Apoyar la enseñanza pública y de calidad es nuestra responsabilidad

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<p>El señor Israel Ortega, vocero del “think tank” neoconservador Heritage Foundation, deplora el estado de la educación en Estados Unidos en su columna del 22 de enero. Su alarma tiene especial resonancia en California, un estado que, a pesar de su relativo poderío económico, compite con los otros estados de la unión por los puestos en los rankings educativos. Pero las supuestas soluciones que aporta son vagas, confusas y claramente erróneas.</p>
<p>Ortega yerra al responsabilizar a maestros mal pagados que ponen horas extra en corregir y preparar lecciones, días de descanso para organizar actividades extracurriculares, que incluso ponen su propio dinero, rascado de sus bajos salarios, para conseguir material didáctico que las escuelas no pueden pagar. El señor Ortega opina que los profesionales de la enseñanza no tienen derecho a negociar las condiciones que les permiten educar y orientar a la juventud de California de la mejor manera posible.</p>
<p>Aclaremos las cosas: el estado de la educación es un problema que afecta negativamente a la competitividad de las personas en el mercado laboral, a la formación cultural, a la participación en el sistema cívico y político, a la toma de decisiones individuales y en grupo que afectan nuestra calidad de vida. Es un problema de prosperidad general porque la educación no beneficia sólo a quien la recibe: un médico se gana la vida razonablemente bien, pero en el proceso beneficia a las personas que reciben sus servicios. Lo mismo sucede con múltiples profesiones y por eso la calidad de vida de todos y todas va a empeorar mientras la población no adquiera una actitud firme e impida que nuestros políticos continúen retirando fondos del sistema educativo.</p>
<p>El nivel educativo de California, como el de todos los estados de la Unión, no va a mejorar sin una financiación adecuada y responsable de sus escuelas públicas. El informe PISA (Programme for International Student Assessment) midió la competencia en lectura, matemáticas y ciencia entre los estudiantes de países desarrollados. Los resultados de 2009 revelan un dato fundamental que a la Heritage le conviene ocultar: que el éxito en estas materias está directamente relacionado con la inversión general en el sistema educativo. En la cabeza del estudio: Finlandia, Corea del Sur, Nueva Zelanda. En la cola de la lista se encuentra, previsiblemente, Estados Unidos, acompañada de Portugal, España y Grecia.</p>
<p>Tampoco hace falta irse a países lejanos para hacer comparaciones: nuestro estado, California, fue un modelo de excelencia educativa en la década de 1960. Hoy es el ejemplo más claro de las consecuencias atroces de retirar la financiación a un sistema de enseñanza público de calidad. El historiador de UCLA Michael Meranze describió cómo el fracaso de la educación en California es la manifestación más visible del “estado de hierro”: un estado que retira dinero a la educación para ponerlo en el sistema de correcciones y vigilancia a las personas. En California la reducción de impuestos (Prop. 13) y las trabas a la aprobación de los presupuestos matan al desarrollo educativo y económico del estado. En otras palabras, California protege a los patrimonios establecidos en detrimento del desarrollo de su capital humano: nuestros niños y jóvenes.</p>
<p>Apoyar la enseñanza pública y de calidad es responsabilidad de todos los que vivimos y trabajamos en California porque los que nos beneficiamos somos todos. Si usted acepta esta responsabilidad, empiece por informarse escuchando a los profesionales que trabajan a diario con sus hijos. Padres y madres, toda la población debe implicarse en el proceso educativo: demanden a sus políticos una distribución justa de fondos a las escuelas con un énfasis en el gasto en instrucción al estudiante y en la formación y retención de los mejores profesionales para nuestras escuelas. Hagan saber a sus representantes que no votarán por ningún candidato que no describa su proyecto educativo de manera clara y concreta.</p>
<p><em>Alberto Ribas es profesor en el departamento de lenguas modernas y el programa en estudios globales de Cal State San Marcos.</em></p>

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Alberto Ribas