La Narco Migra

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

    Como ahora dicen que la frontera es peligrosísima y por eso aprobaron la ley racista de Arizona SB 1070, hicimos un poquito de investigación al respecto. Encontramos un nuevo reporte sobre la bronca de la frontera y los esfuerzos del gobierno gringo para resolverla. El año pasado el Departamento de Seguridad Interna hizo 839 investigaciones sobre crímenes de narcotráfico, creación de papeles de falsos para inmigrantes indocumentados, tráfico de migrantes y otras lindezas, especialmente “la corrupción de agentes federales”.

    Las investigaciones se hicieron en las fronteras y a empleados del gobierno, de esos que juraron proteger las costas, aeropuertos y la integridad territorial del país, y entre los investigados hay agencias federales, especialmente el ICE, (oficina de Inmigración y Aduanas), el Guardacostas, policías estatales y hasta la Guardia Nacional. Recordemos, por cierto, que todos estos trabajos están reservados por ley para “ciudadanos estadounidenses”, y en todos se hace una investigación de antecedentes criminales para agarrar la chamba.

    Dice el reporte presentado al subcomité del Senado sobre Seguridad Nacional por Thomas Frost, Inspector General Asistente de Investigaciones del Departamento de Seguridad Interna, que los 10 mil millones de dólares que se reventó el gobierno para “cerrarle las rutas al Narco”, fue contrarrestado con una ofensiva de éste para comprar agentes donde los necesita.

    Además, el Narco ni gasta tanto. Hay casos en el reporte como el de un agente fronterizo que dejaba pasar indocumentados y droga por un total de 85 mil dólares por su “cooperación”, y el de empleados de aeropuertos que le vendieron a una pandilla de narcos, por miserables 200 dólares, un rollo de calcomanías para marcar las maletas como si estuvieran revisadas por seguridad y que usaron para mandar cocaína en maletas de Miami a Nueva York.

            En números, de las 839 investigaciones, 576 fueron a agentes de la Patrulla Fronteriza, 64 al Departamento de Inmigración y Ciudadanía, y 35 a agentes encargados de la Seguridad en el Transporte. De hecho, uno de cada cinco agentes “anticorrupcion” del FBI tenía está asignado a la frontera suroeste del país, en una oficina especial para la zona. 

La Solución Al Crimen

   Entre otros casos, hay también un supervisor federal antidroga cuyas decisiones afectaban el paso de droga, y al que algunos agentes de la policía estatal mexicana de una ciudad fronteriza le dieron un “cañonazo” de cien mil dólares para alivianar al Narco.

   También hay casos de tráfico de inmigrantes que “tienen vetada la entrada a Estados Unidos”, es decir, que ya están en alguna lista de “peligrosos” por estar reconocidos como criminales,  y casos de emisión de papeles de residencia o de ciudadanía sin autorización o legalidad alguna.

   Y pior: está por ahí el caso de un tal Guillermo Eduardo Ramírez Peyró, alias “Lalo”, ex policía mexicano que se pasó con los gringos y lo contrataron para entregar información sobre el movimiento de droga a EU. Trabajó con el ICE por la módica suma de 220 mil dolarucos, pagados por los contribuyentes de este país, y ayudó a hacer unos 60 arrestos y a decomisar algunos millones de dólares en droga, e incluso, a petición del ICE, delató a un lugarteniente del Cártel de Juárez.

   Nomás que al mismo tiempo el famoso Lalo, según un agente de la DEA que trabajaba en El Paso, trabajaba también, precisamente, para el Cartel de Juárez. Y en ese otro “trabajo” torturó y asesinó a 12 personas, y enterró a sus muertitos en una de las “Casas de la Muerte” de Ciudad Juárez. Y eso no es todo. “Lalo” siempre avisó al ICE de sus ejecuciones, y nadie le avisó de ello ni a las autoridades mexicanas ni a sus superiores.

   Cuando lo descubrieron lo quisieron deportar, pero como su deportación es una condena segura de muerte, “Lalo” ahora anda pidiendo asilo en Estados Unidos. Y al parecer, México ni ha pedido su extradición.

   La bola de casos motivó a Charles Bowden, periodista gringo, a escribir un libro de nombre “A way out of El Paso” para el cual entrevistó a pandilleros, mafiosos de Juárez y El Paso y les preguntó cómo pasaban la droga al otro lado. La respuesta era que “tienen gente en la Guardia Nacional, en la DEA en las agencias federales y en las policías estatales y en la frontera”. Los federales gringos y la DEA ni lo confirman ni lo niegan ni todo lo contrario.

   En fin, que si de lo que se trata es de acabar con el crimen, habría que empezar por combatir a la Migra, a las policías y a los empleados federales, y Obama debía echarse pa’ tras en su absurda decisión de mandar la Guardia Nacional a la frontera.

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