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<figure id="attachment_7803" aria-describedby="caption-attachment-7803" style="width: 369px" class="wp-caption alignright"><a class="highslide" onclick="return vz.expand(this)" href="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2010/08/Periodistas-en-… loading="lazy" class="size-full wp-image-7803 " title="Periodistas en protesta" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2010/08/Periodistas-en-…; alt="" width="369" height="226" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2010/08/Periodi… 410w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2010/08/Periodi… 300w" sizes="(max-width: 369px) 100vw, 369px"></a><figcaption id="caption-attachment-7803" class="wp-caption-text">El rostro del periodista censurado con el cual reemplazamos nuestros rostros y nos apostamos en línea contra el muro.</figcaption></figure>
<p> El cielo nublado en una mañana de sábado que parece triste aunque sea pleno agosto, el muro penetrando al mar como es costumbre y poco a poco vamos llegando todos los reporteros, saludando, reconociéndonos mientras dejamos nuestras herramientas de trabajo en el suelo: libretas chorreadas de café, cámaras, grabadoras, celulares, plumas, cuadernos….</p>
<p> Tomamos impresos donde se muestra un rostro negro y rojo con ojos, oídos y boca cubiertos: el rostro del periodista censurado con el cual reemplazamos nuestros rostros y nos apostamos en línea contra el muro.</p>
<p> Tomamos turnos para tomar el papel contrario y tomar las fotos. Cubrimos nuestra propia protesta y nos entrevistamos mutuamente bajo la promesa de no identificarnos.</p>
<p> Fue una experiencia anormal para los 50 periodistas tijuanenses estar enfrente de las cámaras, ser parte de la noticia, protestar en lugar de cubrir las protestas, pero con 64 periodistas asesinados y 12 desaparecidos en los últimos 10 años en México, además de cientos que han recibido amenazas, sería ilógico y suicida no hacerlo.</p>
<p> En Tijuana al menos una docena de compañeros han sido perseguidos, amenazados e incluso detenidos ilegalmente por agentes federales como una manera de intimidación en los últimos 4 años.</p>
<p> “El ambiente se ha puesto cada vez más hostil” cuenta un reportero de un medio local que cubre la nota policiaca, “incluso se nos ha culpado de los asesinatos de policías y se nos considera un amenaza para las autoridades. Constantemente nos “conminan” a no publicar tal o cual información los mismos representantes del gobierno”.</p>
<p> Una corresponsal de un medio nacional, me cuenta de lo difícil que es decidir salir a media noche a “corretear el muerto”, de las decisiones tomadas al calor de la adrenalina que la han llevado a sentirse en peligro.</p>
<p> “Solo una vez me han mandado una advertencia,” dice serena, “me mandaron decir por parte de terceros que si me quiero sentir protegida me avoque a dar la versión oficial de las cosas y no ande rascando”.</p>
<p> El Comité de Protección a Periodistas con base en Nueva York, ha publicado desde hace tres años un informe sobre el Índice de Impunidad, a nivel mundial, según este informe, México ha pasado de ser el onceavo país con mayor impunidad en el 2008 al noveno en tan solo dos años, poniendo en evidencia un problema creciente, que tiene que ver no solo con la violencia ejercida, sino también con la falta de justicia.</p>
<p> “Hemos oído promesas de los gobiernos de aprehender a los que asesinan a periodistas, pero hasta que esas promesas no sean cumplidas, los periodistas seguirán siendo blanco de ataques de aquellos que están por encima de la ley e inmunes a las consecuencias” cita la CPJ a su director ejecutivo Joel Simon en su sitio.</p>
<p> “Solo un país, Brasil, ha logrado quedar fuera de esta vergonzosa lista, investigando y procesando penalmente a los responsables de estos crímenes”.</p>
<p><strong>Movimiento Nacional</strong></p>
<p> La manifestación en Playas de Tijuana es sólo la expresión fronteriza de un movimiento nacional llamado “Los Queremos Vivos” diseminado rápidamente a través de redes sociales Facebook y Twitter, en busca de detener la agresión de periodista en todo México y crear mejores condiciones para el desempeño de nuestro trabajo.</p>
<p> El movimiento se galvanizó luego del secuestro de 4 periodistas a manos del crimen organizado en Durango, luego de que estuvieran cubriendo un motín penitenciario en el que los reos exigían la restitución de la directora del penal, acusada de corrupción y complicidad con el crimen organizado.</p>
<p> Luego de la cobertura del motín, los reporteros desaparecieron y los autos de los periodistas fueron encontrados en llamas y días después llamaron a sus editores para comunicar las demandas de sus captores: La transmisión de 15 minutos de video en el cual autoridades de Torreón Coahuila admiten haber colaborado y protegido a grupo criminal, contrario al grupo que secuestró a los periodistas.</p>
<p> Los medios cedieron a la trasmisión y finalmente los periodistas fueron liberados.</p>
<p> Este hecho marca un hito en la violencia contra periodistas en México, en donde además de los asesinatos, desapariciones y amenazas a manos de agentes del gobierno o crimen organizado, ahora se están utilizando a los comunicadores como moneda de cambio y se pretende obligarlos a diseminar información bajo amenaza de muerte.</p>
<p> Denisse Maerker, quién hace un programa semanal para Televisa, -empresa para quien trabaja uno de los secuestrados-, suspendió la trasmisión de su programa, acción que fue aplaudida por la periodista Carmen Aristegui, de la emisora MVS y numerosos columnistas mexicanos que dedicaron sus espacios a hablar sobre la situación de hostigamiento que viven los medios.</p>
<p> En su mayoría, los comunicadores nos sentimos, “a doble fuego”; por un lado con el crimen organizado y por el otro el gobierno, ya que el propio presidente Felipe Calderón ha admitido que “hay un distanciamiento entre medios y gobierno”.</p>
<p> Pero el hostigamiento también ha traído un acercamiento entre los periodistas, una nueva hermandad germinada de la sensación de indefensión y coraje que causa el no poder ejercer el derecho ciudadano de informar y que nos informen.</p>
<p> En Tijuana fuimos 50 frente al muro fronterizo, en Ciudad Juarez 200, en Tamaulipas no pudieron ni eso. Pero por aque-llos que estan bajo amenaza en el norte en el D.F al menos 1200 tomaron Reforma; en Oaxaca –donde han sido asesinados tres periodistas- 200 fueron a manifestarse fuera del palacio de Gobierno como también fueron 200 los que bajo el calor de Hermosillo preguntaron por sus muertos pero a la vez con la esperanza de haber logrado el diálogo, la unidad, que tanta falta hará para seguirnos defendiendo y defendiendo el derecho de todos a saber e informarse sin que esto signifique arriesgar el pellejo en cada cobertura.</p>
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