Sexto Sentido

México del Norte
Por Jorge Mújica Murias

    Según pasan los días (y se acercan las elecciones), la discusión sobre inmigración se vuelve más rara. Ya de por si la Ley SB 1070 de Arizona vino a enrarecer el aire, con la discusión sobre la raza como causa de “sospecha” para pedirle a uno los papeles, pero las cosas están yendo a un extremo.

    En el lado bueno de las cosas está la decisión de la administración de Barack Obama (una de cal por las que van de arena), de desafiar legalmente la famosa ley, aunque no por el perfilamiento racial, que dicen que no puede argumentarse hasta que la ley entre en vigor y haya víctimas, sino sobre la base de que las políticas migratorias están reservadas para el gobierno federal y no los estados. Es poco y demasiado tarde, como dicen por acá, pero “haiga sido como haiga sido”, el gobierno federal se sumó a la lucha contra la SB 1070.

    Ya eso puede sonar raro, porque si Barack se ha distinguido por algo es por  ponernos en la torre más que ayudarnos, pero dos Republicanos lo han dejado francamente chiquito.

    Resulta que Steve King, congresista Republicano de Iowa, quiere parecerse a su casi homónimo Stephen King, el autor de obras de terror-ficción, marcianos y mascotas asesinas, y trata de emular al chamaquito de la película “El Sexto Sentido”, aquél que “veía gente muerta”, nomás que este ve “inmigrante ilegales” por todos lados.

    Por increíble que parezca, Steve King dijo en la Casa de Representantes, en Washington, que la ley de Arizona no es racista, porque “hay personas que tienen un sexto sentido para identificar inmigrantes ilegales”. Así como Usted lo oye. “No me pregunten cómo”, dice el congresista, “pero hay personas que pueden detectar a un inmigrante ilegal con verle la ropa, cómo se comporta, su acento y de otras formas”.

    A la mejor King no lo sabe, pero exactamente ese tipo de “identificaciones” para un “sospechoso” son las que constituyen el “perfilamiento racial”. Si le interesa ver el video, chéquelo en You Tube.

“Si puedo con mi perro…”

   Pero con todo y todo, King no se lleva las palmas en el debate migratorio. Un candidato (para variar Republicano) a congresista también de Iowa, de nombre extranjero, Pat Bertroche, acaba de dar el último ejemplo de por qué no se debe usar el término de “illegal alien” para hablar de los seres humanos. Simple y sencillamente, les quita la característica de humanos. Y una vez que ya se les quitó lo humano, se puede hacer con ellos cualquier cosa.

   Por ejemplo, ponerles un microchip de computadora.

   En un foro de candidatos allá en Iowa, Bertroche salió con la fabulosa idea de que,  para poder localizar a todos los inmigrantes en un momento determinado y así evitar que los turistas se queden cuando se vence su visa y los estudiantes extranjeros cuando acaben de estudiar, les inserten un microchip.

   Lo peor del caso es la forma, la frase exacta que Bertroche usó para hacer su sugerencia: “Yo apoyo la idea del microchip”, dijo el suspirante a Congresista. “Yo le puedo poner un microchip a mi perro, y así lo puedo encontrar. ¿Por qué no le podemos poner un microchip a un ilegal?”

   Eso va mucho más allá de la idea de “ver ilegales con un sexto sentido”. Cuando se hace un perfilamiento racial por lo menos se sigue hablando de seres humanos que pertenecen a un grupo étnico, pero comparar a los inmigrantes con los perros es el colmo. Comparar a los inmigrantes como animales es el primer paso para negarles sus derechos humanos, ya no digamos sus derechos laborales o sus derechos civiles. Lo único que falta es que propongan ponerles una correa… Ahh, momento, eso ya se hace… En Arizona, nomás por citar un lugar, el Alguacil Arpaio encadena a los indocumentados aunque los hayan agarrado por manejar sin licencia de manejo y no por un crimen mayor.

   El paso siguiente será comprarlos y venderlos, supongo, como a los cachorritos en una tienda de mascotas… o como a los esclavos.

   Y por eso lo de Obama contra la SB 1070 es poco y demasiado tarde. La mentada “falta de acción” del Congreso y el gobierno federal es cierta. La carencia de un plan para la prometida reforma migratoria no solamente causa eventos como la de aprobar la SB 1070 en Arizona, sino idioteces del tamaño de las de King y Bertoche. Obama no puede resolverlo todo, pero de perdida podría parar las redadas y deportaciones, y tratarnos como seres humanos… antes de que sea demasiado tarde…

Contaco Jorge Mújica Murias at mexicodelnorte@yahoo.com.mx