alimentos: en el refrigerador, en agua fría, y en el microondas. Los alimentos descongelados en agua fría o en el microondas deben ser cocinados inmediatamente.

    Las enfermedades causadas por alimentos pueden afectar a cualquiera, pero entre los grupos de alto riesgo están las mujeres embarazadas, los niños pequeños, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunológicos o defensivos debilitados.

    Recuerde, tomar las precauciones indicadas, puede evitarle muchos dolores de cabeza… ¡y de estomago!