LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Javier Valdez Cárdenas
Nota editorial: El siguiente es una extracto del Libro ‘Miss Narco’, un recuento periodístico, investigado, sin juicios pero con profundidad emocional, que cuenta las historias reales de cómo el narcotráfico en México está tocando la vida de las mujeres, sean madres o hijas, ricas o pobres, víctimas o victimarias.
No le gustaron los salones para fiestas que hay en la ciudad. No le llenaron el ojo. Le parecieron chiquitos, relingos, chaparros, frente a su nena quinceañera. Por eso le construyó un salón exclusivo para el banquete.
Meses, pocos, bastaron para que emergiera el nuevo local en ese terreno, en el Tres Ríos, enseguida del negocio de renta de limusinas, de su propiedad, a unos metros de un antro también suyo y frente a la Procuraduría de Justicia, casi suya.
Fue todo un escándalo de construcción: adornos estilo Las Vegas. Lujo en los terminados, detalles y ornamentaciones de alto costo, pero mal gusto. Luces y colores. Pisos y columnas de primer mundo. Lámparas traídas desde Rusia.
Ella, la bebé de quince años, le pidió a su papá que le trajera al grupo Intocable, pero una agenda colmada les impidió responder afirmativamente. En cambio, y con mucho tiempo de antelación, contrató a la banda El Recodo, Los Intocables del Norte, y el intérprete de moda para estos huateques: Valentín Elizalde.
En realidad no venían al evento de las estrellas que organizó Plaza Forum, un centro comercial ubicado en una zona en desarrollo. Eso fue sólo un pretexto, pues el compromiso inicial era con la quinceañera y su próspero y generoso padre. Los del Forum apenas alcanzaron a colgarse de la agenda.
Cuando llegó la hora el excéntrico local estaba listo para estrenarse. En la fachada había una gigantesca foto de la festejada, de cuerpo entero. El tamaño correspondía al de la quinceañera y era la entrada al paraíso de lujo que esperaba en el interior.
Todo se desarrolló a pedir de boca. Fue un día de lluvia pertinaz, tanto que de madrugada se cuartearon las paredes y se cayeron una de las lámparas y parte del techo. El incidente no había pasado de ahí.
Sacaron a los de El Recodo al patio, pero la magia ya no era igual: parecía un grupito menor, sin el embrujo de la fama y la ayuda del equipo de sonido. “Pero que siga la pachanga”, parecían decir los organizadores. Al fin que la fiesta ya había arrancado y la quinceañera estaba contenta con su local, los adornos, el BMW que la esperaba en la puerta, para ella sola, y ese vestido de un centenar de miles de pesos.
Su padre, el organizador y patrocinador del festejo, le había bajado todo del cielo: la lluvia, la luna, las estrellas, el sol. Y hasta las lámparas y el techo.
Javier Valdez Cárdenas, autor de ‘Miss Narco’, es escritor y periodista mexicano (Aguilar 2009).