Tijuana, B.C.-
En la víspera de que se cumpliera el primer centenario de la Revolución Mexicana, el Centro Cultural Tijuana inauguró la exposición Imágenes de la modernidad. Proyectos y expectativas en la Revolución Mexicana, 1910-1940.
Esta muestra iconográfica ocupa la Sala de Exposiciones Temporales del Museo de las Californias, donde fue inaugurada el viernes 19 de noviembre por personal de la Subdirección de Exposiciones del CECUT, encabezado por su titular, Armando García Orso, y los responsables de la muestra, los investigadores Carlos García Cortés, Miriam García y Alfredo Valles.
Se trata de una exposición fotográfica que presenta una visión panorámica de la lucha armada de 1910, desde sus antecedentes inmediatos hasta la consolidación de los regímenes emanados de la Revolución, en 1940, cuando finaliza el gobierno del general Lázaro Cárdenas, el penúltimo militar que gobernó el país (tras él, el gobierno de Manuel Ávila Camacho dio paso a los regímenes civiles que han permanecido en el poder desde entonces).
La exposición reúne imágenes de grandes fotógrafos de comienzos del siglo XX como Agustín Víctor Casasola, Jesús H. Abitia, Manuel Ramos, Guillermo Kahlo, Tina Modotti, Charles B. Waite, Winfield Scott y Hugo Brehme, entre varios más, muchos de los cuales aparecen como autores anónimos, cuyas imágenes han contribuido a la creación de la iconografía con que se identifica este periodo de la historia nacional.
La exposición documenta el trabajo de los fotógrafos que contribuyeron a crear el imaginario nacional y busca promover nuevas formas de reconocer nuestro pasado, dijo la historiadora Miriam García poco antes de la inauguración de la muestra y advirtió que la modernidad ocupa un lugar central en la muestra, tanto por lo que toca a las aspiraciones y expectativas que generó la Revolución, como por lo que se refiere a las transformaciones que experimentó el país a raíz de la lucha armada.
Si bien algunas de las demandas enarboladas por los bandos revolucionarios quedaron plasmadas en la Constitución de 1917, muchas otras expectativas forjadas por quienes tomaron las armas quedaron aplazadas.
La Revolución fue hecha sobre todo por gente joven, llena de esperanzas y expectativas de cambiar el país, aseguró la investigadora al explicar que, por otra parte, la exposición busca documentar la importancia de los fotógrafos para generar un discurso en el que toda una colectividad puede reconocerse.
Imágenes de la modernidad aparece dividida en seis secciones: El Porfiriato y la modernidad. Tradición y futuro; Caudillos. Planes y programas revolucionarios; La guerra civil y sus razones. Las tropas, las armas, los transportes; elites y regiones: las batallas; La Constitución de 1917: las demandas sociales; Nacionalismo revolucionario. La institucionalización del discurso, y Tradición y futuro: la gente común y la cultura material.
Tanto por la popularización de la fotografía a comienzos del siglo XX y el perfeccionamiento técnico experimentado por las antiguas cámaras, como por el hecho mismo de que un país que se creía atado a la tradición se rebelara a un régimen autoritario y prolongado, la Revolución Mexicana es una de las gestas más documentada en registros fotográficos y fílmicos.
En términos históricos la muestra abarca un periodo intenso de la historia nacional, que va desde el ocaso del régimen porfirista y su derrumbe, apenas seis meses después de iniciada la rebelión, hasta finales de los años 30, cuando una parte de las demandas que animaron la lucha armada se instituyeron pasando a formar parte de la institucionalización política y social del país.
Imágenes de la modernidad arranca con la documentación del régimen de Díaz, su confianza ilimitada en el progreso y su aspiración a la posteridad que lo hizo tan afecto a las fotografías y las tomas de los inicios del cine en México, para pasar luego al inicio de la lucha armada, con imágenes de personajes tan conocidos como Madero, Villa, Zapata, Huerta, Carranza y otros que no han estado tan expuestos al conocimiento público como los hermanos Ricardo y Enrique Flores Magón, Felipe Ángeles y multitud de personas que participaron en la Revolución y cuyos nombres ni siquiera fueron registrados.
La exposición no se limita a reproducir las imágenes de caudillos, sino muestra sobre todo a la gente sencilla, el pueblo llano, que se movilizó a partir de los planes y programas emitidos por los distintos bandos que combatieron en la Revolución, de allí que se extienda hasta 1940, cuando muchas de las expectativas gestadas durante la lucha armada parecieron consumarse o bien quedar en el olvido.
Imágenes de la modernidad. Proyectos y expectativas en la Revolución Mexicana, 1910-1940 permanecerá en la sala de exposiciones temporales del Museo de las Californias durante los siguientes meses.
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