Regresos Indignos

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

México está tomando medidas “para un retorno digno, seguro y ordenado”, y para “facilitar la reinserción integral y productiva” de sus migrantes, dijo presidente mexicano Enrique Peña Nieto hace una semana en la Cumbre Unión Europea-América Latina, básicamente porque “México se está acercando a una tasa de emigración neta de cero por ciento” y cada vez es mayor el número de connacionales que retornan a su patria.

¡Orale!

¡Qué bonito! Los deportados, traumatizados por la brusca separación de sus familias, la pérdida de sus empleos, su modo de vida y los de sus familias, se han de sentir bien padre de que el gobierno mexicano los reciba con los brazos abiertos y los “reinserte” a la sociedad.

Nomás que no es así. Como en muchos otros temas, Peña nieto no sabe de lo que habla.

La misma semana en que Peña Nieto se echó su discursito en Europa, la Unión de Libertades Civiles y otras 92 organizaciones civiles de Estados Unidos, México, Honduras, El Salvador, Bolivia, Argentina y Ecuador le mandaron una cartita al Relator Especial de las Naciones Unidas para Migración, pidiéndole su intervención para que la Migra le deje de robar sus pertenencias a los deportados.

Resulta que la Migra, a pesar de una cosa que llamada la “Revisión Universal Periódica”, hecha en mayo de este año tiene prácticas que le impiden a los migrantes retener sus pertenencias cuando están en proceso de deportación. Esto implica confiscarles su dinero, teléfonos celulares, identificaciones y otros documentos, además de reportes de que ni siquiera los anillos y aretes les son devueltos.

Este robo se complica con el hecho de que la Migra tiene por costumbre, según investigaciones de CNN y el Centro de Estudios de Latino América de la universidad de Arizona, de deportar a los migrantes “durante la noche y en áreas conocidas como territorio de carteles criminales” y sin ningún recurso para contactar a sus familiares, ya sea en Estados Unidos o en México u otros países. Como consecuencia, son sujetos de secuestros, violaciones y otros delitos.

Regresos Con Dignidad

Ante la ignorancia del gobierno mexicano y sus choros de regresos dignos y demás, la misma Unión de Libertades Civiles le está buscando por otro lado, y ganó una demanda para permitir el regreso, pero para Estados Unidos, de unos 30 mil deportados.

Entre otros abusos, resulta que la Migra no le informó detalladamente a miles de migrantes que tenían derecho a ver a un Juez de Migración antes de dejar el país. Es el famoso truco de la llamada “deportación voluntaria”, en que se le hace creer al migrante que si firma su propia deportación, quedara con un expediente libre de antecedentes. Falso, porque la llamada Ley del Castigo le impide al migrante procesar nada legalmente para volver a Estados Unidos por 3 o diez años, dependiendo de qué tanto tiempo haya estado en los Unites. Muchísimos deportados podrían haberse quedado en Estados Unidos por tener familiares ciudadanos, hijos nacidos acá, o familiares con residencia legal que podrían ayudarlos a quedarse aquí. La deportación “voluntaria” arruinó sus posibilidades.

El caso legal contra la Migra significa que miles de personas podrían volver, si cumplen algunos requisitos. Para empezar, tiene que haber sido deportados desde California, por la Patrulla Fronteriza del Área de San Diego, aunque se está analizando si se puede ampliar el rango, entre el 1 de junio de 2009 y el 28 de agosto del 2014.

Después, no hay que tener antecedentes criminales en Estados Unidos, y después, tener parientes, padres o hijos o hermanos ciudadanos que puedan “peticionarlos”. El plazo para pedir el retorno debe hacerse antes del 23 de Diciembre, y para mayor información, búsquela con la Unión de Libertades Civiles, info@aclusandiego.org, P.O. Box 87131, San Diego, CA 92138, United States, teléfono (619) 232-2121.

En vez de andar haciendo planes de retorno “digno, seguro y ordenado”, México haría bien en enterarse de cuál es el problema real, y demandar a la Migra gringo por los atropellos y robos descarados de que hace objeto a los migrantes.

Pero, claro, eso es como pedirle peras al olmo, porque la situación es prácticamente igual en la frontera sur del país, donde los centroamericanos y otros migrantes ven sus derechos violados a diestra y siniestra.

Jorge Mújica Murias jmujicam@gmail.com