<p>México del Norte<br>
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<p> “Despiden al cónsul en Dallas por sospecha de corrupción”. Así canta el encabezado de una nota publicada esta semana, en la que la Secretaría de Relaciones Exteriores Patricia Espinoza confirma lo publicado por el Dallas Morning News hace una semana.</p>
<p> Enrique Hubbard, hasta ahora Cónsul General de México en Dallas “fue removido de su cargo”. Según Espinoza, la Procuraduría General de la República está investigando al cónsul “por presuntos actos de corrupción e irregularidades financieras”.</p>
<p> La presunción es de que Hubbard permitió “que funcionarios del consulado se beneficiaran personalmente en la venta de fotografías y copias, así como por quedarse con dinero de trámites de pasaportes”.</p>
<p> A final de cuentas, según el principio de que nomás es sospechoso pero todavía no culpable, dice la Secretaría que Hubbard “será trasladado a un nuevo destino”, aunque cita el mentado artículo que “las acusaciones de malos manejos financieros en el consulado fueron verificadas por tres funcionarios mexicanos, tanto en México como en Estados Unidos”. Como quien dice, de aquí a que se resuelva el caso, por allá por el año 2016, el funcionario seguirá gozando de su salario en algún otro lugar donde, sin duda alguna, también se venderán pasaportes.</p>
<p> Y ahí es ‘onde la puerca tuerce el rabo. Hubbard tenía fama de defender a la raza y de oponerse a las leyes anti-inmigrantes de ciudades como Irving y Farmers Branch, pero sobre todo era el jefe del tercer consulado más grande acá en México del Norte, con 45 empleados y que procesa más de 50 mil documentos de identificación al año. Dicen que 700 paisanos pasan por el consulado cada día, y ahí entran “miles de dólares diarios en cuotas por los documentos que provee”.</p>
<p> Lo cotorro, que Patricia Espinosa se llenó la boca diciendo que “una de las consignas del gobierno de Felipe Calderón para combatir la corrupción es perseguir e investigar cualquier irregularidad. Nuestro compromiso es mejorar los servicios de la cancillería, en particular en el tema de pasaportes”.</p>
<p><strong>Robos descarados</strong></p>
<p> La cosa es que hay un papelito por a’i, llamado Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que hasta la última vez que la leí dice en el Artículo 11 que “Todo hombre tiene derecho para entrar en la República, salir de ella, viajar por su territorio y mudar de residencia, sin necesidad de carta de seguridad, pasaporte, salvo-conducto u otros requisitos semejantes”.</p>
<p> Y se preguntará el lector ¿por qué entonces venden pasaportes los consulados?</p>
<p> Pues por tranzas.</p>
<p> Hace cuatro años Vicente Fox pactó la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad en América del Norte, ASPAN, el 22 de marzo de 2005, y a partir de ahí se concedió a las autoridades aeronáuticas el derecho de violar la ley. Desde entonces es “obligatorio presentar una identificación oficial al momento de documentarse y posteriormente al momento de abordar el avión”. El texto viene de la página Web de Aviacsa, pero la regla es general. Dice un trabajador de American Airlines que “Sí necesitas pasaporte mexicano vigente… a partir del 23 de enero del 2007 es obligatorio para todos los pasajeros. Ya NO es suficiente con presentar tu carta de residencia o greencard… las aerolíneas tienen el derecho y la obligación de negarte el abordaje, ya que abordar a un pasajero sin los documentos apropiados conlleva a una multa mas de 100,000 USD…”</p>
<p> Además de la asquerosa anticonstitucionalidad de la medida, sucede que no todos los mexicanos somos iguales, al menos los que vivimos en Estados Unidos. Quienes se naturalizaron ciudadanos de este lado están obligados, aquí si por ley, a tener pasaporte gringo. Los residentes legales pueden entrar y salir del país con su I-551, la famosa “green card”, y los mojados… pues no necesitan pasaporte porque los gringos no les dan visa aunque tengan.</p>
<p> Relaciones Exteriores misma establece que quienes “no cuenten con pasaporte mexicano, deberán obtener su pasaporte o un documento emitido por una Embajada o Consulado Mexicano donde se haga constar que el portador es ciudadano mexicano. Ese documento deberá presentarse para salir de Estados Unidos”.</p>
<p> “Ese” documento puede ser la credencial de elector, la matrícula consular, la cartilla militar o (acompañado de otra identificación con fotografía), el acta de nacimiento, el certificado de bautizo, o un certificado de nacimiento. Es más. Gratuitamente, el consulado puede expedir un certificado de presunción de nacionalidad.</p>
<p> Claro que esta información no está en ninguna pared de ningún consulado. La tranza no está en Dallas. Está en vender miles de pasaportes cada día a la gente que no sabe que no los necesita.</p>
<p> Olvídese de Hubbard, que de perdida defendía a los paisanos. Para “combatir la corrupción y perseguir e investigar cualquier irregularidad” habría que comenzar por despedir a Calderón y a Espinosa y “trasladarlos a un nuevo destino”.</p>
<p><a href="mailto:mexicodelnorte@yahoo.com.mx"><em>mexicodelnorte@yahoo.com.mx</em…;