Que Efecto Tendrá la Visita del Papa en México?

POR Katia López-Hodoyán

(Paul Haring/CNS photo)
(Paul Haring/CNS photo)

La visita del Papa Francisco a México surge mientras el país sufre una serie de desafíos. A pesar de su riqueza cultural y natural, México se ve empañado de una sombra de violencia y corrupción.

El país entiende que ningún otro líder mundial, puede generar tanta atención o devoción como el Papa. Un hecho que se refleja con la presencia de cientos de miles de personas en las calles por las que pasa el pontífice, todas esperando ver al primer Papa Latinoamericano, aunque sea por unos momentos.

Desde un principio el Papa aclaró, que el propósito de su viaje no era ofrecer soluciones políticas, sino promover la paz y misericordia. Pero con el pasar de los días, fue imposible ignorar los problemas del país. Sobre todo cuando son intencionalmente ignorados por el gobierno, ciudadanos y hasta el clero de la misma Iglesia, problemas como la inmigración y el narcotráfico, sin descartar el elitismo, violencia o corrupción.

Sus palabras fueron directas. Al dirigirse a los casi 170 obispos mexicanos en la Catedral de la Ciudad de México, el Papa, en un discurso de siete páginas, le pidió a los obispos que ayuden a los mexicanos a contrarrestar la violencia y corrupción, en vez de esconderse detrás de los privilegios de su puesto.

“No pierdan, entonces tiempo y energías en las cosas secundarias”, le pidió el Papa a los obispos. “No pierdan tiempo enlas las habladurías e intrigas, en los vanos proyectos de carrera, en los vacíos planes de hegemonía, en los infecundos clubs de intereses o de consorterías.”
Las palabras del Papa hacen eco a una serie de problemas que enfrenta México, pero también  la Iglesia Católica en el país. Aproximadamente el 80 porciento de la población es Católica. A pesar de ser la mayoría,  varios fieles han dejado la Iglesia en años recientes,  optando integrarse a iglesias de otras denominaciones cristianas. Un declive que ha llevado a la Iglesia Católica a examinar  la razón por el éxodo repentíno.

Ante las altas críticas contra el presidente de México, Enrique Peña Nieto, algunos expertos creen que el mandatario busca mejorar su credibilidad con la visita del pontífice. Una manera de lucir bajo circunstancias positivas, al lado de una de las figuras más populares y admiradas a nivel internacional.
La desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa, en el sur de México, en el 2014, presuntamente bajo órdenes del gobierno (PRI), desveló la impunidad y otra serie de males sociales que enfrenta el país azteca desde hace décadas. Peña Nieto ha sido duramente criticado por el incidente. Desde entonces su credibilidad a nivel nacional e internacional, no se ha recuperado.
El Vaticano invitó a familiares de los estudiantes desaparecidos a una Misa Papal en Ciudad Juárez, Chihuahua. Misma ciudad que en algún momento tuvo el índice de asesinatos más alto a nivel mundial. Según reportes preliminares, los padres de familia negaron la invitación, pero a su vez, pidieron una audiencia privada con el pontífice.

No obstante, el Papa ha sido bastante directo en denunciar la corrupción en México. También destacó que aunque el gobierno debe asumir su responsabilidad, los mexicanos,  a nivel personal, también deben poner de su parte para llevar adelante al país. El mensaje del Papa ha sido bien recibido por millones de mexicanos, pero sus palabras no necesariamente se transformarán en cambios concretos que reduzcan la pobreza y la violencia. Su visita a los estados de Michoacán, Chihuahua y Chiapas, simbolizan heridas en el pueblo mexicano. Heridas como la violencia, pobreza, inmigración masiva, el narcotráfico y la desigualdad.

En Chiapas, el Papa se dirigió a comunidades indígenas, pidiendo que cese la discriminación.
“El despreciar la cultura y tradición de estas comunidades es contraproducente”, dijo el Papa. Ya que la población indígena forma una parte fundamental en la identidad del país. Al visitar la ciudad de San Cristóbal de las Casas en Chiapas, el Papa dijo:

“El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita. Los jóvenes de hoy, expuestos a una cultura que intenta suprimir todas las riquezas y características culturales en pos de un mundo homogéneo, necesitan que no se pierda la sabiduría de sus antecedentes.”
Hablando en tzotzil, un hombre indígena, respondió diciendo:

“Santo Padre, a pesar de que tenemos mucho dolor por tantas injusticias, tenemos mucha fe en Dios. Nuestra fe nos ha mantenido en pie de lucha por el Reino de Dios.”

La devaluación del peso mexicano representa otro desafío para el país. En tan solo un año ha bajado un 10 porciento la moneda nacional. Se teme que con ésto, surjan problemas económicos aún más graves para México. Problemas que podrían producir otra ola de inmigración masiva. El tema no es uno nuevo, pero sí uno que podría empeorar. En cuanto a la economía de la visita papal, el Vaticano no provee  ningún  monto monetario para compensar por los costos que asume el país, ya sea en materia de seguridad o infraestructura. Al contrario, embajadores constantemente invitan al Santo Padre a visitar sus países, ya que la ganancia económica sobrepasa los costos que asume el país anfitrión.

Cuando el Papa visitó Filadelfia en el 2015, la ciudad pronosticaba gastar 12 millones de dólares en preparativos, pero las ganancias locales alcanzaban un rango de 418 millones de dolares.

En cuanto al tema de la inmigración, el Papa giró la atención hacia México y no a los países aledaños. El Papa le pidió al gobierno que se responsabilice en desarrollar empleo para que el pueblo mexicano no tenga que acudir a Estados Unidos para ganar un sueldo decente. El simple hecho que el Papa decidió visitar la ciudad de San Cristóbal de las Casas en Chiapas, frontera con Guatemala, y al norte del país, celebrar una Misa en Ciudad Juárez,  Chihuahua, frontera con El Paso, Texas, representa un mensaje muy claro: La inmigración es un tema que nace en casa y no en territorio internacional.

Las visitas papales, al menos en México, seguido vienen y van. Ahora lo que queda por ver, es si el viaje del Papa Francisco tendrá un efecto duradero que provoque un cambio social en México. Sobre todo, ya cuando las pancartas de bienvenida se desprendan y millones de mexicanos vuelvan a casa y regresen al ritmo de su vida cotidiana.

Category