Ricardo Gareca: El Mago de las Supersticiones

El técnico argentino se aferró a sus muy extrañas cábalas para llevar a Perú a su primera Copa del Mundo en 36 años

<figure id="attachment_43732" aria-describedby="caption-attachment-43732" style="width: 300px" class="wp-caption alignright"><a href="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2017/11/supersticiones-… loading="lazy" class="size-medium wp-image-43732" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2017/11/supersticiones-…; alt="" width="300" height="200" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/11/superst… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/11/superst… 610w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"></a><figcaption id="caption-attachment-43732" class="wp-caption-text">LIM01. LIMA (PERÚ), 08/06/2015.- El director técnico Ricardo Gareca (i) durante el entrenamiento de la selección de fútbol de Perú hoy, lunes 8 de junio de 2015, en Lima (Perú), como preparación para la Copa América 2015, en Chile. EFE/Paolo Aguilar</figcaption></figure>
Repetir actos de manera compulsiva es para algunos un síntoma de trastornos mentales, para otros se trata simple y sencillamente de supersticiones.
En el mundo del fútbol las cábalas son tan viejas como el primer partido de la historia y en pleno Siglo XXI los técnicos y jugadores se siguen encomendando a ellas para llamar a la buena suerte.
El caso del entrenador argentino Ricardo Gareca es uno de los más recientes en esta rara colección de místicos personajes supersticiosos.
El técnico logró clasificar a Perú a su primer Mundial en 36 años y además de su gran trabajo táctico, el estratega recurrió a varias cábalas para lograr el objetivo.
Una de las primeras órdenes que dio cuando tomó el mando de la selección rojiblanca fue la de prohibir a sus jugadores sintonizar canciones de Marc Anthony.
Las malas vibras que le trae el intérprete puertorriqueño se remonta a la experiencia negativa que sufrió en 2006 cuando dirigía en Colombia al Independiente de Santa Fe.
Gareca le atribuye el mal momento que vivió en el país cafetero a las canciones de Marc Anthony que sus jugadores ponían en el vestuario y desde esa ocasión no ha vuelto a escuchar una sola interpretación del artista boricua.
Otra superstición muy arraigada en el técnico de de la selección peruana es ir a buscar una novia a punto de casarse para sacarse una foto con ella.
Días antes de partidos muy importantes, Gareca se da a la tarea de aparecerse en una iglesia o en un banquete para arrimarse a la novia y sacarse la foto de la buena suerte.
Así como Gareca, hay figuras del presente y del pasado que se han distinguido por su gran calidad en la cancha, pero también por sus arraigadas supersticiones.
David Beckham 
El que fuera jugador del PSG, Real Madrid, Manchester United y LA Galaxy confesó hace unos años que tiene un desorden obsesivo-compulsivo que le hace tener manías de lo más curiosas. En este sentido, el inglés siempre tiende a poner las cosas en línea recta o por pares. Pero sin duda, la más conocida de sus supersticiones tiene que ver con la ropa interior porque acostumbraba comprarse calzoncillos cada dos semanas ya que sólo los usaba una vez y después los tiraba.
Cristiano Ronaldo 
Una de sus supersticiones más conocida es la que lo lleva a ser siempre el último jugador en saltar a la cancha. 
Además, cuando pisa el césped, el delantero portugués del Real Madrid lo hace siempre con el pie derecho y dando un salto para no pisar la línea de cal.
Iker Casillas 
El arquero español es uno de los futbolistas en activo que más rituales sigue. El actual portero del Porto tiene cinco supersticiones. Lo primero que hace es recortar las mangas y parte del cuerpo de sus camisetas para que estén a la altura que le gusta. Siempre juega con calentadores, sea verano o invierno, y además lleva las medias del revés por consejo de un preso gitano. Una vez dentro del campo, antes de empezar el juego, traza con la pierna izquierda un surco que va desde la media luna del área hasta la línea de gol. Por último, cada vez que su equipo anota un gol, toca el larguero con la mano izquierda.