El arribo de Landon Donovan al León es un capítulo más en la larga historia de odio y amor que existe entre el jugador y los mexicanos.
Por León Bravo 
¿Cómo es posible que el villano deportivo más odiado de los mexicanos ha pasado a ser ahora uno de sus huéspedes distinguidos?
¿Cómo es posible que la afición, a la que muchas llegó a ofender, se entregue ahora a sus pies?
¿Cómo es que un hombre que lleva más de un año sin tocar un balón represente ahora la esperanza
de un equipo para ganar un título?
¿Cómo es que en la etapa más brillante de su carrera rechazó jugar con las poderosas Águilas del América y ahora, a sus 36 años de edad, acepta jugar para el Léon?
Es casi imposible encontrar respuestas a estas preguntas porque Landon Donovan es un hombre enigmático al que muy poca entiende.
El referente histórico del fútbol estadounidense es un rebelde que odia la rutina, que evade los lineamientos establecidos y que esquiva los planes de vida.
Su carácter desenfadado, su personalidad histriónica y su explosivo temperamento lo llevaron muchas veces a decir y hacer cosas que hirieron la susceptibilidad de los mexicanos.
Imposible olvidar el día en que uno de sus goles se convirtió en la sepultura de la selección mexicana en el Mundial de 2002.
Difícil borrar de la memoria el día en que dijo “a los jugadores de mexicanos quiero verlos de rodillas, humillados, quiero verlos llorando”.
Donovan tomó la rivalidad con la selección mexicana como algo personal y eso lo llevó a convertirse en el desalmado verdugo del Tri.
De los 17 enfrentamientos que sostuvo en contra de México, el “Capitán América” ganó 10, empató cuatro y apenas perdió tres.
En esos choques, Donovan marcó seis anotaciones, ninguno otro jugador de la Concacaf ha logrado perforar tantas veces la portería mexicana.
Con toda esas historias a cuestas es que Donovan llega al futbol mexicano.
Con todas estas historias es que Donovan se convirtió en el villano favorito de los mexicanos.
El gol del Mundial 2002
Fue Donovan quien sentenció el famoso 2-0 en el partido de octavos del Mundial 2002 cuando mandó un cabezazo a la red de Óscar Pérez en el minuto 65 de la victoria contra México. Esa anotación es el mejor momento en la historia de la selección de Estados Unidos y el más doloroso para el Tricolor.
No se aguantó las ganas
Este es el momento en que Donovan se convirtió en el enemigo número uno de México. Durante un entrenamiento de la selección Sub-23 de Estados Unidos en el Estadio Jalisco, antes de la semifinal del Preolímpico de la Concacaf rumbo a Atenas 2004, Donovan orinó sobre la cancha. Fue un acto que provocó el enfado de todo México. Un día después, Donovan y selección fueron aplastados 4-0 por El Tri.
“¿Dónde está México?”
El 4 de septiembre de 2005 era una día muy especial para Donovan. La selección de Estados Unidos consiguió el pase al Mundial de Alemania 2006 con una victoria de 2-0 sobre México en Columbus. Después del partido, Donovan atendió a los medios mexicanos y preguntó, “¿dónde está México?”.
Trata de cruzar la frontera
Mostró su buen sentido de humor al aparecer en un comercial de televisión en la que se disfraza con un sarape, un bigote y un sombrero mexicano. Su intención era cruzar la frontera para poder jugar una quiniela deportiva, pero al final es capturado por un oficial mexicano de migración que lo deporta a Estados Unidos.
Frases celebres
“Yo creo en mi corazón, que la gente mexicana no me odia, vivo en Los Ángeles donde hay muchos mexicanos y cuando estoy caminando por la calle todos me apoyan, me piden autógrafos, aún cuando muchos traen puesta la camisa de México”
“Debí de haber mostrado más respeto por la gente de México a sus jugadores y la rivalidad. Al pasar de los años, me di cuenta de esto”
“Hablé de más, dije muchas cosas estúpidas y me arrepiento de eso. Al final de mi carrera, termine teniéndole mucho respeto por los jugadores mexicanos que antes veía como villanos”.
Anécdota que no se le olvida
“El peor comentario que recibí en mi carrera por otro jugador fue el de Luis Hernández”, dijo Donovan en referencia el delantero de la selección mexicana.
“‘Voy encontrar a tu madre y voy a matarla‘”, refirió Donovan sobre lo que le dijo el jugador del Tri después de un partido.