Una vida mejor

LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero

En los últimos días y a raíz de la nominación de su prota-gonista, el mexicano Demian Bichir como mejor actor, a los premios Oscar de la Academia, la cinta a Better Life – Una Vida Mejor – ha sido objeto de gran atención, no sólo en los ámbitos propios del espectáculo, si no también en foros académicos, políticos y sociales, y eso es muy positivo.

Es claro que si Demian Bichir logra quedarse con el premio de la academia, habremos ganado todos, pero es claro también que aunque no lo haga, ya ganamos.

El que la película haya alcanzado esta nominación es un logro para todos aquellos que han venido a este país en busca del sueño americano. La cinta refleja la realidad de los miles de inmigrantes hispanos que luchan con las únicas armas que tienen, su honestidad y su fuerza de trabajo.

Su universalidad está en la lucha de un padre por rescatar el futuro de su hijo, como lo destaca su director Chris Weitz. ¿Qué padre no daría todo por abrirle un camino su hijo?

Tener el arte de nuestro lado en una película que humaniza la problemática de los más de doce millones de inmigrantes que esperan la aprobación de una reforma migratoria integral y justa ya es un logro.

“Para mi, al comienzo era simplemente la historia de un padre y su hijo”, afirmó Weitz en entrevista con la Red Hispana, agregando que “en otro sentido es una historia universal del sueño americano y para mi los indocumentados están viviendo el sueño americano, tratando de mejorar la vida de su familia y la vida de toda la gente en este país”.

Nieto de mexicana, Weitz tiene claro que “el sueño americano es el deseo de mejorar la vida y de aprovechar las ventajas que este magnífico país ofrece”.

¿Qué significa, entonces, poner el tema en la palestra pública a través de una película? Se lo preguntamos a la analista, defensora de los derechos de los inmigrantes y vocera de America´s Voice Maribel Hastings, para ella “cualquier esfuerzo que dé a conocer el tema, que amplíe todos los matices que tiene el debate sí tiene importancia”.

Y es que la discusión va más allá del asunto legislativo que conlleva la necesidad – o más bien la urgencia – de aprobar una reforma migratoria. Al dibujar en la pantalla grande la realidad del inmigrante común, la película pone en evidencia todas las injusticias de las que es objeto al verse inmerso en un sistema que no solo no le garantiza la defensa de sus derechos laborales, por ejemplo, si no que al desampararlo lo expone a la maldad, a la in-justicia y a la impunidad.

Y nosotros ¿qué podemos hacer? Podemos continuar la lucha por nuestros derechos desde la honestidad. Podemos participar – si nos es posible – de nuestros derechos civiles votando y podemos demostrar por la paz que nuestro sueño americano no involucra solo nuestros deseos individuales de progreso, si no los deseos de toda una nación, la nación que escogimos para vivir.

Si lo logramos, de una u otra forma, como Bichir ya habre-mos ganado, y tal vez, el sueño de una mejor vida, algún día no sea solo un sueño.