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<p> Hay un movimiento en marcha para desmantelar el esfuerzo de California para un futuro de energía limpia. Para las elecciones de noviembre se ha programado la “Proposición de Energía Sucia” la cual es financiada por las compañías petroleras Texas Valero y Tesoro, de aprobarse se suspendería la ley de California, AB 32, que promueve las energías renovables y reduce la contaminación del aire.</p>
<p> Esta legislación, que fue aprobada por una mayoría de ambos partidos y firmada por el gobernador Schwarzenegger, ha hecho a California un líder internacional en tecnologías limpias. Según el , en California se encuentran siete de las 10 compañías más importantes del país y cinco de las 10 empresas más importantes en tecnología limpia en EE. UU. se encuentran en el Estado Dorado. Siendo San Diego, clasificada recientemente, la ciudad número uno para iniciar una empresa en tecnología limpia (<a href="http://researchwhitepaper.com/venture-capital-blog/top-10-lugares-a-sup…;)</p>
<p> El sector de tecnologías limpias de California recibió $2,1 mil millones en inversiones de capital en 2009, lo que equivale a un 60 por ciento del total en América del Norte y más de cinco veces la inversión en nuestro competidor más cercano, Massachusetts. No es de extrañar que la <em>National Venture Capitalists Association</em> está entre los muchos grupos pro-empresariales que se oponen a la iniciativa. La proposición descartaría los empleos de tecnología limpia, la innovación y miles de millones de dólares de inversión en California, por no mencionar la incertidumbre que ha causado a miles de pequeñas empresas.</p>
<p> Es por eso que los líderes empresariales y propietarios de pequeñas empresas en todo el estado, así como otras compañías prominentes, como Google, eBay, Applied Materials y Virgin America, por nombrar sólo algunos, se oponen a la medida.</p>
<p> Según un informe publicado esta semana por el Departamento de Desarrollo Económico del estado, hay más de 500.000 empleos de tecnología limpia en California. La mayoría de ellos están en la fabricación y la construcción, proporcionando oportunidades en todos los niveles de trabajo. Los empleos bien pagados se extienden por todo el estado, a diferencia de la industria de biotecnología en San Diego o la de alta tecnología centrada en Silicon Valley, desde proyectos de energía renovable a gran escala en el Valle Central y los condados del desierto hasta las pequeñas empresas que salpican los suburbios.</p>
<p> Estudios económicos recientes muestran que el sector de limpieza también es el de más rápido crecimiento en el estado. En California el número de empresas verdes aumentó un 45 por ciento y los empleos verdes aumentaron un 36 por ciento desde 1995 hasta 2008 mientras que la totalidad de empleos en California se expandió sólo un 13 por ciento. El economista Stephen Levy, director del Centro de Estudios Continuos de la Economía de California, acaba de concluir en un estudio “es muy probable que los trabajadores que actualmente están desempleados serán los primeros en favorecerse del crecimiento de los empleos verdes”.</p>
<p> Pero no solo debemos oponernos a la proposición de la energía sucia por razones económicas, también porque permitirá a las compañías petroleras de Texas y otros contaminadores, no adherirse a las normas establecidas para reducir la contaminación lo cual degradaría la calidad del aire y presentaría riesgos para la salud.</p>
<p> Desafortunadamente, en la nación la peor contaminación del aire la tiene California y el culpable es nuestra dependencia a los combustibles fósiles. Anualmente, esta situación contribuye a 19.000 muertes prematuras, cientos de miles de ataques de asma y miles de visitas a la sala de emergencia. La Asociación Americana del Pulmón (<em>American Lung Association</em>) de California apoya a AB 32 por que reducirá drásticamente la contaminación del aire y los riesgos para la salud pública. Tenemos una deuda con nuestros hijos y las generaciones futuras para proveer aire limpio y saludable.</p>
<p> Esta situación es más obvia en las comunidades de bajos ingresos pues están más plagadas con epidemias de asma y enfermedades pulmonares debido a la contaminación del aire. Amplia evidencia apunta hacia la “brecha climática”, el daño desproporcionado que el cambio climático ejerce en las comunidades de bajos ingresos. Por ejemplo, en California, cinco de las ciudades más contaminadas tienen las densidades más altas de residentes de bajos ingresos, la mayoría de los cuales tienen más probabilidades de vivir cerca de las principales fuentes de contaminación. En promedio, un 70 por ciento de las familias de bajos ingresos están más expuestas a partículas peligrosas relacionadas con la contaminación de los gases de efecto invernadero que otros grupos de ingresos más altos. Esta iniciativa engañosa ampliará esa brecha.</p>
<p> Para empeorar las cosas, el quitar la AB 32 nos mantendremos dependientes de los combustibles fósiles, pues esta iniciativa aumentará los costos domésticos de la electricidad en California en un 33 por ciento. (Las familias de bajos ingresos ya pagan más, pues tienen que gastar más del doble de su renta total en la electricidad que los hogares en el grupo de ingresos más altos).</p>
<p> Las normas para los electrodomésticos y de construcción del estado California ya nos ahorran anualmente casi $1.000. La AB 32 reducirá nuestra dependencia de los combustibles fósiles, menores costos y al mismo tiempo nos da la ventaja de reducir nuestra dependencia del petróleo del Oriente Medio.</p>
<p> En total, esta iniciativa va en detrimento de California. La proposición de energía sucia costará empleos estatales, aumentará la contaminación y nuestros costos de energía. Nuestra economía, literalmente no puede permitirse el lujo de aprobar esta gigante intromisión en las elecciones de nuestro estado.</p>
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