Sobrevivientes de ‘La Bestia’ Piden Liberación de Hondureños Detenidos

Por Alexandra Mendoza DSC_0046

Un grupo de cuatro inmigrantes hondureños que tienen alguna mutilación a consecuencia de su trayecto desde Centroamérica a los Estados Unidos visitaron San Diego para pedir la liberación de cinco connacionales que solicitaron asilo político y se encuentran ahora en un centro de detención en Otay Mesa.

Al igual que ellos, José Luis Hernández, miembro de la Asociación para Migrantes Retornados con Discapacidad (AMIREDIS), llegó a los Estados Unidos hace un año en búsqueda de mejores oportunidades.

En su travesía desde su país de origen, cayó del tren conocido como “La Bestia” – utilizado frecuentemente por inmigrantes centroamericanos para atravesar México – lo que lo dejó sin una pierna y sin brazo, asi como algunos de sus dedos.

Aun así, y ante la falta de oportunidades en su natal Honduras, llegó hasta la frontera de Texas para solicitar un asilo político, no sin antes tener que esperar dos meses en un centro de detención.

Una vez que su petición fue aprobada, fue a radicar a Maryland. Hernandez ahora ha regresado, junto a otros tres compañeros, a la frontera para denunciar los peligros a los que son expuestos inmigrantes centroamericanos que salen de casa en búsqueda del sueño americano.

“Todos nosotros sufrimos mutilaciones a consecuencia de querer buscar una mejor vida en este país, lamentablemente solo en Honduras habemos 713 personas mutiladas por el tren”, denunció el inmigrante y activista. “Eso es sólo de quienes tenemos registro. Sabemos que hay muchos más”.

En los últimos cinco años, este grupo tiene registro de 340 muertes de inmigrantes en el tren “La Bestia”.

Hernández, señaló que es necesario que las autoridades federales mexicanas inviertan recursos para alertar a inmigrantes y refugiados sobre los peligros a los que se exponen en la ruta desde su país hasta la frontera estadounidense, en donde no todos podrán obtener asilo político.

“Necesitamos que nuestros gobiernos se preocupen por esta realidad, al menos en generar fuentes de empleo para las personas con discapacidad, que tengamos acceso a una seguridad alimentaria, medicinas, vivienda digna para vivir con nuestras familias que fue básicamente por ello que emigramos”.

En San Diego, el grupo ya ha solicitado hablar con sus connacionales hondureños quienes se encuentran en el centro de detención de Otay Mesa, ya que temen no estén recibiendo la atención médica que requieren.

“Son seis compañeros, a uno le faltan sus dos piernas, una pierna y así, ya llevan seis semanas ahí y están desesperados por salir. Es difícil y nosotros estamos aquí para apoyarlos”, comentó Hernández.

Enrique Morones, director y fundador de Ángeles de la Frontera, organización que les ha apoyado desde su llegada, señaló que el caso de estos inmigrantes hondureños debe escucharse para evitar que más personas pasen por lo que ellos han tenido que sufrir.

“Muchas personas no saben que en primer lugar es muy difícil obtener asilo, pero los que están detenidos vinieron engañados pensando que podrían obtener asilo como los niños centroamericanos hace unos años”, resaltó el activista.

Everard Meade, director del Instituto Transfronterizo de la Universidad de San Diego (USD) recordó que el flujo de inmigrantes centroamericanos no ha cesado desde que se registró un auge en 2014. Incluso, el número se ha incrementado en los últimos meses.

“Hay miles de centroamericanos que ya están viniendo a Estados Unidos, es un viaje difícil, las condiciones de los derechos básicos son terribles, los peores en la historia, las condiciones humanitarias son terribles, pero la cosa es que hay muchos compañeros que están pasando por la misma ruta”.

El académico señaló que cuando éstos llegan a la frontera, cerca del 85 por ciento de las solicitudes son rechazadas por autoridades norteamericanas.–

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