La Visa ¡U…jule!

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

    Como muchas veces los inmigrantes indocumentados ni se enteran de que tienen  derechos, ahí les va un tip: hay visas de residencia legal para las víctimas de una serie de crímenes en Estados Unidos. Se llaman visas U, y existen desde el año 2000, cuando las creó el Congreso de este país argumentando que había un chorro de inmigrantes que podían, literalmente, ayudar a las autoridades.

    ¿Suena interesante? Pues ahí le va más. La visa U fue creada con la idea de “castigar el crimen y proteger a las víctimas, estableciendo una buena relación con las comunidades inmigrantes, promoviendo la seguridad pública y asegurando que los criminales sean enjuiciados”.

    ¿Suena mejor, no?  Pues si pero pues no necesariamente. La visa U es, como a la mejor el lector ya se comenzó a imaginar, es para víctimas de crímenes. Y no cualquier crimen, sino de los gachos de verdad. Para que se entere, la lista completa es ésta: Violación, Tráfico de Personas, Violencia Doméstica, Contacto Sexual Abusivo, Explotación Sexual, Cautividad, Servidumbre Involuntaria, Secuestro, Restricción Criminal Ilegal, Chantaje, Homicidio, Asalto Agravado, Obstrucción de la Justicia, Incesto, Asalto Sexual, Prostitución, Mutilación Genital Femenina, Peonaje, Tráfico de Esclavos, Rapto, Falso Encarcelamiento, Extorsión, Asesinato, Intimidación de Testigos, Perjurio y Tortura.

    ¿Ya no sonó tan bien, verdad? Más bien suena medio gacho, porque para agarrar una visa U hay que ser víctima de uno de estos horribles crímenes, y eso no es “enchílame otra gorda”.

    Pero como dicen por ahí, ya encarrerado el ratón, pues que tizne a su mamá el gato, o sea, que ya que se es víctima de uno de estos crímenes, pues hay que hacer de tripas corazón y usar la visa U. Las víctimas que lo soliciten reciben estatus temporal y autorización de trabajo para mantenerse legalmente mientras le ayudan a las autoridades. Después de tres años pueden convertirse en residentes legales permanentes.

Pero Pérate Tantito…

    Mejor aún, la víctima no tiene que estar casada con su victimario, y vale gorro el estatus legal del criminal, como en el caso de las visas para mujeres abusadas o golpeadas. Y mejor aún, la visa no depende de “encarcelar al criminal”, sino solamente de “haber sufrido daño sustancial; poseer información sobre el crimen y ofrecer ayuda en la investigación o persecución del crimen”. Más mejor, se pueden usar si solamente hubo “atentado, conspiración o petición de que se cometa el crimen”.

    Pero como siempre, aquí también hay peros. Además de que hay que ser víctima, las autoridades tienen que reconocer la calidad de víctima elegible parta la visa U, lo cual muchas veces no es tan fácil porque tampoco saben de su existencia y hay que empezar por educarlas.

    Otro pero es que hay que esperarse un rato, porque ahorita no hay visas U. Sucede que en los primeros siete años de existencia no se dio una sola visa U, hasta que un grupo de abogados demandó al Servicio de Ciudadanía, encargado de darlas. En el 2008 se dieron nomás 52, y el año pasado cerca de 6 mil. Este año subió a 10 mil.

    Nomás que ésa es la mala noticia. El límite anual de visas U es de 10 mil, límite totalmente absurdo porque es como limitar el número de víctimas de los delitos que cubre. Si alguien quiere usar la visa U se tiene que esperar por lo menos hasta octubre, cuando comienza el año fiscal 2011 y habrá otras 10 mil visas U disponibles.

    Pero habría que estar pendiente. Crystal Williams, presidenta de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración propone que el Congreso gringo elimine el límite de 10 mil visas, que ella considera absurdo. Yo digo que debía también proponer crear la Oficina de Violencia Contra los Indocumentados del Departamento de Justicia, así como hay una de Violencia Contra la Mujer, encargada de buscar activamente a tales víctimas.

    Y lo propongo porque de perdida podríamos legalizar a 10 mil personas con la visa U. Hay decenas de miles de traficados, no digamos víctimas de incesto, violencia doméstica, asalto sexual, cautivos en granjas y campos agrícolas, chantajeados, asaltados, mujeres obligadas a prostituirse, menores de edad forzados a chambear y demás, y especialmente, muy especialmente, encarcelados falsamente e intimidados por las autoridades, desde los Polimigras hasta la Migra misma.

    De hecho, debíamos unirnos a la campaña de Williams para ver si de perdida se emiten unos 12 millones de visas U, y de una vez resolvemos la bronca entera de la legalización. Pero de perdida, con las 10 mil que hay, seguro que por lo menos alivianamos a toda la paisanada de Arizona, víctimas del cherife Arpaio y la mochada pero todavía funcional SB 1070…

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