México del Norte
Por Jorge Mújica Murias
El anuncio de la candidatura del multimillonario Donald Trump para presidente de Estados Unidos el martes pasado dejó mudos a los mexicanos. Por tres segundos. Después de ese momentáneo momento de mudez por estupor, los comentarios no han parado. Es obligado agregar el mío.
El anuncio es sí no es mayor novedad. Excepto por las elecciones de 2008, Trump ha expresado su intención de ser candidato presidencial en cada elección desde el 2000, y una vez antes, en 1988. Es un archimillonario, con una fortuna estimada (por él mismo), en 7 mil millones de dólares, es dueño de docenas de empresas y compañías, desde dulces hasta televisión, y de millones de metros cuadrados de la isla de Manhattan, donde se encuentra la ciudad de Nueva York.
Y además, es racista y estúpido. No necesariamente en ese orden. Siempre la ha traído con los mexicanos, y este año se le destapó la bilirrubina la noche de los óscares, cuando Alejandro González Iñárritu se ganó tres premios. “Es ridículo”, se quejó Trump en twitter. “Este tipo no paraba de subir y subir, ¿qué está haciendo, se va a marchar con todo el oro?”
Ahora, al anunciar su participación electoral, volvió a agarrar de barquito a México. “Los mexicanos”, dijo, “no son nuestros amigos” y propuso construir “un gran muro en la frontera sur y hacer que México lo pague”. Tal vez no sabe que ya hay un muro, pero como también tiene negocios de construcción quiere hacer otro. “Nadie puede hacer bardas como yo”. Tampoco sabe, por lo visto, que casi la mitad de los inmigrantes indocumentados llegan con visa, no cruzando muros.
Después de aclarar que “Soy realmente rico”, calificó de “estúpidos” a los dirigentes del país, de Barack Obama para abajo, y arremetió de nuevo contra los mexicanos, diciendo que “México no nos manda a su mejor gente, sino gente con muchos problemas”, y calificó a los inmigrantes como “personas que traen drogas, crímenes, violadores”.
Estúpida y Peligrosa
A la mejor Trump va a agarrar de VicePresidenta a Ann Coulter, también millonaria metida a comentarista política, de ultraderecha, apoyadora de grupos ultranacionalistas y anti-inmigrantes como V-Dare.
Hace apenas dos semanas Coulter declaró algo muy parecido a lo que dijo Trump: “Acostúmbrense a que sus niñas sean violadas por inmigrantes”, dijo, en una entrevista con Jorge Ramos. Según Coulter, quien promueve su nuevo libro “Adiós América: El plan de la Izquierda para Convertir Estados Unidos en un País del tercer Mundo”, este país “dejará de ser de blancos, para convertirse una nación de inmigrantes que violan a niñas”.
Dice que “estos van a ser los Estados Unidos de La Raza, va a ser Uganda, básicamente. Y acostúmbrese a tener buses y metros segregados, así como los tienen en India y México, por la manera que tratan y abusan sexualmente a las mujeres ahí; acostúmbrense a que sus niñas sean violadas y queden embarazadas”.
Ya de remate, Coulter dijo que uno de cada cuatro mexicanos ya vive aquí, y nos calificó a todos de terroristas: “Si no quieres que te maten los de ISIS no vayas a Siria. Si no quieres que te mate un mexicano, no hay nada que pueda decirte”, dijo.
En su libro, Coulter dice, entre otras cosas, que los cárteles mexicanos, no ISIS, fueron los primeros en degollar gente y poner videos en internet; que uno de ésos videos de ISIS en 2010 era en realidad mexicano; y que la cantidad de presos inmigrantes en Estados Unidos es “astronómica”.
De vuelta al sexo, argumenta que uno de cada seis partos en Perú y Argentina son de niñas entre 10 y 15 años, y que entre esas edades en Estados Unidos son de hispanos; y termina diciendo que en 31 estados de México es legal tener relaciones sexuales con niñas de 12 años.
Las mentiras y los cálculos de cuántos mexicanos vivimos en Estados Unidos no me preocupan. Pero me preocupan las alusiones sexuales. La palabrería relativa al sexo siempre es impactante.
Dylann Storm Roof, el chamaquito blanco que disparó contra la congregación de la Iglesia Metodista Episcopal Africana Emanuel en Charleston, declaró que “Tenía que hacerlo. Ustedes violan a nuestras mujeres y se están apoderando de nuestro país. Y tienen que irse”.
Orates como ése son la audiencia natural de Coulter y de Trump. El archibillonario está en último lugar en las encuestas, pero el peligro no está en que gane las elecciones, sino en el peligro de que cada vez que abra la boca invite a masacrarnos por violadores…
Jorge Mújica Murias jmujicam@gmail.com