<p> </p><figure id="attachment_42420" aria-describedby="caption-attachment-42420" style="width: 300px" class="wp-caption alignright"><img loading="lazy" src="/sites/default/files/2017/09/mexico-city-earthquake-la-prensa-san-diego-300x225.jpg" alt="" width="300" height="225" class="size-medium wp-image-42420" srcset="https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/09/mexico-… 300w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/09/mexico-… 1024w, https://dev-laprensa.pantheonsite.io/wp-content/uploads/2017/09/mexico-… 1280w" sizes="(max-width: 300px) 100vw, 300px"><figcaption id="caption-attachment-42420" class="wp-caption-text">Foto / Wikimedia Commons</figcaption></figure><p></p>
<p>¿Qué es lo que hace la diferencia entre un país encumbrado con uno que lleva siglos tratando de salir del oscuro laberinto del subdesarrollo?</p>
<p>La cultura, la honestidad, la rectitud, el trabajo, el esfuerzo, la justicia, la confianza.</p>
<p>Esas son solo algunas de las respuestas que separan a los políticos de una nación emprendedora, orgullosa y vanguardista con los buitres corruptos de naciones tercermundistas.</p>
<p>El ejemplo que te voy a dar a continuación retrata perfectamente la gran diferencia que existe entre un estado comprometido a salvaguardad el interés común y otro en donde abunda la avaricia personal.</p>
<p>El 19 de septiembre de 1985, un terremoto en la Ciudad de México concibió las escenas de horror más grandes que a mi generación le haya tocado atestiguar.</p>
<p>Centenares de edificios, casas y locales comerciales se derramaron y terminaron por ser la tumba de miles de niños, jóvenes, ancianos, hombres y mujeres.</p>
<p>La postal de la capital mexicana era idéntica a la de una ciudad que acababa de sufrir el más cruento de los bombardeos militares.</p>
<p>Restaurar las heridas sociales y económicas de la metrópoli mexicana requeriría décadas enteras y en ese momento la única prioridad del gobierno, que en ese entonces encabezaba el presidente Miguel de la Madrid, debió haber sido la reconstrucción de la capital.</p>
<p>En medio de la tragedia más grande en la historia reciente de México, a los politicos de esa época se les ocurrió que sería una gran idea organizar el Mundial de 1986. </p>
<p>El gobierno pensó en el futbol como un gran difusor para dejar de hablar del terremoto que dejó más de 10 mil muertos y que destapó la corrupción de muchos funcionarios de alto nivel que autorizaron proyectos de construcción que se derrumbaron por no cumplir con las mínimas normas de calidad en sus materiales.</p>
<p>Fue así que México le dijo a la FIFA que estaba listo para albergar la Copa del Mundo de 1986, evento que debió organizar Colombia, pero al que renunció por la guerra encarnizada que sostenía contra el narcotráfico y Juan Pablo escobar.</p>
<p>Apenas ocho meses después del fatídico terremoto de septiembre de 1985, en el Estadio Azteca, y con el mundo entero, como testigo, se dio el saque inicial del Mundial México 86.</p>
<p>Mientras los juegos se desarrollaban en la capital mexicana, miles de damnificados vivían a la intemperie, dormían en la calle y comían en parques públicos.</p>
<p>La semana pasada, en Sapporo, Japón, se registró un temblor de fuerza moderada que dañó algunas estructuras y que dejó 21 personas muertas.</p>
<p>Antes de ser sacudida por el temblor, la ciudad de Sapporo tenía asegurada la organización de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026.</p>
<p>Con ocho años para preparar sus Olimpiadas, parecía que el movimiento telúrico no sería obstáculo alguno para que los japoneses llevaran a cabo el magno evento deportivo.</p>
<p>“Consideramos que la situación amerita que todos nuestros recursos y toda nuestra atención se centren en atender a las víctimas del temblor y a restaurar las estructuras que hayan sufrido algún daño” dijo el alcalde de Sapporo.</p>
<p>“Es por razón que Sapporo retira su candidatura a organizar los Juegos Olímpicos de Invierno de 2026”, explicó.</p>
<p>México y Japón, dos mundos totalmente apartados por políticos que nunca se llegarán a encontrar en la misma vía del progreso y la honestidad.</p>