Nuestra Medalla de la Libertad

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

Inmersos en las urgencias del día a día, presos de los afanes laborales y económicos, muchas veces terminamos viviendo aislados del mundo que nos rodea y no nos damos cuenta de algunas realidades que pueden afectarnos dramáticamente.

La semana pasada el presidente Barack Obama le entregó a la hispana, activista y defensora de los derechos inmigrantes Dolores Huerta la Medalla de la Libertad.

¿Y eso cómo puede afectarnos?

Muy bien, vamos por partes. La Medalla de la Libertad es un reconocimiento que otorga el presidente de Estados Unidos a aquellos individuos que han hecho contribuciones meritorias a la seguridad o los intereses de la nación, a la paz mundial o aportes significativos de tipo cultural, científico, filantrópico o artístico.

Entre los recipientes del más alto homenaje que se otorga en el país, figuran pocos – muy pocos – hispanos y la lista está conformada por personajes de la talla de Martin Luther King, Cesar Chávez, Frank Sinatra, Walt Disney, Rosa Parks o sor Teresa de Calcuta.

El nivel de dichos personajes puede darnos una idea de la importancia del reconocimiento obtenido por esta líder comunitaria, madre de más de una decena de hijos y acérrima defensora de los derechos de los inmigrantes.

Y ahí está el punto. Al reconocer su labor, el presidente no solo la está reconociendo a ella si no que está reconociendo a la comunidad hispana. Y no es sólo porque Dolores Huerta sea hispana, es porque su labor ha estado destinada a defender los intereses de los hispanos.

Eso nos afecta a todos, nos afecta porque uno de los motores principales de la lucha de Dolores ha sido demostrar que los hispanos podemos, como comunidad, alcanzar las metas que nos propongamos.

Gracias a las luchas en las que acompañó a Cesar Chávez, el líder campesino hispano más importante que haya vivido en este país y en las que continuó tras su muerte, muchos hispanos pudieron obtener beneficios y servicios públicos que les eran negados, y otros tantos tuvieron la oportunidad de votar u obtener licencias de conducción pre-sentando las pruebas en su primer idioma entre otros muchos logros.

Por eso, como lo dijo el presidente Obama en la ceremonia de premiación en la Casa Blanca, los trabajadores de todas partes festejan que Dolores Huerta haya decidido trabajar con el dirigente campesino Cesar Chávez y haya dedicado más de sesenta años de su vida a defender los derechos de hispanos e inmigrantes.

“Los cambios, los cambios grandes que se han hecho, se han logrado cuando la gente se levanta”, dijo en rueda de prensa antes de ser homenajeada, resaltando que en Estados Unidos hay más o menos 52 millones de latinos que enfrentan diversos retos en términos de inmigración, educación y salud.

¿Qué es lo que nos hace falta? Organizar nuestra gente. Lo dice Dolores Huerta y ella sabe de lo que habla. Y también dice que el problema no es falta de líderes si no de recursos para ocupar organizadores y enseñarle a la gente como se puede organizar.

“Líderes existen, cuando nosotros miramos la marcha del 2006, esa fue la marcha más grande de ninguna otra marcha que se haya hecho en Estados Unidos, ¿quién organizó esas marchas?

Dolores Huerta continúa luchando por que las comunidades inmigrantes vivan su sueño americano, y está convencida de que es posible. Ella sabe que todos tenemos un valor inherente que podemos hacer valer si nos unimos por la causa adecuada y seguimos el camino correcto. ¿Qué hace usted por mejorar el estado de su comunidad?