(ConCiencia News) — La Oficina del Censo hace un llamado para que los hispanos, sin importar su situación migratoria, participen en el conteo del próximo año. El hacerlo hará que se beneficien con los resultados a nivel de grupo étnico.
“Los condados y las ciudades solicitan fondos con propuestas donde tienen que demostrar las cifras del Censo, la población de las áreas (…) Cualquier comunidad que quiera solicitar dinero del gobierno federal va a tener que usar las cifras del Censo”, dijo Fernando Armstrong, director de la oficina del Censo en Filadelfia.
Armstrong dijo que la comunidad hispana debe hacerse contar para en el futuro poder solicitar la ayuda que necesita, y que su comunidad tenga más representación política, escuelas y oportunidades.
“Muchos de los servicios que a veces damos por sentado se determinan con el Censo”, agregó.
Sin embargo, el temor que tienen algunos hispanos de participar en el Censo del 2010 es debido a su estatus migratorio. Se estima que más de 12 millones de inmigrantes indocumentados residen actualmente en el país.
“El Censo es completamente confidencial. Ninguna de estas agencias [de immigración] tiene acceso a la información que nosotros recopilamos. Cada uno de nuestros empleados […] toma un juramento donde se comprometen a mantener la confiabilidad de la información”, dijo Armstrong.
Aun así, algunos inmigrantes aún no tienen muy claro de participar o no.
“El censo del 2010 será más difícil que en años anteriores. Hay un ambiente de temor que siempre se ha tenido, pero más ahora cuando se trata de cualquier forma o ejercicio donde se requiere la participación de todos, incluyendo los indocumentados”, dijo Anna Alicia Romero, directora del Fondo México-Americano para la Defensa Legal y Educación o Maldef, localizado en el estado de Texas.
Hasta hace algunos días se buscaba que el Congreso aprobara incluir una pregunta en el cuestionario del Censo sobre el estado migratorio de cada persona encuestada. Aunque no fue aceptada, el solo hecho de que la propuesta llegó al Capitolio causó recelo y miedo entre los inmigrantes.
“Aunque esta enmienda ya pasó todavía, queda ese temor y es difícil asegurarle a la gente que esto no va seguir pasando. No se les puede asegurar que vamos a tener un Censo seguro cuando esto ya ha pasado”, dijo Romero.
Según el gobierno, los resultados del Censo determinan el nivel de representación política y la cantidad de fondos que son repartidos por el gobierno federal para educación, vivienda, salud, seguridad pública, transporte, y otros programas. Es por eso que cada 10 años se realiza un Censo nacional para identificar la población del país y planificar.
Francisco Vázquez, originario de El Salvador y residente de Washington, quiere participar y hacerse contar; él cree que es una buena opción.
“Creo que es importante que los indocumentados se puedan declarar. El estado sabría valorar que tantas personas están en el país y podría ser una ayuda para que el nuevo presidente nos pueda ayudar a todos”, dijo Vázquez.
La fecha del conteo comienza en marzo
El formulario estaría llegando por correo a las casas en marzo del 2010, y deben ser devueltos antes del primero de abril. En caso de no recibir respuesta, funcionarios del Censo tocarán la puerta de las casas. Esta será la primera vez que el formulario se envía en dos idiomas a 13 millones de viviendas.