Una Dosis de Sentido Común: “Tequila Party”

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<p>&nbsp;&nbsp;&nbsp; Los hispanos en Estados Unidos nos hemos quedado como “el perro de las dos tortas”. El pasado Sábado 18 de Diciembre, el famoso DREAM Act fue derrotado en el senado, al no lograr los 60 votos necesarios que le permitiría a la iniciativa ser enviada al escritorio del Presidente Obama para convertirse en ley con su firma.</p>
<p>&nbsp;&nbsp;&nbsp; El DREAM Act proponía una vía para la ciudadanía para jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos antes de los 16 años y han vivido de forma continua en el país durante al menos cinco años, entre otros requisitos, como el cursar dos años de estudios universitarios o inscribirse en las Fuerzas Armadas.</p>
<p>&nbsp;&nbsp;&nbsp; El mensaje de los cabezales entre los medios de comunicación fue “los republicanos derrotan el Dream Act”. Si bien es cierto que, como es costumbre, la mayoría de los senadores que votaron a favor o en contra lo hicieron siguiendo la supuesta ideología de sus respectivos partidos, esta lucha se perdió gracias a cinco demócratas disidentes y contó con el apoyo de tres republicanos.</p>
<p>&nbsp;&nbsp;&nbsp; Votaron a favor 50 demócratas, tres republicanos y dos independientes, mientras en contra votaron cinco demócratas y 36 republicanos.</p>
<p>&nbsp;&nbsp;&nbsp; Evidentemente, si el presidente no logró hacer realidad este sueño para más de un millón de estudiantes indocumentados, antes de perder la mayoría demócrata en el Congreso el próximo enero, será prácticamente imposible que suceda en los próximos dos años.</p>
<p>&nbsp;&nbsp;&nbsp; Con todo respeto, señores, lo que realmente derrotó esta propuesta fue la falta de solidaridad dentro del Partido Demócrata, supuesto defensor de los derechos de los hispanos, no tanto la oposición republicana. De aquí que la comunidad hispana ahora se pregunte, “oh, y ahora, ¿quién podrá defendernos?” A falta del Chapulín Colorado, la respuesta, según algunos proponentes, no la ofrece ningún partido político existente.</p>
<p>&nbsp;&nbsp;&nbsp; Curiosamente, ese mismo día el senado también derrotó la tan sonada política “Don’t ask, don’t tell”, la cual prohibía a personas homosexuales declaradas ingresar al ejército. Un éxito para la comunidad “gay”. Los militares gay podrán “salir del clóset”, mientras los estudiantes indocumentados tendrán que permanecer en él.</p>
<p><strong>El “Tea Party”</strong></p>
<p><strong>&nbsp;&nbsp;&nbsp; </strong>El 16 de Diciembre de 1773, a menos de tres años de la declaración de independencia de Estados Unidos, se llevó a cabo el “Boston Tea Party”, no precisamente una celebración social, sino una rebelión en contra de la monarquía británica y la monopólica East India Company, que controlaba toda la comercialización de té que llegaba a las 13 colonias americanas desde el Reino Unido.</p>
<p>&nbsp;&nbsp; Después que autoridades de Boston se negaron a regresar a su lugar de origen tres barcos con cargamento de té sujeto a impuestos británicos, un grupo de colonos abordaron los barcos y destruyeron el cargamento arrojándolo al mar en la bahía de la ciudad. Este icónico momento en la historia de Estados Unidos fue uno de los detonantes de la revolución americana y ha sido causa de inspiración en varios movimientos políticos.</p>
<p>&nbsp;&nbsp; Unos 235 años después, a principios de 2009, nace el “Tea Party”, un movimiento político de ultraderecha que aboga por los principios conservadores del partido republicano, entre ellos, la reducción del presupuesto gubernamental, menores impuestos, la reducción de la deuda nacional y del déficit federal, y el apego a una interpretación “originalista” de la Constitución de los Estados Unidos.</p>
<p>&nbsp;&nbsp; Encabezado por reconocidas personalidades republicanas, como la ex candidata a la vicepresidencia Sarah Palin, el Tea Party surge del desencanto de republicanos “verdaderamente conservadores” de su propio partido. Se dice que el detonante fue el rescate financiero de los bancos por las administraciones de los Presidentes Bush y Obama. Lejos de ser un partido político, el Tea Party es una campaña de concientización de las ideologías conservadoras, independientemente de afiliaciones políticas.</p>
<p><strong>El “Tequila Party”</strong></p>
