Somos Muchos Más…

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

    Por fin, perdidos entre las fiestas navideñas y las de fin de año, el Censo de Estados Unidos publicó los resultados del ejercicio de contar a quienes vivimos aquí. No hay grandes sorpresas, sino apenas la confirmación de los estimados de población de años anteriores.

    Lo que no va a agradarle a muchos en México del Norte son las consecuencias políticas de los resultados. Uno de cada siete “americanos” es Latino/a. Si las matemáticas siguen igual que cuando las aprendí en primaria, esto significa que la Casa de Representantes del 113 Congreso gringo, que tomaría posesión en enero de 2013, debía tener nueve latinos más que ahora. La ganancia, los nuevos Distritos latinos estarían fundamentalmente en el Sur y Oeste de Estados Unidos, y las pérdidas, blancas todas, en el Medio Oeste y el Noroeste del país.

    En números, el Censo de 2010 muestra un crecimiento nacional del 9.7 por ciento, pero un crecimiento de los latinos de 37 por ciento entre 2000 y 2009. Por otro lado, los blancos solamente crecieron un 3 por ciento. En otras palabras, el 57 por ciento del crecimiento total de la población se debe a los latinos, tanto nacidos aquí como inmigrantes.

    En 21 estados, la población latina representa más de la mitad del crecimiento del estado, y en diez y seis estados, (California, Connecticut, Illinois, Iowa, Louisiana, Massachusetts, Michigan, Nebraska, Nueva Jersey, Nuevo México, Nueva York, North Dakota, Pensilvania, Rhode Island, Texas, y West Virginia,) la población Latina representó más del 60 por ciento del crecimiento total del estado. En Texas y Florida, aunque el crecimiento fue menor al 50 por ciento, los números son apabullantes. En Texas apenas creció un 37.16 por ciento, y un 48.82% en Florida, pero en el primer estado esto significan casi 2 millones y medio de latinos, y en el segundo un poco más de un millón 300 mil. Comparativamente, es como haberse traído enterita a Texas la ciudad de Puebla, y haber trasladado a Florida toda la comarca lagunera. 

… Pero Seguimos Igual

    Suena bien padre, ¿no? 32 congresistas latinos sería un bonito número para la Casa de Representantes. Pero la puerca tuerce el rabo en un montón de lados para entorpecer esa pintura.

    Primero, sería necesario que todos los estados cumplan con una cosa llamada la Ley de Derechos del Votante a la hora de elaborar los mapas de los Distritos electorales, cosa no muy factible de ocurrir. El partido mayoritario en cada legislatura estatal decide los mapas, y a pocos les conviene o les interesa darle representación a los latinos. El caso más típico sería Arizona, que gana un distrito, pero a estas alturas a la mejor los latinos que contó el Censo ya ni están en el estado. Poco probable que los Republicanos le den a los latinos una curul nomás porque si.

    Segundo, están los estados que podrían rehacer los mapas actuales, como Illinois, donde reside el único congresista latino de todo el Medio Oeste. El Distrito de Luis Gutiérrez une dos barrios latinos que están separados por cinco millas en línea recta, pero para unirlos políticamente se sale diez millas hacia los suburbios, baja otras diez millas hacia la tierra de nadie y vuelve a entrar a Chicago otras diez millas por una franjita que mide una cuadra de ancho. El Distrito de Luis se puede dividir en dos Distritos de mayoría latina… si Luis y los Demócratas quieren…

    Tercero, aunque como dice Nina Perales, Consejera Nacional de MALDEF, el Fondo México Americano de Defensa Legal y Educación, “Los números demuestran que los latinos ganaron esos asientos en varios estados, y que previnieron la pérdida de otros”, y “como resultado, la redistritación debía respetar el aumento del poder político de la comunidad”, eso está en veremos. Si se respeta, a la mejor los latinos tendrían su fracción parlamentaria de 32 miembros en 2013.

    Y cuarto, tener mayoría en un Distrito no significa tener un congresista latino. En el Distrito 32 de California, por ejemplo, que hace dos años ocupaba la hoy Secretaria del Trabajo de Barack Obama, Hilda Solís, hoy hay una descendiente de chinos, Judy Chu, gracias a la división interna, las lealtades y falta de lealtades de los “líderes” latinos del estado.

    En resumen, seremos muchos, muchos más, pero nuestro poder político podría no aumentar un ápice para el 2013. Depende de la organización más que del número, llegar a compartir el poder en este país, o seguir dejándolo en manos de la decreciente población blanca.

Contacto Jorge Mújica Murias at mexicodelnorte@yahoo.com.mx