Comentario:
Por Humberto Caspa, Ph.D.
Las elecciones de noviembre están a unas escasas semanas y algunos ciudadanos todavía piensan dos veces en registrarse. Es un mal de la democracia que afecta más a nuestra comunidad que a las otras.
Hay veces es necesario recordar que éste es el país en donde vivimos; es el país en donde nuestros hijos se educan y es el lugar donde van a alcanzar sus metas y sus sueños; éste es el país donde uno tiene la responsabilidad grande de elegir a nuestros líderes.
No importa por quién vota. Si usted es una persona con un historial conservador, es adepto a la religión, no está de acuerdo con las leyes progresistas de los gays y las lesbianas, ni tampoco le importa que se legalicen las drogas, entonces busque a un candidato que reúna todas esas características.
Si a usted le gusta el conservadurismo de un candidato republicano, pero no está de acuerdo con sus políticas económicas –le huele mal el libre mercado sin control ni balances— y no le parece bien que satanicen a los pobres inmigrantes indocumentados, entonces busque de las filas del partido Libertario o del Partido Verde o el Demócrata.
Por otra parte, si a usted no le gusta el conservadurismo y está más de acuerdo en que la sociedad se ajuste a los cambios sociales que se suscitan día a día, entonces busque a un candidato liberal.
De este tipo de políticos, hay bastantes en del partido Demócrata. En California, este partido a menudo se caracteriza por tener un amplio apoyo de los sindicatos del país debido a que estos grupos normalmente los apoyan con los recursos económicos y humanos durante el proceso electoral. A muchos políticos y candidatos de este partido les parece fenomenal la idea de imponer impuestos a los ricos y aparentemente les gusta que esa riqueza sea compartida con los menos ricos y los pobres. Bueno, eso dicen.
Los Republicanos normalmente son enemigos de los sindicatos, el gran gobierno y los impuestos. Como dijo alguna vez el padre de la economía moderna, Adam Smith, el gobierno debe intervenir sólo para asegurar las transacciones económicas de los participantes del mercado.
La fuerza de la dupla de republicanos y demócratas evidentemente es cierto, pero también existe otros partidos. Hay candidatos socialistas, de medioambiente, independientes, e incluso racistas.
Por otra parte, si no sabe por quién votar y no tiene idea de los candidatos, existe panfletos e historiales de los candidatos en las papeletas y libretos electorales.
Y si es que no le gusta leer, y no le gusta rebuscar información, pero le encanta la visión del periódico La Opinión o de cualquier otro periódico, entonces vote en base a las recomendaciones que le hacen estos periódicos.
Lo anterior es un recurso válido, pero en general, lo recomendable es que usted haga la tarea en el momento de votar y no espere que otros lo hagan por usted. No se preste a la manipulación política.
Así, la democracia es un verdadero mercado de ideas. Recuerden que la unión hace la fuerza. Usted al votar contribuye con un granito de arena a la asociación y partido político al que representa. Hay que votar.
Humberto Caspa, Ph.D., es investigador de “Ecomonics On The Move”. E-mail: hcletters@yahoo.com