Arrecife de Mar de Cortés, un Desastre Ambiental Anunciado

Corrupción e Irresponsabilidad, Lugar Común de Desarrollos Turísticos e Inmobiliarios

Por: Sergio Flores Hernández

 BAJA CALIFORNIA SUR — A la naturaleza le llevó 25 mil años, construir en el Mar de Cortés, el arrecife coralino de Cabo Pulmo, que ahora es hábitat de 236 especies marinas, entre ellas, gran cantidad en peligro de extinción como mero gigante, tiburón ballena y cinco especies de tortugas marinas, un área conservada por el poblado de Cabo Pulmo.

    Sin embargo, la construcción de un mega desarrollo turístico y habitacional como la autorizada por el Gobierno de México a la empresa española Gre Hansa Urbana, en pocos años, mataría el arrecife coralino de Cabo Pulmo, uno de los tres que quedan en el Pacífico norte, así lo señaló la organización ambiental COSTASALVAjE A. C.

    La construcción de un mega desarrollo turístico y habitacional como el denominado “Cabo Cortés” que se pretende edificar en 45 millones de metros cuadrados y más de 7 kilómetros de playa de Cabo Pulmo para dar cabida a 4 campos de golf, más de 400 atraques náuticos, un aeropuerto, núcleos comerciales, áreas hoteleras, conjuntos residenciales, e instalaciones deportivas.

    He aquí algunas consideraciones de un indeseado desastre ambiental en el Mar de Cortés.

    Un desarrollo enorme y tan cercano a un arrecife coralino lo mataría sin duda. En Nayarit (Punta Mita), un solo campo de golf mató al arrecife que estaba cerca de la costa. Los químicos que se usan en los campos de golf blanquean (matan) a los arrecifes coralinos. Los arrecifes coralinos son muy frágiles.

    La infraestructura de Cabo Cortés, principalmente la marina, representa un riesgo grave para la salud del arrecife de Cabo Pulmo, generaría altos niveles de turbidez, que afectarían directamente al coral.

    En el caso de la desaladora, el desarrollador va a poner de regreso la salmuera a un nivel de 45% de salinidad y afirma que esto no tendrá impactos, lo cual es falso, pues afectará gravemente al arrecife. Ellos afirmaron que no, pues la MIA (Manifestación de Impacto Ambiental) asegura que las corrientes solo van hacia el norte y el arrecife está al sur. Eso es totalmente falso las corrientes a veces van al sur y otras al norte, puede variar hasta varias veces al día, aseguran eceanólogos, pescadores y buzos.

    Los típicos cinturones de miseria en la periferia del desarrollo urbanístico, irán creciendo agrupando a las familias de los trabajadores que con bajos sueldos construirán y darán mantenimiento al proyecto del desarrollo y unas 40 mil personas, en un inicio generarán basura y gran parte terminará en el mar.

Corrupción y Especulación de Tierras

    Toda la península de Baja California está salpicada de proyectos que por no estar bien capitalizados, cayeron en banca rota. La última moda es construir proyectos en donde se prevenden las casas habitación, se construyen, los primeros condóminos toman posesión y antes de acabarse el proyecto, los desarrolladores desaparecen dejando a los dueños en graves problemas y con pérdidas enormes.

    Un ejemplo cercano es Loreto Bay. En este enorme desarrollo todo parecía tan “sustentable”; prometieron una desaladora, igual que en Cabo Cortés, pues en la península hay muy poco agua. Prometieron usar electricidad solar y eólica (generada con el viento) pero nada, el pueblo de Loreto acabó dando electricidad a los condominios, todos de estadounidenses. Mientras el campo de golf se está secando.

    Por otro lado hay varias marinas con campos de golf tales como La Ribera, La Kalina y otras en construcción, y eso que Cabo tiene una ocupación en los últimos años de entre el 30 y  40%, es decir, no hay demanda de más cuartos. Es todo especulación.