Por Mariana Martinez
La pequeña de dos años nunca imagino que una estancia en casa de la abuela terminara en abuso sexual por su propio tío.
Su caso es uno de una serie de crímenes que involucran a víctimas y victimarios de ambos lados de la frontera que han requerido de mayor coordinación entre autoridades para poder dar justicia.
El caso de la niña, -a la cual llamaremos Anita-, sucedió hace casi un año, el 31 de julio pasado, cuando sus padres tuvieron que viajar y la dejaron, junto con su hermanita de 4 años, en casa de sus abuelos, en Tijuana, donde también vive su tío.
Según las investigaciones de la Procuraduría de Justicia del Estado, Carlos Macías Arellano, de 44 años de edad, quien vive en sección Jardines de Playas de Tijuana en donde también viven los abuelos de las niñas fue quien aprovechó la ocasión para dañar a su sobrina.
Luego del viaje, los padres regresaron por sus hijas y las llevaron a su hogar en Chula Vista. Pero la pequeña se empezó a quejar de dolor y creyendo que estaba rozada, su madre la revisó; la región genital de la bebé tenía una severa hinchazón e irritación.
Anita le contó a su madre que fue su tío Carlos quien la había lastimado, y por medio de una muñeca de su hermana mayor, dijo claramente el abuso de la que fue objeto.
Los padres pusieron la denuncia ante la policía de Chula Vista, además de acudir al Consulado de Estados Unidos en Tijuana. Luego, regresaron a Tijuana para interponer la denuncia en el Ministerio Público, desde donde fue emitida la orden de aprehensión en contra de Carlos Macías por el delito de abuso sexual agravado.
Macías fue detenido el lunes 29 de junio, en el área de Playas de Tijuana, e internado en la Penitenciaria del Estado a disposición del Juzgado Segundo de lo Penal en espera de su proceso legal.
Lorena Blanco, vocera del Consulado General de EU en Tijuana aclaró no estar en libertad de comentar sobre este caso, pero afirma que son comunes los casos de crímenes que involucran a personas de ambas nacionalidades o que ocurren en territorio mexicano o estadounidense y se sospecha que los responsables huyen al vecino país.
“Cuando un ciudadano estadounidense es víctima de un crimen en México, la denuncia puede ser interpuesta en Estados Unidos y es el propio consulado quien se encarga de darle seguimiento. Ya desde hace mucho se tienen los mecanismos de colaboración para hacerlo”, explicó.
Este caso no es el único, ya que apenas hace una semana de se detuvo a un hombre canadiense que tenia 4 millones de imágenes de pornografía infantil, el cual es acusado de pertenecer a una red internacional de pornografía que opera en México, Estados Unidos y Canadá.
El hombre, detenido el pasado 23 de junio por autoridades mexicanas fue identificado como Arthur Lelland Sayler consignado por el delito de almacenaje de imágenes con contenido de pornografía infantil.
La red fue descubierta por la Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Pública Federal y apoyada con la información aportada por la organización civil Alianza por la Seguridad en Internet.
Al ser detenido, se le encontraron un arsenal de fotografías y material de video equivalente a cuatro millones de imágenes, las cuales tuvieron que ser almacenadas en alrededor de 15 discos duros, que fueron decomisados para ser utilizados como evidencia.
Actualmente hay por lo menos una docena más de fugitivos que se cree están en la zona Tijuana/San Diego, tras los cuales están autoridades de ambos países.