Raymond Uzeta regresó del retiro para fortalecer la Chicano Federation

Por Alexandra Mendoza
Ray_Uzeta_2010
Raymond Uzeta no piensa en el retiro. Ya lo vivió y no lo extraña.
En 2010, el hijo de padres mexicanos anunció su retiro luego de 20 años de dirigir la Organización no Lucrativa de Chicano Federation, sin imaginar que regresaría poco después.

La vida en jubilación resultó ser demasiado tranquila para Uzeta, quien estaba acostumbrado a recibir cientos de llamadas telefónicas y correos electrónicos cada semana. No pasó mucho tiempo para que extrañara la constante interacción con otras personas y otras actividades, relacionadas a su labor como Presidente y CEO en la organización no lucrativa.

“Un día viendo la televisión me pregunté ¿por qué me retiré?”, recuerda Uzeta.
En medio de una restructuración de la organización, la junta directiva le pidió regresar como presidente interino. Aunque en un principio la idea era que su regreso fuera temporal, finalmente lo convencieron de regresar al puesto que lideró por dos décadas.

Raymond Uzeta tomó las riendas en 1991, y desde entonces, consolidó programas de asistencia para familias de escasos recursos, desde liderazgo, salud, capacitación laboral, cuidado de niños, servicios para personas de la tercera edad, y vivienda accesible.

En aquel entonces, el presupuesto de la organización era de 550 mil dólares, y daba empleo a 18 personas. Hoy en día, el presupuesto es de 11 millones de dólares con una fuerza laboral de 65 empleados.
“Es una satisfacción el saber que estamos impactando positivamente la vida de las personas”, comentó el Presidente de Chicano Federation.

Aunado a esta labor, desde el inicio de su carrera profesional, ha estado involucrado en otras organizaciones no lucrativas en todo California. De esta manera, Uzeta ha podido aportar su granito de arena para apoyar a muchas familias latinas, que al igual que la suya, trabajan arduamente para sacar a los suyos adelante.
Uzeta creció en un vecindario de clase trabajadora, junto a su madre y siete hermanos en San Francisco, California. Su padre murió de neumonía cuando éste tenía seis meses de nacido, dejando a su madre como jefe de familia.

Uzeta recuerda cómo su madre trabajaba en el rubro de empaque de comida día y noche, lloviera o relampagueara, para sacar su familia adelante.

Sus hermanos mayores se vieron forzados a trabajar, y fue por ello que el ir a la universidad no pasó nunca por su mente. Inclusive, recuerda que su madre le pedía seguir tres pasos: terminar la preparatoria, no meterse en problemas, y obtener un buen empleo.
Bastó con que uno de sus amigos lo motivara para que Raymund ingresara a la universidad a los casi 30 años.

“A veces es todo lo que se necesita, alguien que te dé un empujón y tener la motivación”, considera.
En base a su esfuerzo, logró egresar de la Universidad de California Berkeley, en la carrera de Trabajo Social, y obtuvo una maestría en Administración, en  la Universidad de San Francisco.

Esta vocación lo trajo a San Diego en 1979, donde tuvo una oferta para formar parte de una organización no lucrativa. La idea era quedarse por un año, y terminó siendo por mucho tiempo más.
Ha sido en este campo donde Raymond Uzeta, se ha desempeñado desde entonces, asegura que son estas agrupaciones, las que defienden a la comunidad.

“Las organizaciones no lucrativas, difunden lo mejor de nuestra humanidad, sea lo que sea que nos importe profundamente, estoy seguro que hay una organización no lucrativa, en algún lugar lidiando con ese problema”, mencionó Uzeta, recordando las palabras que dio en su discurso y serían su despedida de Chicano Federation.
Por lo pronto, Uzeta se dice feliz de estar de regreso en la organización, experiencia que disfrutará por mucho tiempo más.