<p>&nbsp;&nbsp; Su nombre no obedece a eventos históricos, tampoco es una celebración social, ni se trata de un partido político. El “Tequila Party” sería una versión hispana de lo que el Tea Party representa para la ideología conservadora. Sin embargo, tampoco abogaría del todo por un extremo liberalismo, enemigo acérrimo del conservadurismo, ya que el hispano en Estados Unidos, en términos generales, comulga con las creencias liberales en cuanto a políticas fiscales se refiere, pero se convierte conservador tratándose de cuestiones de carácter moral.</p>
<p>&nbsp;&nbsp; A través de los años, el Partido Demócrata logró posicionarse entre la comunidad hispana de Estados Unidos como “su” partido, ya que la gran mayoría de los principios por los cuales lucha, benefician a este grupo étnico, el cual está compuesto, en su mayoría, por trabajadores de “cuello azul”, como son afectuosamente clasificados aquellos empleados que no gozan de un puesto administrativo. Dichos principios incluyen mejores sueldos, condiciones dignas de trabajo, derechos civiles, servicios públicos, y demás prestaciones que benefician principalmente a la clase trabajadora, de nivel socioeconómico medio y bajo. En años recientes, la tan sonada reforma migratoria y otros beneficios para personas que carecen de documentos para radicar y/o trabajar en Estados Unidos, han sido agregados a la “lista de pendientes” del Partido Demócrata. Razón de más para que aquellos ciudadanos americanos de ascendencia hispana con derecho al voto continuaran votando por el partido “azul”, como lo han hecho tan ciegamente durante décadas. Esto, sin tomar en cuenta que en aspectos de carácter moral, la ideología demócrata/liberal es completamente antagónica a las creencias tan apegadas al cristianismo de la comunidad hispana, como lo son el derecho al aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, entre otras. En estos casos, para la desagradable sorpresa de los hispanos, dichas creencias encajan más dentro de la ideología republicana/conservadora, que mueve el partido de “los ricos y los racistas”.</p>
<p>&nbsp;&nbsp; Por su parte, el Partido Republicano no se había preocupado mucho por “hablarle” al votante hispano, esto es, hasta las históricas y controversiales elecciones presidenciales del 2000, cuando al fin la población anglosajona se percató que un importante porcentaje de sus ciudadanos eran hispanos, y además, hablaban español. Como por obra de magia, la familia Bush presentó, como representante de su iniciativa hispana, a George P. Bush, un apuesto joven, sobrino del candidato George W. Bush, hijo de su hermano Jeb, gobernador de Florida, y de su esposa mexicana, Columba. El joven Bush, en un intento de posicionarlo como “el John Kennedy Jr. de los hispanos”, llevaba un mensaje muy claro y contundente: un hispano puede ser republicano.</p>
<p>&nbsp;&nbsp; Esta controversial declaración contradice las creencias del Senador demócrata Harry Reid, quien sostiene que los hispanos eternamente deben ser fieles al Partido Demócrata, dada la necesidad de una reforma migratoria, promesa de campaña del Presidente Obama, la cual era una supuesta prioridad de su administración durante el primer año de su mandato. Según las estadísticas oficiales, los votantes hispanos fueron cruciales para las victorias electorales de Obama y de Reid. A cambio, dichos votantes recibieron, una vez más, “atole con el dedo”.</p>
<p>&nbsp;&nbsp; De aquí el desencanto con el Partido Demócrata. Según Fernando Romero, presidente de “Hispanics in Politics”, el grupo político más antiguo del estado de Nevada, la inquietud de crear el Tequila Party está muy presente. La comunidad hispana se ha cansado de apoyar a un partido que continúa dándole la espalda. El objetivo: “moverle el tapete” a los demócratas.</p>
<p>&nbsp;&nbsp; Lo que está muy claro, es que los votantes hispanos necesitan ver más allá de las cuestiones migratorias al emitir su sufragio en las urnas. Obviamente lo han hecho por solidaridad a sus connacionales, pero hay muchísimos otros aspectos políticos a considerar en el momento de elegir gobernantes. Fulanito de tal promete luchar por la reforma migratoria, pero si gana, también amenaza con aumentar mis impuestos. Como ciudadano americano, ¿cuál es mi prioridad el día de las elecciones?</p>
<p>&nbsp;&nbsp; Posiblemente el Tequila Party ayude a descifrar este dilema.</p>
<p><em>) y conduce un programa de opinión vía Internet, también titulado “Una Dosis de Sentido Común, en RSP Radio (<a href="http://www.rspradio.com">www.rspradio.com</a></em><em&gt;) los Domingos de 10 a.m. a 12 p.m. Su dirección electrónica es <a href="mailto:luis@luisvaldivia.com">luis@luisvaldivia.com</a></em></p&gt;

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Luis Valdivia