Trágate tus Palabras

<figure id="attachment_41158" aria-describedby="caption-attachment-41158" style="width: 300px" class="wp-caption alignright"><a href="/sites/default/files/2017/07/Azzaro.png"><img loading="lazy" src="http://laprensa-sandiego.org/wp-content/uploads/2017/07/Azzaro-300x152…; alt="" width="300" height="152" class="size-medium wp-image-41158" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/07/Azzaro-… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/07/Azzaro… 846w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"></a><figcaption id="caption-attachment-41158" class="wp-caption-text">Flavio Azzaro en su Programa “Futbol al Horno”</figcaption></figure>
Sería irresponsable de mi parte hablar de algo que no conozco.
Sería petulante de mi parte creer que todo lo que digo representa la verdad absoluta.
Sería estúpido de mi parte faltarle el respeto a todo un país para tratar de defender a capa y espada mi punto de vista.
Irresponsables, petulantes y estúpidos son los dos periodistas argentinos que por atacar al futbol mexicano terminaron por lastimar el sentimiento de todo el país.
El programa “Futbol al Horno”, que se transmite en aquel país sudamericano, se conforma con la presencia de ocho comentaristas que, como perros en brama, se atacan unos a otros.
El conductor de la emisión es Flavio Azzaro, un joven argentino de barbanegra, palabras necias e ideas cortas.
En su emisión del pasado 2 de julio, por alguna inexplicable razón, los participantes del programa comenzaron a agraviar al futbol mexicano, y después al país entero.
“El futbol mexicano es una mier…!”, exclamó Azzaro.
“Les apuesto que ninguno de los que estamos aquí hemos visto jamás un partido entero del futbol mexicano porque el futbol mexicano es una caga… es una mier…”, dijo el argentino.
Los atroces comentarios dejaron de relacionarse con el fútbol cuando Augusto César, otro de los comentarista ahí presentes, arremetió en contra de México entero.
“Lo único bueno de México es el Chavo”, dijo César en referencia al personaje que inmortalizó a Roberto Gómez Bolaños, “Chespirito”.
“Fuera del Chavo, México no existe como país”, continuó César.
La pasión por defender un punto de vista relacionado con el deporte puede llevar a cierta gente a cruzar el límite de lo soportable.
Azzaro está en su derecho de decir que el “futbol mexicano es una mier…”, y aunque está en su derecho, eso no quiere decir que está en lo correcto.
En muchos aspectos, si no es que en todos, la Liga Mexicana se lleva de calle a la Liga Argentina de fútbol.
La gran mayoría de las canchas argentinas son unos verdaderos potreros.
Los estadios argentinos se están cayendo a pedazos porque los equipos están quebrados y no tienen un solo peso para cuidar o renovar sus instalaciones.
El estadio más moderno de Argentina tiene más de 30 años de haber sido construido.
Con 30 equipos de ínfima calidad, salvo Boca Juniors y River Plate, la Primera División de Argentina es una reverendo desastre.
A la Liga Mexicana llegan jugadores extranjeros de gran nivel que hacen que el torneo sea muy bueno, muy competitivo y muy divertido.
Más allá del fútbol, al periodista que aseguró que México no existe como país, se le olvidó que en territorio azteca han surgido los movimientos sociales más importantes de nuestro continente.
Se le olvidó que México es cuna de grandes pensadores, excelsos representantes de las artes plásticas y consumados literatos.
Los comentaristas que protagonizaron este insensible y absurdo ataque a México, a sus raíces, a su cultura y a su gente, se pasaron de irresponsables, petulantes y estúpidos.

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