<p></p>
<p></p>
<p><em>– ¿Otra vez?</em></p>
<p><em>– Cada vez que venimos al parque te subes al carrusel.</em></p>
<p><em>– ¿Qué no te aburre?</em></p>
<p><em>– No, yo quiero subirme a los caballitos</em></p>
<p><em>– Mira, hay otros juegos nuevos, emocionantes y más divertidos.</em></p>
<p><em>– A mi me gusta el carrusel.</em></p>
<p><em>– Ándale, súbeme.</em></p>
<p><em>– Te has subido tantas veces a esos caballos que hasta ya les pusiste apodos</em><br>
<em><br>
– Que si el “Jefe”, que si el “Bigotón”, que si el “Ojitos”</em></p>
<p><em>– Aja, esos son los que más me gustan.</em></p>
<p><em>– ¿Pero no te das cuenta que esos caballos ya están viejos, cascados y oxidados?</em></p>
<p><em>– Pues yo me quiero subir.</em></p>
<p>A final de cuentas, el niño se salió con la suya y al papá no le quedó más remedio que pagar el boleto para que su hijo diera la vuelta en un carrusel lleno de caballos maltrechos y despintados.</p>
<p>Este cuento se ajusta perfectamente a la realidad del futbol mexicano en donde los entrenadores dan una y otra vuelta en el carrusel de los 18 equipos de la Primera División.</p>
<p>Es increíble que en el balompié azteca existan directores técnicos que ya no aportan nada nuevo pero siguen siendo contratados con sueldos estratosféricos.</p>
<p>Enrique Meza, que regresa con la Franja del Puebla, se quedó atascado en un sistema que décadas atrás le dio triunfos y gloria pero que ya no funciona.</p>
<p>El discurso de Ignacio Ambríz, que con el Necaxa suma su sexto equipo dirigido en la Liga MX, está completamente desgastado.</p>
<p>Luis Fernando Tena, ahora con Gallos de Querétaro, ha sido entrenador de 10 equipos del futbol mexicano y vive de la medalla de oro olímpica que ganó hace seis años</p>
<p>La lista de entrenadores acabados que ya no aportan ni enseñan nada es larga.</p>
<p>Para llegar a ser un Liga de primer nivel, como se pretende, el futbol mexicano requiere urgentemente renovar su baraja de directores técnicos.</p>
<p>Reciclar entrenadores propicia que los equipos se queden estancados y no abran las puertas de la modernidad táctica.</p>
<p>Hace mucho tiempo que a territorio azteca no llega un entrenador diferente, uno que aporte ideas modernas, uno que sea vanguardista.</p>
<p>El último de ellos fue el holandés Leo Beenhakker en su primera aparición al frente de las Águilas del América, pero de eso ya pasaron más de tres décadas.</p>
<p>En ninguna liga del primer mundo se presenta el fenómeno de reciclaje de estrategas que se ve en México.</p>
<p>En España, Italia, Inglaterra, no existen entrenadores que hayan trabajado para 10 equipos de la misma liga.</p>
<p>Los clubes mexicanos deben tomar el riesgo de darle las riendas de sus plantillas a jóvenes preparados que inicien un movimiento de vanguardia en la dirección técnica.</p>
<p>Alguien por ahí, alguna vez, tuvo la idea de contratar a un joven sin experiencia pero que pintaba para ser un gran estratega.</p>
<p>El Barcelona le atinó, Pep Guardiola nunca estuvo en el carrusel de los caballos viejos, cansados y descarapelados.</p>
<p>Hoy, Guardiola es, sin duda alguna, el mejor técnico del mundo.</p>
Category